El Brasilia, el coche que quiso desplazar al Vocho

Eran mediados de los setenta y una tragedia ocurrió para los aficionados al futbol, la selección mexicana estuvo ausente del campeonato mundial de Alemania, su verdugo, -de forma increíble- había sido la selección de Haití.

Así luce la versión brasileña. Foto: Especial

En medio de aquella situación, desde las tierras cariocas, llegó la Brasilia, un cochecito que lucía diminuto por fuera, pero era amplio por dentro. Estaba armado con un par de “ojazos” frontales capaces de seducir hasta al corazón más frívolo. Intentó –sin lograrlo del todo- ganarse un espacio entre los amantes del auto insignia del siglo: el Vocho.

Brasilia

Obtiene su nombre de la capital de Brasil. Si hablamos de un coche emblemático en el país carioca en aquella época, debemos referirnos a éste. A mediados de los setenta, tres modelos representaban a la marca y comenzaban a quedarse –de forma justa- un tanto obsoletos. El Vocho, la Combi y el Karman (un auto deportivo del que les hablaremos luego).

Leidig Rudolph, entonces presidente de la firma en Brasil, decidió que desde su base podría revolucionar a la marca con el lanzamiento de un coche más moderno. Sin embargo su chasis estaba diseñado con base al del Vocho.

Manual del propietario. Foto: NostálgicosdeVW

También presentaba un motor trasero y suspensiones independientes en todas las ruedas. Este parecido ayudó de entrada a la fabricación de este modelo debido al ahorro que significaba prácticamente adornar un diseño ya hecho.

En comparación, su interior era mucho más amplio que el del “escarabajo”, situación por lo cual nunca se definió en realidad si era una vagoneta o un compacto. De ahí que algunos le llamen la Brasilia y otros el Brasilia. Lo cierto es que de estas particularidades, el Brasilia –así lo llamaremos- destacó en el mercado.

Interior de la primera versión nacional. Foto:ReparandomiVW

Un aspecto curioso en aquel entonces, fue el diseño de su puerta trasera se hizo de esa forma, ya que al parecerse al de una Van, pagaba menos impuestos de fabricación en el país carioca. Si este fue el motivo para adaptarlo de esta forma, no se sabe a ciencia cierta.

Poco a poco, este diseño renovado, acaparó la atención de los compradores en el mundo. Estuvo disponible en versiones de 3 y 5 puertas, después una revisión llamada LS que mejoraba sobre todo los acabados y materiales en su interior. A unos meses de su salida en Brasil, gracias a que los mexicanos siempre han mostrado un enamoramiento con la marca llegó a México.

Brasilia en México

En un inicio, los primeros coches modelo Brasilia en México fueron importados de su país de origen. Se les reconoce por dos líneas metálicas en la parrilla frontal que se asemejan a unos bigotes.

Sin embargo, como era de esperarse, con la gran fábrica de Volkswagen en México, el Brasilia pronto se hizo un auto nacional. México fue el único país aparte de Brasil en el que este coche se ensambló. Por supuesto, su costo era mayor al del Escarabajo.

Para algunos repararlo era un verdadero problema. Foto: Especial

La versión nacional estuvo vigente entre 1974 y 1982, sólo se le encontraba en versión de 3 puertas y algunas de sus piezas eran importadas de Brasil. Este motivo provocó que a la larga la reparación de estos coches fuese un tanto más costosa que la del Vocho.

El alma del coche

Brasilia presentaba un motor de 4 cilindros, con motor de 1.6 L y potencia de 43 caballos de fuerza. En esa época se vivía una crisis de combustible que orilló a la industria a idear coches más pequeños con mejor rendimiento de combustible.

En 1979 se presentó una revisión del Brasilia mexicano que contaba con unas líneas protectores de caucho a lo largo de las defensas. Para 1981, poco antes de ser descontinuado, se mejoraron los asientos y se les colocaron cabeceras altas.

En total se hicieron 72 mil 377 unidades, para 1982 fue retirado pues el Caribe (Golf I para los conocedores), le comía el mercado con mucha ventaja, pero esa es otra historia.

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