La impactante realidad de los efectos de la contaminación en los cerebros mexicanos

Investigadores de la Universidad de Lancaster, en Inglaterra, descubrieron una impactante realidad en las personas que vivieron y murieron en la Ciudad de México.

Tras realizar un análisis en muestras de tejido cerebral, hallaron partículas de magnetita, un metal muy pesado que se encuentra en los gases de combustión de los motores de los vehículos.

De acuerdo al estudio Contaminación de Nanopartículas de Magnetita en el Cerebro Humano, publicado por el departamento de Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, cuando este metal se introduce y se aloja en el cerebro humano es gravemente peligrosa pues generaría enfermedades como Alzheimer y otros problemas.

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De acuerdo con Barbara Maher, investigadora de la Universidad de Lancaster, en un solo gramo de tejido cerebral, se alojaban millones de partículas, lo cual representaba millones de posibles daños.

Curiosamente, los cerebros mexicanos analizados, presentaban una mayor cantidad de magnetita. Por ello, puede asumirse que en un lugar en donde existe mucho más contaminación, como la Ciudad de México, se puede encontrar mayores partículas de la sustancia en el aire y podría ser más un riesgo más grande.

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Este es uno de los costos de la contaminación en CDMX, costos que toda la ciudadanía paga y que actualmente poco se ha hecho por enfrentarlos.

Medidas como el Hoy No Circula son soluciones que no funcionan, de acuerdo con el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, pues la contaminación no proviene solamente de los autos; restringir su circulación orillaría a adquirir otro vehículo, a veces más viejo.

El costo de la contaminación es cerca de 22 mil muertes al año, 23 mil hospitalizaciones por enfermedades respiratorias y una cantidad incontable de personas que viven con estas afectaciones, de acuerdo con cifras de la Comisión Ambiental de la Megalópolis.

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Por lo pronto, este hallazgo no se ha vinculado directamente a enfermedades neurodegenerativas; sin embargo, la probabilidad es muy alta.

Lo que sí es seguro es que la contaminación es un tema de salud prioritario y que la Ciudad de México debe de tomar cartas en el asunto.

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