Profesor de la UNAM crea coche que cuesta 20 mil pesos construirlo

El profesor José Antonio Souza Jiménez de la FES Aragón de la UNAM, presentó en Campus Party 2015, un vehículo cuyo chasis es creado a partir del carrizo.

El carrizo es una planta de tallos grandes muy similar al bambú, crece en cualquier lugar, y es un material que por sus propiedades es sencillo de trabajar. El carrizo normalmente se utiliza en artesanías en nuestro país.

1. Reducir las emisiones

Uno de los objetivos de aprovechar este tipo de materiales, es que el carrizo requiere poca energía para ser conformado, por lo cual, no genera emisiones de CO2 al medio ambiente como normalmente se hace con el fundido del acero.

Lo que se busca es no comprometer a las generaciones presentes y futuras al utilizar materiales sustentables. Este proyecto inició en los laboratorios de la FES Aragón con la construcción de autos a escala impulsados por baterías.

El proyecto contemplaba crear una estructura sencilla, pero eficiente y de bajo costo.

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Foto: Javier Baez 

2. Un auto que se puede construir en casa

Tras varias pruebas con los modelos a escala, se comenzó a trabajar con un vehículo monoplaza. Este nuevo auto requirió generar una estructura más resistente con más vehículos que proporcionen mayor rigidez. Hasta este momento, las pruebas han demostrado que puede soportar hasta 500 microdeformaciones.

La investigación se ha visto frenada, pues el Grupo Wayaks, los encargados de desarrollar el auto, no han encontrado recursos suficientes que les permitan acelerar las pruebas y compra de materiales. Falta realizar las pruebas de impacto para verificar la seguridad en las personas y también necesitan crear un recubrimiento para proteger el carrizo. El talento nace en todos lados y aquí podrás conocer al mexicano que construyó un Bugatti Veyron.  

Se piensa que el vehículo tenga una durabilidad de dos años, pues es el tiempo que podría resistir el carrizo. Sin embargo, el diseño contempla que una vez transcurrido este periodo, la gente pueda armar otra estructura y sólo traspasar los componentes mecánicos. Al final, el carrizo se consigue en cualquier lugar.

El presupuesto calculado para tener el auto ya finalizado, se proyecta esté entre los 15 y 20,000 pesos. Se enfocaría a llevar esta tecnología a comunidades rurales, e impulsarlo por medio de baterías o energía solar. Otras aplicaciones para el uso de esta tecnología sería para crear estructuras de drones o sillas de ruedas.
 

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Foto: Javier Baez 

3. Aporte a la comunidad

El profesor José Antonio Souza ha buscado la manera de encontrar apoyos, y hasta el momento, ha encontrado financiamiento en algunos programas del Imjuve. A partir de esto, creó un taller de mecatrónica para llevarlo a secundarias y preparatorias.

El Proyecto Pumatrónic se enfocó a evitar la deserción escolar al mostrar las cosas que se pueden crear en la educación nivel superior. Conoce a VUHL 05, el superdeportivo mexicano. 

El taller se llevó a las escuelas cercanas a la FES Aragón y otorgaba reconocimientos a sus participantes. En unos cuantos meses logró atender a 4,500 alumnos, a los cuales, se les enseñó a construir vehículos pequeños de carrizo.

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