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Volkswagen Caribe L 1978: el alemán que enamoró a México

POR: Pablo Monroy el Vie, 20 de Marzo de 2015, 04:19 pm

Presentado por primera vez en el Salón Internacional de Ginebra en 1974, el VW Golf se convirtió en el automóvil más popular de la firma alemana y que dio al mundo de la industria automotriz, origen a una nueva clase de autos: la clase Golf. Foto: Pablo Monroy +7 VER GALERÍA
Pablo Monroy

Pablo Monroy |

Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

Son las cinco en punto de una tarde soleada en la zona del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. La búsqueda de este clásico terminó en un edificio con aspecto de bodega en una estrecha calle y poco transitada. Momentos después de llamar a la puerta por fin se abrió.

 

Poco a poco nos fuimos adentrando en la locación, hasta que apareció completo ante nuestros ojos: un Volkswagen Caribe L 1978, un hatchback de tres puertas, como si se tratara de un adolescente tímido que no desea salir de su recamara por pena de ser visto...

Foto: Pablo Monroy

 

“Esa Caribe era de mi padrino de bautizo, él la compró nueva y la mantuvo en buenas condiciones, original. Cuando estaba por terminar la preparatoria e iniciar la universidad, me llamó y me dijo que si la quería y fue como se dio el trato para comprarla”, narra su propietario.

 

El nacimiento de una leyenda

 

El proyecto Golf 1 en Alemania, Rabbit en Estados Unidos y Caribe en México, fue rescatado a principios de los setenta por Fritz Shael, desarrollador de Volkswagen de aquella época, aprovechando la ausencia de seis semanas de su jefe por motivo de vacaciones. Le pidió a su diseñador que “escarbara” entre los diseños antiguos para poder seguir trabajando en ellos y en el futuro de la tracción delantera.

Foto: Pablo Monroy

 

Cuando regresó su jefe, Fritz Shael confesó lo que estaba haciendo y le respondió que él también había escuchado hablar de tema y que le parecía bien. La idea primordial era crear un sustituto del VW sedán igual de exitoso y que rescatara las ventas de la compañía, ya que el resto de las firmas automotrices pusieron a la venta vehículos con diseños más modernos, con motores más silenciosos y de gran rendimiento de combustible debido a la crisis del petróleo de principios de la década.

 

El primer Golf fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1974 y para 1975 la revista australiana Wheels le otorgó el reconocimiento del “Auto del año”.

Foto: Pablo Monroy

 

El éxito comercial del auto fue inmediato ya que ofrecía a sus clientes un mejor confort en la manejabilidad, mayor espacio en la cajuela y las ventajas de un motor de refrigeración líquida, mucho más potente que el del Sedán: 1.6 L y 70 caballos de potencia.

 

La llegada a México

 

En medio de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre México y España tras la muerte del dictador Francisco Franco, de la presidencia vigente de José López Portillo, del inicio de la fiebre por la música “disco” y del título de Miss México 1977 otorgado a Felicia Mercado, Volkswagen de México inició la producción del Caribe en la planta de Puebla.

 

En un principio, sólo se producían carrocerías de cinco puertas y hasta 1978, el portafolio creció con la introducción de la carrocería de tres puertas, como el ejemplar que mostramos aquí, en el que se distingue un juego de rines de aleación, mejor conocidos como de “araña” por su forma, pertenecientes a la Caribe GT del 85. Aunque no se trata de la versión GTI, la parrilla, con las letras en rojo, destaca los dobles faros que le agregan un rasgo deportivo.

Foto: Pablo Monroy

 

El bloque del motor permitió llevarlo de los 1.6 L de fábrica a los casi 2.0 L con un nuevo conjunto para las nuevas dimensiones. Ello obligó a mejorar el sistema de enfriamiento, agregando un radiador para enfriar el aceite y a optimizar el sistema de frenos con calipers delanteros más grandes y un nuevo booster que minimizara la fuerza necesaria para presionar el pedal del freno.

 

“Ya casi tengo veinte años con mi Caribe, fue mi primer coche y lo sigue siendo, es un coche que nunca me ha dejado, de una mecánica muy sencilla, muy confiable, muy eficiente y sobre todo muy bien pensado.”

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