Esta es la versión más cool de un Mini Cooper a la que te podrás subir

Con bisturí en mano, los ingenieros de BMW reinventaron una de las ejecu­ciones más atractivas y desinhibidas de la historia de Mini: la cuarta gene­ración de su modelo convertible, el cual podría ser considerado como la versión más cool de uno de los retro cars más emblemáticos de nuestros tiempos, fiel heredero de la cultura británica.

Foto: Nacho Galar

A la generación pasada parecía no hacerle falta nada y aún marchaba con gran éxito por el mundo, sin embargo, la apabullante innovación tecnológica del grupo alemán obligó a los respon­sables de Mini a alinearse y meterle mano, lo cual dio como resultado la incorporación de nuevas motoriza­ciones (más poderosas y eficientes), un mayor equipamiento y conectivi­dad, que le permitirá rejuvenecer lo suficiente para conectarse incluso con nuevas generaciones de conductores, así como una larga lista de detalles de personalización, que provocarán que prácticamente ningún Mini sea igual a otro y, de tanto en tanto, cada uno sea el fiel reflejo de la personalidad del conductor.

Durante nuestro primer contacto con este hermoso vehículo, frente a las playas de Punta Cana, en la República Dominicana, una de las sensaciones que este vehículo nos provocó fue el de un mayor confort y estabilidad.

Foto: Nacho Galar

Además, a pesar de ser más largo que la versión de tres puertas (10 cen­tímetros), este convertible no se siente más pesado y en su favor mantiene prácticamente el mismo espacio de carga y es un 25% más grande que la de la tercera generación, para que con la capota guardada el espacio de cajuela aún nos permita llevar las ma­letas necesarias para un viaje de fin de semana.

No lo asaltaron en la aduana

Al llegar a la Ciudad de México, este Mini mantuvo el mismo equipamien­to con el que nos había sorprendido previamente e incluso nos desconcer­tó con un volante de la versión John Cooper Works.

Foto: Nacho Galar

El techo con la bandera britá­nica bordada (que cuesta 12 mil pesos extra aproximadamente), estaba incluido en nuestro mode­lo de prueba, fue en ese momento cuando comprobamos que los de­talles de personalización, que tanto nos habían prometido, no habían sido palabras al aire.

Era hora de ver si a 2,300 metros sobre el nivel del mar la aceleración y buen manejo con el que nos había deleitado aún estaban ahí.

Apenas habíamos tocado la auto­pista y ya con el acelerador a fondo, quisimos exprimir rápidamente los 192 caballos de fuerza que la mar­ca promete incluir en el motor 2.0 litros. Desde que pagamos la case­ta tratamos de ver si eso de llegar de 0 a 100 km/h era posible, en los 7.1 segundos que la marca asegura. Lo cierto es que nunca logramos hacerlo tan rápido, sin embargo con cada uno de los intentos nos fue posible des­cubrir que aún con la altitud en contra este Mini sigue ofreciendo una acelera­ción contundente y que a pesar de ser un auto más confortable que su pre­decesor mantiene los tintes deporti­vos que tan buena fama le han dado a esta marca.

Foto: Nacho Galar

Un par de rebases nos dieron la si­tuación perfecta para retar sus 206 li­bras pie de torque, que más que las de un Mini viejo parecen las de uno de los nuevos BMW turbo, lo cual dibujó una sonrisa en nuestro rostro en más de una ocasión.

La transmisión automática de seis velocidades con modo manual es el aliado perfecto cuando de sentirnos pilotos de carreras se trata.

Foto: Mini

Súbitamente, un inesperado bache nos hizo sentir que todo estaba perdido. En el pasado éste hubiera acabado con la diversión o al menos con una llanta; por fortuna los cambios en la suspen­sión y sistema de amortiguación que ahora es menos rígida, así como algu­nas adaptaciones, nos permitieron salir bien librados de la mala experiencia.

Éste definitivamente debe ser uno de los retoques que más se le agradece­rán a esta nueva generación pues ha­brá que cambiar menos llantas y sobar menos riñones.

Bien conectado

Una vez que dejamos de admirar to­dos los detalles del volante, tablero y asientos y el buen trabajo hecho en los acabados y materiales nos pusimos a picar cuanto botón teníamos a la mano.

Foto: Nacho Galar

Inclusive nos echamos un clavado por la tienda de Apple y podemos ase­gurar que la aplicación Mini Connected será un básico para los propietarios de este vehículo, y no sólo para cronome­trar el tiempo que se conduce con el toldo abajo (un buen dato para compartir en Facebook), sino tam­bién para prevenir hasta con 20 minutos de anticipación el arribo de la lluvia y tener tiempo de subir el toldo, lo cual se puede hacer en 18 segundos.

A sacar las gafas y el bloqueador, que el nuevo Mini Convertible ha llegado.

MINI COOPER CONVERTIBLE A FONDO

Motor

TIPO: L4 2.0L turbo

POTENCIA HP/RPM: 192/5,000

TORQUE LB.-PIE/RPM: 206/1,250

TRACCIÓN: Delantera

TRANSMISIÓN: Automática 6 velocidades con modo manual

0 A 100 KM/H: 7.1 segundos

VEL. MÁXIMA: 228 km/h

Seguridad

BOLSAS DE AIRE: Frontales y laterales para conductor y pasajero 

CINTURONES: Cuatro de tres puntos

FRENOS: De disco con ABS

MÁS SEGURIDAD: Control de tracción y estabilidad, asistente de frenado, sistema de asistencia al conductor basado en cámara para el control de crucero, asistente de luz de carretera, aviso de límite de velocidad, aviso de peatones con función de frenado automático City, advertencia de choque con función de frenado automático y barras antivuelco.

Equipamiento

ASIENTOS: Forrados en piel con ajuste manual

VOLANTE: Forrado en piel, multifunción con paletas de cambios

ENTRETENIMIENTO: AM/FM, CD, MP3, auxiliar plug-in, adaptador para iPod, pantalla de alta resolución, navegador satelital y sistema de sonido Harman Kardon

MÁS EQUIPAMIENTO: Aire acondicionado automático, accionamiento eléctrico de la capota de  tres etapas, control de variación del color interior, seguros y vidrios eléctricos, con sistema de ascenso y descenso de todos los cristales con un solo botón. 

PRECIO

485,900 PESOS es el precio de la versión de entrada del Mini Convertible en nuestro país

Te puede interesar...