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Porsche 911 GT3 cambia de piel

POR: Cristian Moreno el Vie, 21 de Febrero de 2014, 07:51 pm

Puliendo hasta lograr prácticamente la perfección del auto consentido Porsche, los ingenieros alemanes han creado un GT 3 fascinante y listo ofrecer una épica experiencia de manejo +23 VER GALERÍA
Cristian Moreno

Cristian Moreno | Colaborador

Amo los autos y me apasiona la movilidad. Coordinador del concepto  Atracción en sus distintas plataformas. Editor del periódico Excélsior y conductor en Excélsior Televisión. Consultor, conferencista y colaborador del programa de radio Autos en Imagen. Ciudadano del mundo, hecho en Cuernavaca. 

Montarse en la versión más radical del Porsche 911 no es poca cosa. Tal vez es una de las experiencias más cercanas que se pueden tener a lo que un auténtico piloto de carreras experimenta a bordo de un bólido de competencia.

 

La comprobada plataforma del deportivo por excelencia de la casa de Stuttgart se radicalizó para ofrecer las más altas prestaciones que pueden esperarse de un vehículo capaz de circular fuera de una pista.

 

En el papel pueden sonar a poco, sin embargo, los 475 caballos de fuerza que ofrece este vehículo tal vez son los caballos de fuerza mejor gestionados de la industria automotriz.

 

Para comprobar una aseveración de tal magnitud basta pisar el acelerador con fuerza, pues en ese momento el empuje de esta bestia se vuelve determinante y es capaz de convencer de sus alcances hasta al más exigente.

 

Los encantos de esta obra de arte de la ingeniería van mucho más allá de la aceleración. Para explicar con justicia lo que ocurre a bordo de esta belleza hay que comenzar por la primera impresión. El deleite de este vehículo empieza desde el momento mismo en el que se está frente a él soñando con dominarlo.

 

Cada uno de los detalles estéticos del GT3 revelan las intenciones de Porsche de exaltar los valores y desempeño de su legendario 911. Alerones, entradas de aire, enormes neumáticos, sistema de frenos, aerodinámica y hasta las tuercas que sujetan los rines delatan las capacidades de un vehículo no apto para cardiacos.

 

Desde el momento en el que se ponen en marcha los seis cilindros del motor 3.8 litros la piel de quienes están cerca se eriza. Un bufido que suena a sinfonía es el encargado de anunciar que el GT3 está en marcha.

 

La primera generación de este experimento data de finales de la década de los noventa, así que el refinamiento alcanzado para el modelo 2014 con este GT3, de quinta generación, es excelente y puede ser considerado como uno de los más sofisticados.

 

El comportamiento del motor boxer se complementa con un reducido peso, que además presume un equilibrio inusitado, pues los mil 425 kilogramos parecen aún menos, gracias a la forma en la que han sido repartidos.

 

La carrocería usa casi en toda su extensión aleaciones de aluminio y materiales ultraligeros como fibra de carbón, por ejemplo en el techo, alerones, puertas y el hasta la cajuela, así como acero de alta resistencia en otras partes del monocasco. En un gesto soberbio, Porsche incluso ha colocado asientos de fibra de carbón que permiten lograr una relación cercana a los tres kilogramos por cada caballo de fuerza.

 

Gracias a este juguete, todo aquello que los ingenieros de la marca habían soñado hacer y nunca antes habían podido aplicar en una de sus creaciones, ahora es posible disfrutarlo a bordo de este GT3.

 

La transmisión, que se puede exprimir gracias a sus paletas de cambio detrás del volante, no es otra que la más presumida de Porsche: una PDK de siete velocidades, que llevada al límite prácticamente se comporta como una secuencial con reacciones de milisegundos.

 

Decir que 3.5 segundos son suficientes para alcanzar los cien kilómetros por hora desde el punto muerto no es lo mismo que sentirlo, así que quienes se atrevan a pisar el acelerador con decisión sentirán gracias a la función launch control, una especie de lanzamiento espacial, cual cohete dirigido. La sensación es brutal.

 

Por desgracia, no hubo pista, ni carretera en la que pudiéramos comprobar la velocidad máxima, que gracias a las 9,000 revoluciones por minuto a las que Porsche ha logrado llevar el desempeño de su motor, promete alcanzar los 315 km/h.

 

Honestamente sospechamos que cuando hicieron estos cálculos en su mente había de por medio algunos tramos de autobahn (carretera alemana sin límites de velocidad). Más allá de cada una de las amenidades disponibles a bordo de este fascinante súper deportivo, protagonista de uno de los seriales más emocionantes de automovilismo, las asistencias electrónicas de las cuales se disponen convierten el manejo, que sí es definitivamente duro y deportivo, en un auténtico deleite.

 

En más de una ocasión tuvimos que agradecer el desempeño del diferencial autoblocante, asistido electrónicamente en el tren trasero, pues de lo contrario controlar tal potencia se vuelve prácticamente un ejercicio de disciplina que ni un monje tibetano en plena concentración sería capaz de concretar, pues la tentación de pisar el acelerador más fuerte es incontrolable a bordo de una belleza como ésta.

 

Una de las innovaciones que se tienen que definen parte de su comportamiento es el sistema de ruedas traseras directrices que, en función de la velocidad y la trayectoria del coche en una curva, pueden girar en el mismo sentido o en dirección opuesta a las ruedas delanteras para lograr trazar una trayectoria digna de un piloto experimentado.

 

Los sistemas de seguridad instalados se cuentan por cientos, pues estando tan cerca de los límites en un auto como éste, llegan a ser auténticamente salvavidas. La unidad que tuvimos a prueba contaba con sistema de navegación e infoentretenimiento, pero lo cierto es que poco o nada pudimos disfrutarlo; el solo espectáculo y sinfonía de su motor nos mantuvieron ocupados durante nuestra prueba de manejo.

 

Ir al límite es más fácil a bordo del deportivo más sofisticado que jamás haya creado Porsche, el cual ya se constituye como uno de los rivales a vencer en el segmento de los autos de competencia homologados para poder circular fuera de las pistas.

 

Se vale soñar, y a bordo del GT3 definitivamente es más fácil hacerlo.

 

A DETALLE

Motor: H6 3.8 litros

Potencia hp/rpm: 475 hp @8,250

Tracción: Trasera

Velocidad máxima: 315 km/h

0 a 100 km/h: 3.5 segundos

 

EQUIPO

Asientos: Deportivos de fibra de carbono, forrados en alcántara con ajuste eléctrico.

Volante: Deportivo forrado en alcántara

Entretenimiento: Pantalla táctil de siete pulgadas con reproductor de FM, CD/DVD, USB. Navegación GPS con cartografía en 2D y 3D. Conexión bluetooth para audio y teléfono

 

SEGURIDAD

Bolsas de aire: Frontales para conductor y pasajero

Cinturones: De anclaje de tres puntos.

Frenos: Cerámicos.

Otros sistemas: Control de tracción y estabilidad

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