El nuevo juguete de Volkswagen

Del concepto a la realidad, esa es la historia de la nueva crossover CrossBlue que Volkswagen producirá para competir contra la Ford Explorer o  la Honda Pilot, en lo que es una jugada estratégica para el mercado norteamericano, una tierra donde este tipo de vehículos son extremadamente populares.

La marca alemana presentó el concepto de esta camioneta en el Autoshow de Detroit de 2013, donde de inmediato destacó una novedad: sus tres filas de asientos, con capacidad para siete pasajeros adultos. De inmediato, la prensa especializada entendió que era un diseño para Norteamérica, pero en especial para Estados Unidos, donde buscan pelear un pedazo de pastel importante. Se calcula que la Ford Explorer representa el 30 por ciento de las ventas de la marca en el vecino país del norte.

Este nuevo vehículo será fabricado en la planta estadunidense de Chattanooga a finales de 2016, sede donde actualmente se produce el Passat, y cuenta con una capacidad de salida de 150,000 coches al año. En un principio, México estaba considerado para realizar esta tarea en la fábrica de Puebla.

La marca invertirá 900 millones de dólares para este nuevo proyecto y esperan generar cerca de dos mil nuevos empleos. Un auto americano construido por americanos.

De la información que se conoce hasta el momento, este crossover será un híbrido impulsado por un motor diesel capaz de conseguir 190 hp y con 2.0 litros de desplazamiento y dos plantas de poder eléctricas, que podrían desarrollar en conjunto 306 caballos de fuerza y 516 libras/pie de torque, operados por una caja de cambio DSG.

Gracias a esta combinación se estima que permitirá una autonomía de 37.84 kilómetros por litro, un promedio de 2.64 litros por cada 100 kilómetros de recorrido, lo que significaría una de sus grandes ventajas frente a sus competidores.

El mismo consumo podrá variar de acuerdo a la modalidad de manejo que se seleccione: Hybrid, Eco, Sport, Off-Road, Charging y EV (Electronic Vehicle).

Con sus cinco metros de longitud, la producción de este crossover estará montada sobre la base MQB, misma que ha sido utilizada para la séptima generación del Golf y el recién presentado Passat, que permite una ligereza de peso.

Su tamaño permitirá las tres filas de asientos. Dos en la parte frontal para piloto y navegante, dos más en la parte central y tres en la posterior en modalidad de estadio para evitar que se convierta en un coche sardina y mantener la comodidad que distingue a la marca.

Con estas especificaciones, se considera que podría tener un precio entre los 30 y 50 mil dólares, justo entre el rango de la Tiguan, con un costo base de 23,305 dólares y la Touareg de 44,570, valor que tienen en nuestro vecino país.

Volkswagen busca duplicar su participación en el mercado de Estados Unidos y demuestra, que mientras algunos piensan en complacer a Europa, para otros es importante posicionarse de este lado del Atlántico.