La historia de la calle peatonal más transitada de la ciudad

Mexicanos o no, uno de las calles obligadas al llegar a la Ciudad de México, sin duda es Madero. Su transformación ha sido un hito en la historia del Centro Histórico.

Resulta difícil pensar que algún habitante de la Ciudad de México no haya transitado por ella y resulta aun más difícil imaginarse cómo era antes de ser peatonal y tan concurrida como en nuestros días.

Algunos recordamos cómo era antes de su intervención y cuestionamos si era buena idea el cerrar la principal calle que conectaba Av. Juárez con el Zócalo. Actualmente es la calle más transitada de la capital, pero, ¿cuál es su historia? ¿Cómo llegó a ser peatonal?

Es una de las calles más antiguas de la capital, su trazado se hizo después de la caída de Tenochtitlán, por el español Alonso García Bravo. De inmediato tomó especial importancia, gracias a la conexión directa con la Plaza Mayor.

Posteriormente, fue edificado en el lugar, el convento de San Francisco, en el extremo poniente de la calle, muy cerca de lo que conocemos hoy como Eje Central. 

La importancia del convento fue tal, que la calle fue conocida como Calle de San Francisco por mucho tiempo, hasta que en el siglo XIX, cambió su nombre por Plateros, debido a las joyerías instaladas en el lugar. 

Fue en 1913, luego de la entrada a la Ciudad de México de Emiliano Zapata y Francisco Villa, cuando al pasar por la calle de Plateros, pidieron a una banda que animara en el cruce con San José el Real (hoy Isabel la Católica), luego de pedir una escalera, colocó una placa de mármol con el nombre Francisco I Madero, como un homenaje. 

Dice la leyenda que existía la advertencia de que quien lo quitara, iba a ser "fusilado inmediatamente". 

Desde entonces, Madero es testigo de grandes eventos, desfiles y encuentros.

Edificios tan representativos como la "Casa de los Azulejos", que comenzó como punto de encuentro de aristócratas porfiristas, y que ahora es una tienda departamental; o el llamado Palacio de Iturbide, un edificio que albergó al que sería el primer emperador de México en 1822.

Datos como que en esta calle se encontraba la primera sala cinematográfica del país (el Salón Rojo, abierto en 1906), hacen imaginar y confirmar el carácter tan culturalmente rico del lugar. 

En 2010 sufrió una transformación importante. Se eliminó completamente el paso de los autos para ser 100 por ciento peatonal y accesible a personas con discapacidad. Se invirtieron cerca de 30 millones de pesos en esta transformación. Aunque al principio se cuestionó sobre si era buena idea, y los locatarios reclamaron que bajaríasn sus ventas, la realidad es que tuvieron un incremento significativo. 

Foto: Especial

A estas alturas, prácticamente todos los capitalimos hemos caminado sobre la calle.

El atractivo de Madero, es en gran parte, por el saberse parte de una de las calles más emblemáticas, andar sobre la historia, sobre una importante calle desde el momento en que se creó, que fue concebida para caminarse. 

No es coincidencia que la importancia de esta calle perdure hasta nuestros días. Locales comerciales, restaurantes, conventos, iglesias, centros joyeros y personajes de todo tipo engalanan el paso de las más de 400 mil personas, TODOS LOS DÍAS. 

Pero, ¿qué hace esta calle tan especial? 

Es sobre todo el punto de encuentro de un sinfín de pequeñas historias, el andar de quienes han encontrado aquí un momento de felicidad. 

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