Volkswagen vuelve a traer el motor turbo en el Polo
POR: Pablo Monroy el Mar, 16 de Mayo de 2017, 02:34 pm
Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy
MORELOS.- Apenas han transcurrido cerca de 15 minutos desde que tomamos la autopista de cuota a Cuernavaca y ya estamos deleitados con la calidad de marcha de este hatchback compacto.
No sólo por la buena postura de manejo, la comodidad y soporte que ofrece el asiento del conductor al cuerpo, sino por las sensaciones que transmite al volante.
Foto: Pablo Monroy.
Mientras ganamos confianza y velocidad con cada kilómetro que recorremos recordamos que la última vez que estuvimos al mando de un Polo fue hace un par de meses, en un viaje a través de la exigente, pero divertida carretera México-Puebla.
Todavía tenemos el buen sabor de boca de esa experiencia, pues aquel Polo, a parte de portar el apellido GTI, ofrecía 190 caballos de fuerza cortesía de su motor turbocargado.
Foto: Pablo Monroy.
Hoy no contamos con esa potencia y encanto estético del GTI, pero sí de un vehículo que sabe comportarse cuando exigimos un manejo más deportivo. Y es que Volkswagen tuvo el acierto de agregar la versión Sportline a la familia Polo, un vehículo para quienes buscan un saborcito más picante en la conducción sin quedar enchilados.
Para distinguirlo visualmente de sus hermanos Polo y Polo Startline, lleva montado un juego de rines de aluminio de 16 pulgadas, carcasas de los espejos retrovisores pintadas en negro brillante y vestiduras de dos tonos en los asientos; aunque la mayor diferencia está bajo la cubierta del cofre.
Foto: Pablo Monroy.
A LA CARGA
La transmisión DSG de siete velocidades que administra los 105 caballos de fuerza, provenientes del motor 1.2 litros turbocargado, que equipa este Polo, ofrece tres modos de conducción: automático, manual y por supuesto, el que le da nombre a este auto: el modo Sport, el cual activamos una vez que superamos un tramo de lluvia ligera.
Una vez que el modo Sport entra en funcionamiento, inmediatamente el carácter del coche cambia, pues la transmisión mantiene el motor revolucionado en un mínimo de 3,000 vueltas por minuto y retarda los cambios hasta las 5,500. Esto permite que la respuesta del propulsor sea casi inmediata al presionar el acelerador y que se reduzca el tiempo de reacción del turbo cuando llena de aire los pequeños pulmones del Polo Sportline.
Foto: Pablo Monroy.
Pero manejarlo con la palanca de velocidades insertada en este modo y llevar el aire acondicionado encendido a ratos tiene sus consecuencias en cuanto a consumo de combustible se refiere, pues de los 18.9 km/l que la marca asegura en la ficha técnica con nosotros descendió hasta 10.
Tras 36 kilómetros, a la altura de Tres Marías, abandonamos la autopista para internarnos a un tramos de carretera federal nutrido de curvas sinuosas. A lo lejos la primera de ellas, una curva cerrada a la izquierda que nos obliga a frenar para acomodar el coche.
Foto: Pablo Monroy.
La dirección logra esa precisión que necesitamos para mantener la trayectoria al entrar y salir del giro. Inmediatamente enlazamos la siguiente a la derecha. La suspensión contiene las fuerzas laterales para que el balanceo de la carrocería sea mínimo.
Tras 22 kilómetros estamos de regreso en la autopista y aprovechamos un tramo recto despejado para acelerar a fondo. La aguja del velocímetro comienza su carrera ascendente: 100, 120, 150, 170... 180 y no hay sensación de que el coche flote sobre el asfalto o movimientos violentos en la carrocería, producto del flujo del aire a altas velocidades.
La dinámica de conducción nos resultó tan agradable que casi pasamos por alto la apariencia tan plástica que cubre el tablero y paneles de las puertas y, sobretodo, que estamos manejando un coche que sólo equipa dos bolsas de aire frontales, cuando otros vehículos del segmento como el Kia Rio ofrecen hasta seis desde la versión de entrada.
Foto: Pablo Monroy.
El Polo Sportline está disponible en los pisos de venta de la marca por un precio inicial de 269 mil 900 pesos.
POLO SPORTLINE A FONDO
MOTOR: L4 1.2 litros turbo
POTENCIA HP/RPM: 105/5,000
TORQUE LB.-PIE/RPM: 129/1,500
TRANSMISIÓN: DSG 7 vels. con modo manual
TRACCIÓN: Delantera
FRENOS: De disco al frente y tambor atrás, con ABS
BOLSAS DE AIRE: Frontales para conductor y pasajero
EQUIPAMIENTO: Asientos forrados en tela con ajuste manual, volante multifunción en piel ajustable, sistema de entretenimiento con pantalla táctil a color de 5 pulgadas con radio AM/FM/CD/AUX/ MP3/SD/USB, Bluetooth
SISTEMAS DE SEGURIDAD: Control de tracción y estabilidad, bloqueo electrónico del diferencial, sistema de corte de alimentación de combustible en caso de impacto
PRECIO: Desde $269,900
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