El auto eléctrico que nos morimos por ver en México

POR: Marco Robles el Lun, 27 de Octubre de 2014, 01:24 pm

Nos pusimos al volante del Renault Zoe, el cuarto auto de baterías de la firma francesa, que presume su rica herencia de diseño. Foto: Renault

Periodista automotriz, amante de la pasta, el beisbol, los autos, los días fríos, el whisky y los buenos momentos

Durante los pasados meses hemos tenido oportunidad de conducir distintos autos eléctricos, desde el Nissan LEAF, hasta el BMW i3 y, por su puesto, el precursor de todos: el Mitsubishi iMIEV, pero creo que nunca habíamos estado en un coche a baterías tan bonito como el Renault Zoe.

La firma del rombo inició su carrera eléctrica hace varios años con el lanzamiento de los Kangoo y Fluence Z.E., o cero emisiones, dos vehículo que sentaron las bases de este modelo que parece de otro planeta.

Apoyado en el poderío de la Alianza Renault-Nissan, este vehículo aprovecha los conocimientos del grupo en autos de baterías para tener un modelo que presume un gran comportamiento en la calle.

Muy temprano recogimos nuestra montura, que en vivo luce aún mejor que en las fotos. Afilado en el frente y abombado en la parte trasera, las micas de los faros y las calaveras tienen un ligero color azul y la silueta lateral nos muestra el trabajo de aerodinámica que se realizó en este auto.

88 caballos de fuerza es la potencia del motor eléctrico del Renault Zoe

El interior luce minimalista, sobrio y muy bien acabado. Los asientos, las tapas de las portezuelas y el cielo del techo presumen materiales reciclados, mientras que toda la modernidad es cortesía del tablero digital que nos muestra carga, velocidad y otros datos.

La consola central flotante añade un look de nave espacial a este vehículo.

Ajustamos nuestra posición de manejo, el navegador satelital y antes de emprender la marcha un pequeño rectángulo encima de la guantera llamo nuestra atención. Es un aromatizante de vainilla, que con el aire acondicionado llena el habitáculo con un sutil aroma. Adiós a nuestro paquete de El vainillo cotorro. Ahora sí, es momento de comenzar nuestro viaje por los alrededores de París.

Quizá una de las cosas que más nos desconciertan de los autos eléctricos es la ausencia de ruido. Como fanáticos de los motores hemos pensado varias veces que estos vehículos podrían tener sonidos artificiales y decidir si queremos que suene como un poderoso V8 o quizá un agudo motor de Fórmula 1.

Pero siempre está el aviso Ready (listo), en el tablero, para indicarnos que está encendido y listo para avanzar.

Tras varios kilómetros encontramos el único gran problema del auto: el navegador satelital tiene un error de software que hace que las indicaciones estén desfasadas por varios metros. La buena noticia, una excusa excelente para perdernos por París.

El Zoe es impulsado por un motor eléctrico que genera 88 caballos de fuerza y 162 libras-pie de torque, que prácticamente se entregan en su totalidad desde cero, colocado en la parte frontal del auto.

La transmisión es automática y el paquete de baterías, que tiene un costo de renta mensual, se ubica en el piso para mejorar la dinámica del auto. La autonomía anunciada por Renault es de 210 kilómetros, aunque nosotros nunca vimos más de 160 km.

La aceleración del auto es progresiva, aunque cuando se le exige potencia las bondades del motor eléctrico salen a relucir y se comporta como si fuera un deportivo de cepa y, lo mejor de todo, cuando se suelta el acelerador el vehículo sigue la inercia del movimiento, en lugar de tener una caída de potencia y movimiento como ocurre en otros modelos eléctricos que hemos conducido.

210 Kilómetros es la autonomía que la firma francesa anuncia para este hatchback eléctrico

Unas curvas y algunas glorietas nos ayudaron a sentir el balance de este pequeño hatchback que no tiene nada que pedirle a otros autos, mientras que la presencia de cuatro pasajeros nos hicieron abrir la cajuela, que tiene un espacio bastante respetable para un auto de 4.08 metros.

Una cosa sí nos quedó clara, no necesitamos nada más para andar todos los días en la ciudad, un auto compacto, eficiente, divertido de conducir y con mucho estilo.

Es una pena que no existan planes para traer el Zoe a México, pero es más penoso que sea por la falta de la infraestructura necesaria para recibir esta tecnología.