¿Por qué le decimos Metro si no mide un metro?

El Metro es un sistema de transporte público que ha sido adoptado en las principales ciudades del mundo. Relativamente limpio, eficiente –algunos lo dudaríamos en la Ciudad de México-, rápido y capaz de transportar a un gran número de personas en cada viaje.

Claro está, cada nación puede agregarle sobrenombres regionales a este transporte, pero existe un común denominador: sin importar el idioma, es correcto llamarlo de la misma forma: métro en Francia; metro en los países anglosajones; Metro para gran parte de Latinoamérica; Метро en Rusía; etcétera.

Subte, Subway, Underground, son otros términos comunes para referirse a este sistema. En Londres Underground fue el más utilizado.

Si lo pensamos un poco –puedes sacar una cinta métrica-, al menos en la Ciudad de México, los vagones tienen medidas distintas y obviamente, ninguno mide “un metro”.

¿De dónde viene el origen de llamarlo así?

El primer Metro en la historia del mundo, es el de Londres. Fue inaugurado el 10 de enero de 1863. Respecto al metro de la CDMX, tiene un origen 106 años antes de que en este país conociéramos de primera mano ese tipo de servicio.

Es casi una palabra universal. Foto: Instagram Metro CDMX

Cuatro años después, en 1900, la ciudad cosmopolita de París, Francia, recibió con las manos abiertas su propio transporte Metro. Chemin de Fer Metrópolitain, o bien, ferrocarril metropolitano, fue nombrado así dadas sus diferencias respecto a los trenes, sin negar su indudable parecido con éstos.

Es inevitable encontrar similitudes entre un metro y un tren. Los primeros funcionan mediante electricidad y los segundos tienen sus inicios en la propulsión con un motor de vapor, encontramos que tras su inauguración, el primer metro del mundo (en Londres) funcionaba también con vapor.

Sin embargo, existía una gran diferencia entre el tren común y este nuevo vehículo: sus recorridos y paradas eran más cercanas que las de los trenes. El tren llegó a servir como un transporte que conectaba regiones e incluso países. El Metro se encontraba al interior de las crecientes ciudades, por lo que su finalidad era algo distinta.

Al encontrarse dentro de las Metropolis, en Francia pronto se abrevió el nombre completo por cuestiones de uso. “Metro”, fue una palabra heredada a la larga en gran parte del mundo, y aunque otros términos tampoco pierden relevancia, encontramos que el Metro, lejos de hacer alusión a una medida de longitud, es una referencia a la ubicación del transporte –es decir, dentro de las ciudades.

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