Spirit: El Chrysler que siempre quisiste comprar

A finales de los ochenta México se encontraba ostensiblemente afectado por los sucesos que habían cimbrado a su sociedad en una de las décadas más complicadas de las que tengamos memoria.

Este era el Spirit que salía en el comercial de 1990. Foto: Internet

Económicamente fue una década desastrosa con la devaluación del peso, todo encrudecido por sucesos tales como el terremoto de 1985 que devastó a la capital. En el mundial de fútbol celebrado en el país, ni Hugo Sánchez fue capaz de frenar la debacle del conjunto nacional. El panorama era realmente oscuro.

Parecía urgente un cambio de rumbo y por eso –ilusos mexicanos-, los noventa se apreciaban como la oportunidad de algo “grande”. Aunque socialmente ocurrió otra década complicada, al menos conservamos el consuelo de la aparición de grandes autos.

Entre ellos el Spirit de Chrysler.

El coche que llegó para hacernos olvidar al gran Dart

Si algo define al Spirit es su apariencia agresiva y deportiva. A sus espaldas llevaba la titánica labor de hacer olvidar a otros coches como el 600, el Reliant e incluso el Dart, en su versión K que había hecho las delicias de los mexicanos durante décadas.

De hecho, el Spirit utilizaba una plataforma similar a la de éste.

Fue presentado en enero de 1989 con un valor agregado para los mexicanos: ese bólido llegaría profundo a las venas de nuestro país al ser ensamblado en la planta de Toluca.

Así lucían sus estéreos con AM/FM y Cassette. Foto: Allpar

Esta belleza llegó a las carreteras con dos motorizaciones, una originaria de Mitsubishi V6 con 141 caballos de fuerza y otra de 2.2 litros, cuatro cilindros y 93 hp. Sin embargo, la verdadera locura ocurrió en 1991.

R/T

En 1991 este emblema le puso jugo al Spirit para convertirlo en un inolvidable. Utilizó el motor de 4 cilindros y 93 hp al que mejoró añadiendo un turbocompresor Garret para lograr 224 hp y 217 lb-pie de torque. Se ofreció con frenos de disco y ABS opcional para completar un paquete redondo.

Un afortunado sujeto conserva su S/T en México. Foto: MercadoLibre

Contaba con una única transmisión manual de cinco velocidades que fue explicada por la prensa de aquel entonces (C&D) de este modo: “tiene una caja de cambios propia porque una transmisión normal sería incapaz de soportar ese torque”.

Pronto el Spirit fue adoptado incluso por la policía en la capital de México. Aquellas épocas se pueden recordar por estas patrullas que completaban y concretaron el objeto del deseo que muchos apasionados por los autos en aquel entonces.

Su fin

Algo extraño ocurrió con las decisiones de la empresa en aquel entonces. Pese al éxito comercial del Spirit en 1995 se decidió algo más drástico que la presentación de una nueva generación. Consistía en la aparición de un modelo “sucesor” con un nombre radicalmente distinto.

Cortado de tajo el Spirit le cedió el paso al Stratus. Un coche más estilizado pero que conservaba cierta esencia de este bólido de espíritu complicado. Pero como lo habrás intuido, esa es una historia distinta.

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