La muerte que cambió nuestra percepción de los coches autónomos

¿A quién culpar de la muerte de Joshua Brown?

Si lo recuerdan ese es el nombre del primer ser humano que falleció en el accidente del Model S de Tesla en piloto automático. Aquel incidente encendió los focos rojos sobre las responsabilidades de una situación atípica para el mundo actual.

¿Puede ser un auto el culpable de la muerte de un ser humano?

Aquella pregunta –con toques casi apocalípticos- prendió un debate por demás interesante, un tema que parece ciencia ficción y trata sobre confiar la vida, de forma voluntaria, a una máquina.

¿Tesla se está lavando las manos?

Debe quedar claro, desde siempre en Tesla se ha mencionado que sus autos no son autónomos. Cuando introdujeron la función automática el mundo y la prensa se maravillaron, ahora, gran parte de los espectadores están aterrados de pensar que la industria automotriz apuesta por una tecnología “asesina”.

¿Justificamos una tecnología peligrosa? Foto: Especial

Primero debemos entender que los autónomos, no son una tecnología legalizada ni comprobada a tal punto que podamos encontrar en el mercado coches con estas capacidades. Ir en contra de los autónomos en este momento, sería realizar una quema de brujas en pleno siglo XXI. Cuando lleguen ocurrirán – y muchos- accidentes.

Para saber si realmente un auto de estas características podría tener la culpa de la muerte de un ser humano, debemos primero, conocer cómo funciona su piloto automático.

¿Cómo funciona el piloto automático de los Tesla?

Que quede claro, mientras los autos cuenten con un volante, pueden ser conducidos. Un principio básico –y hasta absurdo- que en recientes fechas hemos llegado a olvidar.

El Model X. Foto: Tesla

Los Tesla cuentan con un volante, que –efectivamente- puede ser soltado por el conductor, esto no significa que se libere de responsabilidad a los tripulantes, pese a que en esos casos, el vehículo puede hacer ciertas cosas que facilitan la vida del usuario.

Salir del garaje y ubicar al propietario por medio de una aplicación de celular. Los Tesla son capaces de salir del garaje e incluso buscar a su propietario por medio de una app. Sin embargo, en la empresa siempre ha quedado claro que el hecho de que el auto pueda hacer esta función, no significa que el dueño deba dejarlo salir por ahí sin supervisión previa.

Seguir el camino en la carretera. Las cámaras y sensores de los Tesla, son capaces de seguir el camino cuando el conductor suelta el volante. Esto lo hace identificando en el trazado de la carretera, las líneas de los carriles.

Tomar curvas con precaución en piloto automático. Cuando aparece una curva en el camino, sigue el mismo principio del trazado del carril para tomar la curva de forma automática.

Sistema de piloto automático. Foto: Tesla

Mide la densidad del tráfico. Avanzar a una velocidad constante podría ser peligroso si no se pueden detectar a otros vehículos en el camino. Por este motivo sus sensores pueden medir la proximidad de otros vehículos y mantener una velocidad constante, o frenar en caso necesario.

Cambiar de carril. Los Tesla son capaces de cambiar de carril, aunque no lo hacen para rebasar a otros vehículos, deben recibir la señal cuando el pasajero aprieta la direccional. Por este motivo la determinación la toma el conductor, no el auto.

Avanzado, no infalible. Foto: Especial

Se estaciona automáticamente. No es el único auto que lo hace. Contar con asistencia al estacionar ha facilitado la vida de muchos conductores con pocas habilidades en este rubro. Sin embargo, el pasajero nunca pierde la responsabilidad de lo que sucede en el entorno.

La actualización 8.0, recientemente revelada, permite también trazar rutas más adecuadas de acuerdo a la cantidad de batería disponible.

Aunque estas funciones suenan increíbles, una vez revisadas las funciones principales que han maravillado al mundo (y ahora aterran a muchos otros), podemos repasar los hechos desde la investigación que se realizó en torno a la muerte de Joshua Brown.

El periódico estadunidense Detroit News reveló que en la escena del crimen se encontró un DVD a media reproducción de una película de Harry Potter. El reporte oficial de Tesla menciona que los sensores del Tesla fueron incapaces de reconocer a un tractor –con el que finalmente chocó- porque era un día “especialmente” brillante y el vehículo estaba pintado de color blanco.

¿Repartir culpas?

Para hacerlo deberíamos justificar que el conductor –pese al piloto automático-, estuviese viendo una película a medio camino, en caso de que esta afirmación sea cierta.

La seguridad en los autos, aunque en la actualidad tiene grandes avances, nunca podrá ser infalible. Así ocurrió con el automóvil antes de la llegada del cinturón de seguridad, de los frenos ABS, de los sistemas anticolisión, e incluso, antes de la existencia del mismo volante.

Esta muerte, y los constantes accidentes que en recientes fechas han afectado a la empresa, no deberían cambiar la percepción de los logros que Tesla ha logrado en materia automotriz.

Elon Musk es en definitiva un visionario, y culparle porque la gente se accidente a bordo de uno de sus coches, sería exigirle un “milagro” que en casi dos siglos de industria automotriz, no se ha contemplado –por lo absurdo de la exigencia- a las demás compañías que pese a todo, diariamente buscan mejorar nuestras posibilidades de salir con bien de un accidente.

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