Sebastian Vettel da golpe de autoridad en el GP de Singapur

Tal y como se esperaba, la noche de Singapur no quedó a deber, ofreció de todo y para todos: accidentes, grandes rebases, incluso un espontáneo que se metió a la pista en plena carrera y héroes por todos lados, pues por cada posición había que darlo todo, ya que es bien sabido que rebasar en un circuito callejero no es fácil. Y así, con el circuito a su favor, nadie pudo arrebatarle la primera posición a Sebastian Vettel, quien con su victoria 42 escribió su nombre en los libros de historia de la Formula 1, como el tercer piloto que más victorias ha logrado en la máxima categoría, por delante de Senna y detrás de Prost y Schumacher.

Apenas se apagaron los semáforos, el alemán hizo valer la posición de privilegio, traccionó su bólido de forma contundente dejando rápidamente al resto del pelotón detrás, y al Toro Rosso de Max Versttapen estorbando en la pista.

Foto: EFE

Vettel supo manejar su ventaja durante toda la carrera, a pesar de tener al acecho en todo momento a Daniel Ricciardo, quien finalmente cruzó la línea de meta como su escolta.

En ese mismo instante, Nico Hulkenberg y Sergio Pérez se escurrían entre los huecos que abrían sus rivales presumiendo manos y capacidades y rápidamente los de Force India ya estaban en la zona de puntos, tras haber arrancado 11 y 13 respectivamente.

Las acciones apenas comenzaban y había mucho por ocurrir. Al final, cinco pilotos abandonaron el Gran Premio, ninguno de ellos por accidentes que hayan puesto en riesgo su integridad, aunque eso sí el auto de seguridad visitó dos veces la pista, encadenando al pelotón y pulverizando la ventaja de los punteros, para poner a los presentes al filo de la butaca en cada rearrancada.

El incidente más relevante fue el ocurrido entre Massa y Hulkenberg, que dejó como saldo una sanción para el piloto de Force India, quien tendrá que arrancar tres posiciones por detrás de lo que logre hacer en la calificación. A Hulkenberg otra vez le tocó bailar con la más fea, pues cuando rodaba firme en la zona de puntos fue a parar a la barda, cortesía de una intrépida maniobra de Massa, quien salía de pits.

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Vestido de rojo y azul, el podio de Singapur extrañó al equipo sensación de la temporada, pues las flechas plateadas no llegaron a la cita, toda vez que a Nico Rosberg no le alcanzó el gas para ir más allá de la cuarta posición, finalizando a más de siente segundos del Ferrari de Kimmi Raikkonen, último invitado al podio. Mientras que a Hamilton, por vez primera, su Mercedes lo dejó tirado.

Inicialmente, el campeón inglés no tuvo una gran arrancada y no le hizo ni cosquillas a los de Red Bull y Ferrari que arrancaron por delante de él, así que conforme pasaron las vueltas, atorado en el embotellamiento, fue perdiendo empuje, y de forma irremediable, alrededor de la vuelta 28, su motor dijo no más. Para finalmente no lograr ni terminar la carrera.

Para quienes tuvieron la paciencia de esperar ver los últimos giros de la carrera, que por momentos se pensó terminaría por tiempo y sin cumplir las 61 vueltas a las que estaba pactada, los pilotos de Toro Rosso: Carlos Sainz y Max Verstappen, protagonizaron una épica persecución, en la que ambos propinaron rebases dignos de videojuego.

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Su último rival, Sergio Pérez. El piloto mexicano defendió a capa y espada la séptima posición, mientras los adolescentes trataban demeterle el auto a como diera lugar. La estrategia y temple de Checo alcanzaron para sacar lo mejor de sus neumáticos blandos, los que había montado en la vuelta 35, y a pesar de la agresividad de sus rivales durante los últimos kilómetros de la carrera, el tapatío los pudo contener para sumar por tercera vez consecutiva. Con una diferencia, prácticamente virtual, Pérez, Verstappen y Sainz cruzaron la meta.

Con el resultado, el mexicano es ya noveno en la tabla de posiciones, por delante de Romain Grosjean, a quien no le viene nada bien la décima posición del campeonato, pues ya le confirmaron que para la próxima temporada Pastor Maldonado estará con Lotus y a él aún no le han confirmado el asiento.

Como se esperaba, en el circuito de Marina Bay no se dio una carrera de motores, de ahí la vulnerabilidad de las flechas plateadas ante Ferrari y Red Bull. Habrá que esperar el Gran Premio de Japón para esperar su revancha.