VW Sedán 1970: El alemán que se naturalizó mexicano

No hay duda, el “Vocho” es uno de los automóviles más representativos en nuestro país. A lo largo de su historia se produjeron 21 millones 529 mil 464 vehículos a nivel mundial de los cuales un millón 691 mil 542 se ensamblaron en la planta de Puebla, razón por la cual en la década los 90 y parte del nuevo siglo, era posible observar en las calles miles de escarabajos mecánicos en movimiento como una plaga de insectos que invaden una cosecha.

En 2006, el 53 por ciento de los taxis que circulaban en el Distrito Federal eran “Vochos”, es decir, existían en operación 57 mil 380 unidades. El buque insignia de la marca dominó por más de 50 años el mercado automotriz, la razón, las altas ventas.

Foto: Pablo Monroy

El Volkswagen Sedán Tipo 1 constituía un vehículo subcompacto de gran durabilidad, 4 velocidades y tracción trasera, dos puertas, dotado de una mecánica básica por lo que sus componentes eran fáciles de conseguir y de bajo costo. Portaba un eficiente y motor de 4 cilindros de 44 caballos de potencia compacto y enfriado por aire que respondía satisfactoriamente a subidas con una pendiente pronunciada en las que otros vehículos simplemente se quedaban en el intento.

El rendimiento de combustible de 12.3 litros por cada 100 kilómetros recorridos representaba la mayor fortaleza del “Auto del pueblo”, ya que con sólo un tanque de combustible de 40 litros se podían recorrer 380 km, es decir, la distancia que hay de la ciudad de México al Puerto de Acapulco, por lo que se gastaba poco dinero en gasolina.

La mayoría de los propietarios de un “Vocho” eran capaces de realizarle reparaciones menores cuando el coche fallaba, con la ayuda de herramientas básicas y llevar consigo el repuesto con más probabilidad de falla.

Foto: Pablo Monroy

Las facilidades para adquirir un sedán nuevo se intensificaron en 1988 con la reducción de su precio de venta, como consecuencia de un acuerdo entre Volkswagen de México, los proveedores y el gobierno como una medida para incrementar las ventas.

Todas las ventajas mecánicas y económicas resultaron atractivas para los taxistas que optaron por el uso del “Vocho” para el transporte público durante la presidencia de Luis Echeverría Álvarez, dando entrada a los “mini taxis”, significando hasta un 25 por ciento de ahorro en el costo de mantenimiento e insumos para los concesionarios, convirtiéndose a partir de ese momento en un símbolo nacional.

Foto: Pablo Monroy

Nuestro clásico de Atracción es un digno sobreviviente de 1970 que mantiene todas sus características tal y como salió de la fábrica. Este modelo en particular será recordado porque supuso muchas mejoras por parte de los ingenieros de Volkswagen de la época.  Probablemente muchos recuerden el comercial que apareció en la televisión mexicana cuando el modelo fue lanzado:

“¿Sabe usted de qué marca es este carro? ¿Verdad que no? Con tantas mejoras es irreconocible. Tiene defensa delantera de una sola pieza, cerradura exterior con botón para sobre asegurar el cofre; faros redondos para unidad sellada, salpicaderas de curva cerrada que sostiene los faros en posición vertical y anti deslumbrante, defensa trasera también de una sola pieza, más firme y ranuras horizontales en el capó del motor para darle mejor ventilación. Con más de 40 mejoras por dentro y por fuera es imposible reconocerlo ¿verdad? Claro, si se acerca usted a ver el escudo qué chiste. Así usted sabe que este nuevo modelo es el Volkswagen de 1970”, nos cuenta su dueño

Un proyecto de restauración que según él, surgió a partir de la historia de uno de sus amigos:

“Este coche lo compramos porque un amigo mío, que lo arreglé en conjunto con él, su Mamá tenía un que compró de agencia y fue en el coche en el que aprendieron a manejar él y su hermano, la señorea incluso también aprendió a manejar y por falta de espacio lo tuvieron que vender hace 10 años. Después, mi amigo se dio a la tarea de conseguir nuevamente el coche de su mamá pero fue imposible y de ahí surgió el proyecto de este coche que vemos.

“Incluso fuimos con la persona que se lo vendió y nos dijo que ya lo había vendido. Fuimos a buscarla y al encontrarla nos dijo que no tenía idea de quién se lo quedó; así que mejor compramos este coche y lo arreglamos, que era igualito.”

Foto: Pablo Monroy

La crisis económica que golpeó a México en diciembre de 1994 y 1995, diezmaron las ventas del “Vocho” que un año antes habían sido cerca de 100 mil unidades y que para 1995, la venta total fue de 14 mil 581, el mercado que había denominado pronto comenzó a desmoronarse hasta el cese de su producción, pero un coche que siempre permanecerá en el recuerdo de quienes lo conocimos.