¿Urgencia de poder y adrenalina? llama al 911

TENERIFE, España.- A callar, la discusión ha terminado, el nuevo Porsche 911 dejó tirado en la lona a su máximo rival: el anterior modelo del Porsche 911.

Los cambios, otra vez, son prácticamente imperceptibles a simple vista, sin embargo contundentes y significativos y, a la postre, marcarán un antes y un después en la historia de la marca de Stuttgart.

La razón no es evidente, estéticamente se parecen tanto que asegurar que uno es mejor que el otro atenta en contra de la lógica. Sin embargo, basta sacar el estetoscopio para entender qué es lo que pasó: al nuevo 911 le han hecho un trasplante de corazón, uno exitoso que le ha dado nueva vida a este modelo.

La jugada fue maestra,  Porsche no esperó al cambio de generación para pulir a su misil y en lo que se esperaba fuera un cambio menor, a mitad del ciclo de este producto, dio un golpe de timón y lo dotó de sendos motores biturbo y un nuevo sistema de infoentretenimiento.

Foto: Frank Ratering/Porsche

Aunque lo mejor lo encontramos cuando estaba en movimiento, con el auto detenido pudimos acceder al último grito de la moda en materia de aplicaciones y conectividad, Apple Car Play incluido.

DESDE EL MAR Y HASTA LA MONTAÑA

Volamos a Madrid y desde ahí hasta la isla de Tenerife, pero valió la pena. Fue en las Canarias donde por fin pudimos tomar el control de una de las más grandes obras de la ingeniería automotriz de nuestro tiempo. Habíamos tenido un primer encuentro con el 911 en Hockenheim, pero sólo como copilotos.

Lo cierto es que ni el Ritz Carlton de Tenerife nos sorprendió tanto como el nuevo Porsche y eso es mucho qué decir, pues la atención y comida del lugar son extraordinarias.

Foto: Frank Ratering/Porsche

Sin embargo, el Nueveonce tuvo con qué defenderse, pues los había de todos colores y sabores, pero seducidos por el encanto de la isla decidimos empezar con el Cabrio.

Madrugamos como pocas veces y cuando llegamos al momento de la verdad, con un curveado tramo de carretera cerrado, para poder retar al 911 sin culpas, un error en la comunicación con el instructor no nos permitió escuchar la distancia que debíamos mantener con respecto al GT3 RS que nos guiaba. El resultado fue una acalorada persecución sin cuartel.

Mejor, imposible. Las condiciones de la carretera eran las óptimas y la temperatura de las llantas la adecuada.  Conforme el GT3 más rugía más a fondo apretamos al acelerador de nuestro 911.

Foto: Frank Ratering/Porsche

Las asistencias electrónicas y el equilibrio del auto nos permitían movernos con agilidad de un carril a otro, para cortar las curvas. Con cada kilómetro recorrido tomábamos más confianza para prácticamente pegarnos al auto del instructor.

A bordo de la versión S, que manejábamos, pudimos disfrutar de un nuevo sistema de dirección montado en el eje trasero, que nos permitió enfrentar las curvas sin temor a perder el eje posterior.

El riesgo que se corre al empujar de más en un auto con tracción trasera es el de sobrevirar con facilidad en un descuido. Si a esto le agregamos que el motor del 911 está montado en la parte trasera del auto, un dispositivo de estas características le permite al conductor elevar el límite de este auto, aminorando los riesgos cuando se entra muy rápido a una curva cerrada.

El motor de tres litros, ahora biturbo, capaz de desarrollar 370 caballos en el Carrera y 420 en el Carrera S, desde muy bajas revoluciones y hasta las 7,500, nos hizo sentir como verdaderos pilotos de carreras.

Foto: Frank Ratering/Porsche

No pudimos manejar la versión manual, pero la PDK con paletas de cambio detrás del nuevo volante, nos dejó muy satisfechos, pues gracias a un nuevo sistema para elegir la puesta a punto del auto, es la llave a uno de los autos más perfectos de la industria automotriz.

PORSCHE 911 CARRERA S A DETALLE

(Infografía: Jaime Castillo con información de Cristian Moreno)