El extraño caso del Golf en Sudáfrica

Algunos autos tienen la capacidad de convertirse en estampas con nombre y rasgos propios gracias a su historia.

Provisto con una hermosa parrilla frontal que revestía su camino con peculiar personalidad, muchos de los autos en la actualidad carecen de ese toque estético inigualable que conserva aún en nuestros días, cuando se acerca la inevitable presentación de su octava generación.

El impacto de este modelo no es exclusivo de países como el nuestro, si algo define a los coches insignia de Volkswagen es su gran historia. En esta ocasión les compartiremos una anécdota del subcompacto favorito de muchos. Sucedió en África y nos recordará mucho a la situación que atravesó el Tsuru de Nissan en territorio nacional.

Citi Golf, el peculiar Golf de Sudáfrica

El continente africano no fue necesariamente la principal apuesta de Volkswagen durante décadas. Muestra de ello fue la llegada del Golf a ese territorio. Mientras el lanzamiento mundial ocurrió en 1974, en Sudáfrica hizo su presentación hasta 1978.

Las ventas de este coche fueron importantes y -cómo no con tanta simpatía-, pronto se robó el corazón de los sudafricanos y todo parecía un idilio que jamás terminaría. Sin embargo, en 1984 cuando salió la segunda generación -más grande y costosa- la reacción de la gente en ese país no fue la esperada por la marca.

Las personas seguían pidiendo el Mk1 (primera generación), más pequeño y accesible. Como consecuencia, la marca decidió trasladar la producción de este modelo que ya iba de salida en el resto del mundo a ese país como la versión de entrada a la gama.

La idea principal era mantener la producción hasta que las ventas se redujeran considerablemente. Por este motivo sólo se fabricaron versiones muy básicas (de cinco puertas) y en tres colores (rojo, amarillo y azul).

Sin embargo, el Mk1 no dejaba de venderse en ese país, al contrario, se convirtió en la insignia de Vw en poco tiempo por lo que decidieron lanzar una versión “Sport” en 1985 que fue nombrado City Golf.

Estaba disponible con motores de 1.6 y 1.8 litros y estéticamente destacaba debido al uso de tonalidades bicolor en sus acabados. Para 1988 recibió un ajuste estético que cambió la inclinación de la parrilla delantera -más parecida al Mk2-, y un año después ofrecieron un auto color rosa que fue un fracaso en ventas.

Recién entrados los noventa, relanzaron el Mk1 GTI con el nombre fue Citi CTI (así es, Citi con i latina) y el colocaron cuatro faros frontales con intermitentes en las defensas que le brindaron una apariencia muy especial y atractiva.

Los interiores también se modernizaron de fábrica, por lo que este Golf en particular presenta particularidades atípicas para la marca en el resto del mundo, al igual que los faros traseros fabricados por Hella en 2006.

Como todo en esta vida, ese hermoso vehículo presentado en 1974 encontró su fin mundial justo en ese país africano en 2010 con la salida de la versión de despedida del Citi Golf.

Presentado con el nombre de Volkswagen Citi Limited Edition que fue limitado a mil unidades. Este auto contaba con un motor de 1.6 litros con 100 hp y presentaba tanto una placa especial como un logotipo numerado.

Si pensabas que en México el amor por el que fue llamado Caribe, era enorme, en realidad no nos comparamos con el fenómeno que éste causó en Sudáfrica.

Imágenes: VWFans, CarsBlog, BMFaqs, Vw. 

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