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La tragedia de hoy, pudo haberse evitado

POR: Los Editores el Mié, 12 de Julio de 2017, 09:53 pm

Una carta firmada, advertía del riesgo de colapso, a la cual no hicieron caso. Foto: Especial
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Los Editores | Colaborador

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Todos los días en la autopista México-Cuernavaca ocurren accidentes, la mayoría se adjudican a errores humanos: exceso de velocidad, distracciones (la más común, el uso del teléfono móvil mientras manejas), conducir cansado o bajo el influjo del alcohol, la falta de pericia para enfrentar la carretera mojada muy común ya cerca del poblado de Tres Marías, así como las curvas previas a La Pera o las que se encuentran cerca del poblado de Topilejo antes de llegar a la Ciudad de México, son el pan nuestro de cada día. Sin embargo, el de hoy nada tuvo que ver con esto y pudo haberse evitado.

 

Una manifestación por parte de los vecinos de Chipitlán, ubicado junto al Paso Exprés, donde se abrió un socavón hoy por la mañana, así como un documento enviado por Mario Meneses Pozo, ayudante municipal de esta localidad donde solicita la “reparación de los daños en Paso Express” con fecha de 30 de junio, confirma que de haberse tomado cartas en el asunto cuando la gente de Chipitlán lo solicitó, esto no habría ocurrido.

 

Foto: Especial

 

El documento estaba dirigido al ingeniero José Luis Alarcón Ezeta, director general de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Morelos, y anticipaba que los trabajos realizados eran deficientes y mal planeados.

 

Es alarmante ver que el señor Mario Meneses anticipaba que era necesario que se “tomen cartas en el asunto Urgentemente y así evitar una tragedia mayor”, y que no se escuchó su súplica.

 

Foto: Especial

 

Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, aseguró que lo ocurrido fue resultado de “lluvias atípicas”, que provocaron fallas en el drenaje, mismo que había funcionado correctamente durante “40 años”, pero el Ayudante Municipal aclaró que “el tubo que se encontraba en estado obsoleto no fue sustituido por otro que fuera apto para dicha obra”.

 

Lo que Ruiz Esparza entiende por “un pequeño riachuelo” es en realidad la Barranca de Santo Cristo, un accidente geográfico mucho más grande y peligroso que un “pequeño riachuelo”, y pone en evidencia que el Secretario desconoce el tipo de lluvias que caen en esa ciudad, así como su geografía.

Foto: YouTube

 

Los reclamos comenzaron el 3 de abril, tres días antes de que el presidente Enrique Peña Nieto inaugurara el Paso Exprés, y no fueron escuchados.

 

Como resultado hoy tenemos uno de los accidentes fatales más ridículos del mundo, justo a unos días de que comiencen las vacaciones de verano.

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