3 ideas erróneas sobre inflar tus neumáticos con nitrógeno

Los neumáticos son la parte de nuestro auto que tiene contacto directo con la carretera. De su desempeño se derivan muchas cosas importantes relacionadas tanto con el desempeño como con la seguridad en nuestro vehículo.

Brindan agarre al asfalto, reflejan directamente el desempeño de la máquina y convierten mediante su funcionamiento, la fuerza de nuestro motor en velocidad. De ahí su gran importancia.

Desde hace unos años el inflado con nitrógeno de estos elementos se ha puesto de moda. Ni habrá que negarlo, gracias a su uso se mejora sustancialmente el desempeño de nuestro vehículo. Sin embargo, ante las ventajas también encontramos algunos inconvenientes que no habrá que dejar sin revisar.

Costo

El inflado de las llantas de tu auto con nitrógeno puede convertirse en un inconveniente, sobre todo cuando pensamos en el precio. Mientras que en una estación de servicio –o con el “talachero” de confianza este proceso puede costarte tan sólo el cambio que cargas en los bolsillos, hacerlo con nitrógeno implica un costo más importante.

Los precios rondan los 200 a 400 pesos de acuerdo al lugar.

Volver a inflarlas

No en todos los lugares encontrarás el servicio de inflado con nitrógeno, por lo que cuando la presión de éstas requiera un reajuste, tendrás que acudir a algún lugar en específico. Aunque si llenas –de momento- un neumático con aire normal, no pasará nada. Pero las prestaciones del nitrógeno se verán reducidas.

La presión del neumático

Una de las principales ventajas del nitrógeno reside en que la presión de los neumáticos se mantendrá constante durante más tiempo en relación con las que han sido infladas con aire. Aunque esto es cierto, la diferencia entre ambos podría no ser tan grande, por lo que depende de tu decisión comparar y decidir si te conviene.

Como las moléculas del nitrógeno son mucho más grandes que las del oxígeno, se escapa más lentamente.

No funciona mejor a altas temperaturas

Algunas personas ponen nitrógeno en sus llantas en épocas de calor, sobre todo porque de acuerdo a la idea, en temperaturas altas el nitrógeno mantiene frío el neumático.

Lo cierto es que esta idea es una mentira, este gas se mantiene a la misma temperatura que la llanta por lo que si el neumático alcanza una temperatura elevada, el interior de la cámara lo hará también.

Sin embargo, no todo lo relacionado con el uso del nitrógeno está equivocado. Por algo se ha popularizado.

Las principales ventajas de su uso son las siguientes:

Ahorro de combustible

Con la presión indicada en los neumáticos es normal que tu auto consuma menos combustible. Esa verdad sobre los autos puede emularse de igual forma si lo haces con aire común y corriente de forma constante.

Reduce la oxidación en los rines del auto

El nitrógeno no produce el efecto de oxidación en las piezas metálicas del coche como lo hace el oxígeno. También habrá que considerar que este desgaste es muy lento y ocurre durante años, en ocasiones décadas.

Ahora que lo sabes puede decidirte a hacerlo o no. Como siempre depende de tu bolsillo experimentar ciertos cambios benéficos en el desempeño de tu auto.

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