Nissan invadirá nuestro territorio con una pequeña camioneta llamada Kicks

El rey ha muerto, viva el rey. Con la nueva y agresiva es­trategia que tiene Nissan para mantener a toda costa su liderazgo en el mercado mexicano, la salida del Tsuru de su portafolio de produc­tos le hará lo que el viento a Juárez, pues vehículos como la Kicks están listos para ser­virse una generosa rebanada del pastel en un proceso de obsolescencia planeada.

Nissan está muy conscien­te que el segmento en el que participa esta camionetita crece a pasos agigantados, pues por tamaño, versatili­dad y relación costo-benefi­cio cada vez más personas las prefieren sobre vehículos más grandes y tradicionales. Así que con buenos argumentos hoy viene a retar a produc­tos ya muy bien establecidos como Chevrolet Trax, Honda HR-V y Ford EcoSport.

Foto: Nacho Galar

Mucho nos habían hablado de ella y durante los Juegos Olímpicos este vehículo se transformó en un leitmotiv, toda vez que fue elegido como el vehículo oficial de Río 2016.

Sin embargo, no fue sino hasta que tuvimos la opor­tunidad de conducirla, que realmente experimentamos en carne propia sus bondades.

Foto: Nissan

Con dimensiones muy si­milares a las del Juke (aunque sin ese maravilloso motor tur­bocargado) y una inevitable facha de primo del Qashqai, este vehículo fue desarrollado específicamente para merca­dos como el nuestro, donde la infraestructura carretera y condiciones de tránsito son capaces de poner a prueba hasta a los más rudos.

El secreto

Tras la colaboración de tres centros de diseño interna­cionales ubicados en Estados Unidos, Brasil y Japón, este vehículo llena la pupila con una línea moderna y atracti­va, hasta cierto punto inusual en la marca japonesa, pues es más fresca y juvenil que la de la mayoría de los compactos de Nissan.

Foto: Nacho Galar

Tenía que cumplir con los más altos estándares de ca­lidad y garantizar que iba a pasar las duras pruebas de durabilidad impuestas por los maltratados territorios en los que va a rodar, así que echaron mano de la infalible mano de obra mexicana, y se invirtieron 150 millones de dólares para introducir una lí­nea de producción en la planta mexicana de Aguascalientes I.

Las luces traseras en forma de búmerang pertenecen a la filosofía actual de diseño de la firma japonesa. Foto: Nacho Galar

En la ciudad nos pareció más dura de lo que esperá­bamos, pues el trabajo de la suspensión es más rígido que el de otras camionetas, lo cual se agradece a la hora de bus­car un vehículo más deportivo, cortesía de una suspensión delantera independiente con resortes y barra estabilizadora que en la parte posterior re­curre a una barra de torsión.

Fue en carretera don­de más disfrutamos de esta puesta a punto pues, a pesar de ser una camioneta, el ma­nejo resultó ser parecido al de un vehículo más bajo y hones­to en cuanto a sus alcances.

El espacio nos pareció ade­cuado tanto para los pasajeros como para la carga, así que en ese apartado cumple con las aspiraciones de quienes bus­can espacio extra por tener una camioneta.

Foto: Nacho Galar

Por desgracia, la versión que tuvimos a prueba estaba acoplada a una transmisión CVT que, por más que la han perfeccionado aún nos sigue pareciendo ruidosa y lenta para exprimir las capacidades del motor 1.6 litros de 118 ca­ballos de fuerza. Aunque en su favor, podemos decir que en las que nos atrapó el tránsito capitalino no hubo que sufrir teniendo que meter y sacar el embrague para avanzar.

Por fortuna también está disponible una caja manual de cinco velocidades.  

Foto: Nacho Galar

Al dejar atrás los fasti­diosos radares de la Ciudad de México pudimos exigir lo mejor de las 110 libras-pie de torque, logrando alcanzar, aunque no de inmediato, un paso alegre que nos permi­tió enfrentar las curvas de la México-Cuernavaca con determinación.

En el apartado del equi­pamiento, Kicks incorpora encendido a partir de botón y un centro de infoentreteni­miento que incluye una pan­talla táctil de siete pulgadas, así como cámaras para mo­nitorear los alrededores del vehículo.

Foto: Nacho Galar

Desde los controles al vo­lante es posible manipular prácticamente todas las ame­nidades del auto y en tanto te familiarizas con los sistemas se disminuirán las distraccio­nes por estar ajustándolos.

Los sistemas de seguridad ahora sí están por encima de la media del segmento con distribución electrónica de frenado, asistente de frenado y obviamente los frenos ABS que pronto serán obligatorios, que para cuando todo esto no alcanzó a prevenir el acciden­te se hacen acompañar por bolsas de aire para piloto y copiloto y en versiones más avanzadas de cortina.

Foto: Nacho Galar

Tal y como ocurrió cuando lo vimos en la Suzuki Vitara, el techo flotante de un color distinto al de la carrocería nos pareció un detalle encantador.

En conclusión, la propues­ta de Nissan nos pareció atractiva, bien equipada, se­gura y en un rango de precio en el que resultará una opción difícil de ignorar.

Nissan Kicks a fondo

Motor

TIPO: L4 1.6 litros
 

POTENCIA HP/RPM:118/6,300
 

TORQUE LB.-PIE/RPM: 110/4,000
 

TRACCIÓN: Delantera
 

TRANSMISIÓN: Manual 5 vels./CVT
 

CONSUMO COMBINADO: 18.96 km/l

Seguridad

BOLSAS DE AIRE: Frontales, laterales para conductor y pasajero, de cortina para las dos filas

CINTURONES: Cinco de tres puntos

FRENOS: De disco al frente, tambor atrás con ABS

OTROS SISTEMAS: Asistente de ascenso en pendientes, de frenado, sensores de reversa, control dinámico vehicular, de Marcha, de Trazo y de Motor 

Equipamiento

ASIENTOS: Forrados en piel con ajuste manual, segunda fila abatible 

VOLANTE: Forrado en piel, multifunción, ajustable 

ENTRETENIMIENTO: Sistema con pantalla táctil de 7 pulgadas, navegación, radio AM/FM/CD/USB/AUX/BTHF/VR y smartphone connectivity

MÁS EQUIPO: A/C, botón de encendido de motor, espejos laterales del color de la carrocería manualmente abatibles con ajuste eléctrico, luz direccional y cámara, luces con encendido/apagado automático, tomacorriente de 12 V, llave inteligente

PRECIO

283 MIL 900 PESOS es el precio de la versión de entrada de la Nissan Kicks con transmisión manual

Conoce a nuestros conductores ideales: Aarón Balderi y José Badalt