Volvo presenta el primer motor tres cilindros de su historia

Los coches en Volvo impulsados sólo por motores de combustión interna, tienen sus días contados, ya que esta semana la automotriz sueca presentó su primer bloque tricilíndrico construido en su historia, el cual ayudará a la compañía de Gotemburgo a cumplir el plan anunciado a mediados de 2017, donde aseguró que a partir de 2019, todos sus modelos saldrán de sus fabricas con un propulsor eléctrico.

El papel que juega en la estrategia de Volvo este nuevo motor de 1.5 litros de inyección directa de gasolina, que eroga 150 caballos de fuerza, es muy relevante, ya que a pesar de que se ofrecerá inicialmente en una versión de entrada de la XC40 durante este año, en realidad fue diseñado deliberadamente para ser parte de un tren híbrido con el fin de dar a la compañía escandinava la posibilidad de ofrecer una gama más amplia de motorizaciones en sus futuros vehículos amigables con el ambiente.

FOTO: Volvo

Las opciones contemplan, además del sistema con el nuevo motor de tres cilindros, el ya conocido T8 que conjuga la máquina de 2.0 litros con un bloque eléctrico, el cual está montado en las versiones más equipadas del XC90, S90 y XC60 y que entrega alrededor de 400 caballos de fuerza.

También se sumará un tren completamente cero emisiones que será parte, el próximo año, de la versión de producción del prototipo Volvo 40.2 que se convertirá en el primer coche 100% electrificado de la marca, hoy propiedad del grupo chino Geely, este propulsor también estará presente en otra variante de la camioneta XC40, con lo que se convertirá en el segundo modelo eléctrico de la compañía.

FOTO: Volvo

LA PLATAFORMA CMA

Tanto la XC40 como el primer modelo cero emisiones de Volvo, tendrán en común la nueva Arquitectura Modular Compacta (CMA por sus siglas en inglés), la cual fue presentada junto con la SUV más pequeña de la compañía sueca el año pasado de la que en ese entonces se dijo su cualidad principal es que fue diseñada para tener la posibilidad de adoptar varias carrocerías y propulsores, lo que ya suponía las intenciones de la marca para el futuro de su gama.

Tanto la Arquitectura Escalable de Productos (SPA), utilizada en los modelos de mayor tamaño de la marca, así como la CMA, constituyen la piedra angular de la estrategia de crecimiento y renovación de productos de la automotriz escandinava, que entre sus principales objetivos está llegar a vender un millón de unidades híbridas y eléctricas para el año 2025.

Este objetivo será apoyado por Polestar, la división de Volvo que desde 1996 se había ocupado de hacer las versiones de altas prestaciones de la firma, pero que a mediados del año pasado, la automotriz de Gotemburgo anunció que cambiaría su modelo de negocio para transformar ese departamento en un fabricante autónomo, centrado en la producción de coches eléctricos de alto rendimiento para competir con marcas como Tesla y NIO, entre otras.

Esta marca filial tiene entre sus planes lanzar dos modelos eléctricos antes de 2021, uno de ellos, el Polestar 1, se comenzará a producir a mediados de 2019 en Chengdu, China, y se lanzará a finales de ese mismo año. Este modelo se construirá sobre la plataforma SPA de Volvo y se distinguirá por contar con un tren híbrido compuesto por dos motores eléctricos y uno a combustión interna de inyección de gasolina, que en conjunto desarrollan 600 caballos de fuerza.

Es así como poco a poco, Volvo se convertirá de los coches a combustión interna a los vehículos electrificados en menos de tres años.