Peugeot RCZ R, el feroz deportivo que lleva a otro nivel

POR: Cristian Moreno el Vie, 01 de Mayo de 2015, 01:53 pm

El Peugeot de producción en serie más potente del mundo ha llegado a nuestro país, para atentar en contra de lo establecido: atrévete, retar a la versión R del RCZ. Foto: Atracción

Amo los autos y me apasiona la movilidad. Coordinador del concepto Atracción en sus distintas plataformas. Editor del periódico Excélsior y conductor en Excélsior Televisión. Consultor, conferencista y colaborador del programa de radio Autos en Imagen. Ciudadano del mundo, hecho en Cuernavaca.

Habíamos escuchado tanto acerca del RCZ R, el Peugeot de producción en serie más poderoso sobre la tierra, que ponernos a los mandos de él se había convertido en una obsesión para nosotros, al grado que la noche previa a nuestra cita las ganas de dormir simplemente se esfumaron.

El trabajo que Peugeot Sport había hecho sobre este vehículo nos tenía intrigados, pues el objetivo principal de esta división no es la de retocar autos de producción en serie, sino la de desatar todo el potencial de los vehículos franceses nacidos para batirse en la pista.

El mismo Carlos Sainz, bicampeón del WRC y uno de los pilotos más completos del mundo, ya se había desvivido en elogios para este 2+2, lo cual elevaba nuestras expectativas sobre este bólido.

Foto: Atracción

A simple vista se sabe que estamos frente a un auténtico deportivo pues, más allá del atractivo diseño exterior del RCZ, Peugeot Sport decidió reducir en 10 mm la altura, dejar de fijo el alerón trasero para la versión R, hacer más grandes los discos de los frenos y pintar en rojo las pinzas de los pistones, delatando el espíritu racing de esta edición especial.

Los rines, firmados con la letra R están envueltos en neumáticos específicamente desarrollados para esta versión, así que habrá que tener mucho cuidado de no lastimarlos.

17 kg más ligero es la versión R del RCZ

Pero si hubieras sido lo suficientemente despistado como para no ver estos detalles en el exterior, en cuanto abras la puerta encontrarás asientos exclusivos.

En cuanto tomamos la primera curva cerrada por encima de los 120 kilómetros por hora, la sujeción de estos asientos forrados en piel con acabados alcántara, entró en acción. No hubo necesidad de luchar contra las fuerzas G, con la posición correcta nos fue posible concentrarnos exclusivamente en la maniobra que realizábamos.

Foto: Atracción

Fue en ese momento que comprendimos que el diseño de este auto iba más allá del look, y que los intereses de la mayoría de sus componentes servían más a la función que a la estética.

250 km/h es la velocidad máxima que promete alcanzar este bólido

Aunque, en honor a la verdad, debemos reconocer que detalles como el sonido del motor, las costuras en rojo y las aplicaciones metálicas, que poco tenían que ver con la aerodinámica y el empuje del auto, también tenían su lado importante a la hora de ir más rápido.

Y es que cada uno de nuestros sentidos estaba comprometido con la misión. A bordo, amamos no sólo el color y la textura de la palanca de velocidades, sino también el que ésta controlara una transmisión manual de seis cambios, pues gracias a esta caja, la posibilidad de exprimir a placer el potencial del pequeño motor de cuatro cilindros turbocargado, durante nuestra prueba de manejo, se convirtió en toda una delicia.

Foto: Atracción

Su corazón latía tan rápido como el nuestro

Es posible gestionar los 270 caballos de fuerza que desarrolla el motor 1.6 litros, con maestría, pues para sacar lo mejor del pequeño bloque, que es capaz de empujarnos con 243 libras pie de torque, basta con insinuar nuestro pie en el acelerador. Con cronómetro en mano, incluso nos pareció posible lograr el 0 a 100 en los 5.9 segundos que la marca promete.

La discreción de la R, era meramente estética, pues a la hora de pisar el acelerador ésta gritaba a los cuatro vientos el trabajo de Peugeot Sport, que entre otros sistemas también intervino la dirección y la suspensión del auto, con la intención de hacerlo más preciso.

5.9 segundos son suficientes para ir de 0 a 100 km por hora

Estábamos tan emocionados a bordo, que poco nos importó que en el auto que tuvimos a prueba aún no estuvieran descargados los mapas de México en el sistema de infoentretenimiento o que en el asiento de la segunda fila apenas cupiera un niño: la experiencia bien lo valía.

En poco menos de 28 minutos llegamos a la ciudad de Cuernavaca.

Cuando un niño de apenas cinco años, quien veía absorto el auto, preguntó si éste era el coche de Batman, nos quedó claro que para llamar la atención no se necesitaba pirotecnia: un buen diseño y los elementos deportivos correctos son más que suficientes.

Atentando en contra de lo establecido, el trabajo que Peugeot hizo a bordo de este auto nos dejó claro que en él, nada está de más.