La “contaminante” verdad sobre las emisiones de los coches eléctricos

Cuando nos presentaron al vehículo eléctrico como la solución a los problemas de contaminación mundiales, creímos haber encontrado el “Santo Grial” de la automoción que algún día frenaría el daño que a diario, millones de autos provocan en nuestro planeta.

Después surgieron un sinnúmero de debates relacionados con su eficacia y utilidad: algunos vehículos de combustión interna redujeron su impacto ambiental al grado de que se convirtieron nuevamente en opciones ecológicamente responsables.

Los eléctricos hacen más daño de lo que pensábamos. Foto: C&D

También se nos presentaron otro tipo de vehículos (como los que tienen motor de hidrógeno), como promesas alternativas que nos harían participar de una consciencia global por detener un daño que parece irreversible.

Sin embargo, un nuevo estudio podría modificar de forma drástica lo que pensamos de los coches eléctricos. Publicado en la revista científica Atmospheric Enviroment, Victor Timmers y Peter Achten de la Universidad de Edimburgo presentaron su investigación que revela que “los beneficios de los coches eléctricos podrían ser una farsa”.

El motivo: contaminan lo mismo o incluso más que los coches de combustión interna. Existen motivos que todos conocemos de antemano respecto a la contaminación generada por los coches eléctricos que han encontrado cientos de justificaciones.

La contaminación tiene muchos matices. Foto: NYT

Desde el uso de sus baterías –generalmente de litio, muy contaminantes y que deben ser reemplazadas 10 años después-, hasta el impacto que es consecuencia de la generación de energía eléctrica para abastecerlos.

Este análisis lejos de ahondar en estos factores revisa un punto paralelo que hasta ahora no habíamos considerado del todo.

Partículas sólidas

De acuerdo a estos investigadores, durante años hemos estado equivocados al limitarnos a medir las emisiones contaminantes con aquello que sale del tubo de escape de los autos.

De las partículas suspendidas –que provocan en México el Hoy No Circula-, sólo un tercio proviene de los tubos de escape de los coches. En particular los residuos PM10 y PM2.5 generados en las calles o autopistas, hasta el 90% no están relacionadas con el motor de los vehículos.

¿Entonces de dónde vienen?

El resto de los contaminantes tienen un origen diverso proveniente de otras partes de los coches. El desgaste de las llantas, la fricción del sistema de frenado e incluso de los materiales con los que se construyen las carreteras en gran parte del mundo.

Aquí es donde debemos preocuparnos. El desgaste de las piezas mecánicas es mayor en los coches eléctricos pues son más pesados que los que tienen motores de combustión interna.

Los neumáticos también. Foto: Autoguía

La diferencia de pesos varía de acuerdo al modelo del auto, en promedio es de 24% más. Las baterías y elementos motrices de los coches eléctricos aún no están lo suficientemente desarrollados para equiparar el peso de los autos convencionales.

Como resultado, al menos en este tipo de automóviles producen más contaminación que los que utilizan gasolina o diesel.

¿Esto quiere decir que la lucha por frenar la contaminación está perdida?, para nada, pero estábamos perdiendo de vista un aspecto fundamental y relevante en cuanto al uso y alcance de las recientes medidas de contención del cambio climático.

Esperemos que la industria revise este documento y con responsabilidad busque alternativas para contener la situación.

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