¿El nitrógeno es una alternativa para inflar las llantas de tu auto?

Las llantas son uno de los elementos de nuestro vehículo que requiere más atenciones para mantenerlas en su estado óptimo toda vez que si queremos sacarle el mayor provecho, debemos mantenerlas siempre a la presión adecuada. Pero por prisas o descuido muchas veces lo olvidamos.

El nitrógeno supone una opción para aquellos que suelen no ser tan cuidadosos, porque se presume que disminuye la pérdida de presión del neumático durante el uso y eso deriva en muchos beneficios.

Si bien, esta información es correcta, hasta cierto punto, es conveniente conocer los pros y los contras que tiene esta alternativa para saber si queremos adoptarla.

El nitrógeno es un gas inerte no inflamable, es decir que sus moléculas se mueven muy poco, esto ayuda a que se acomoden mejor en la superficie del neumático y reduce la variación de presión en el mismo.

De acuerdo con el personal de Continental, esta solución se utiliza en entornos exigentes cuando estas pequeñas diferencias pueden afectar el manejo de un vehículo; como por ejemplo en la aeronáutica o la minería.

Sin embargo, al usarlo en un auto la diferencia de pérdida de presión es mínima y si nuestra llanta sufrió una ponchadura o tiene una ligera fuga en la válvula ni con este gas se librará de tener que volver a ser inflada.

Una ventaja que tiene el nitrógeno sobre el aire común es que el primero no genera una oxidación en la llanta, lo que causa un desgaste en el compuesto, permitiendo extender su rendimiento hasta un 25% más.

Existen muy pocos lugares con este servicio. Michelin lo ofrece en su algunos de sus puntos de venta como en San Borja, Cuauhtémoc, Revolución y Ejército Nacional, Mientras que Toyo Tires cuenta con uno en San Pedro de los Pinos y Goodyear en su centro de Parque Vía.

Ten en cuenta que el costo es más elevado que lo que le podemos dar de propina a la persona que te atiende en la gasolinera, alrededor de 30 pesos por neumático.

No olvides que si decides cambiarte a nitrógeno deberás acudir a un centro de servicio donde las desmonten, la desinflen completamente y luego agreguen el gas completamente.

En caso de que tengas una emergencia y no haya nitrógeno para inflarlas, puedes ponerle aire normal, tres cuartas partes de su composición son nitrógeno.

Para el uso diario, las diferencias son mínimas, pero la recomendación para cada una de ellas es la misma: mantener una presión adecuada.

RECUERDA:

»»La clave del éxito: Sea cual sea el gas que utilices para inflar tus neumáticos es fundamental que lo hagas a la presión indicada por el fabricante.

»»Situaciones similares: Si tienes una ponchadura o una fuga en la válvula aunque hayas utilizado nitrógeno no te evitará de que tu llanta se desinfle y tengas que revisarla, parcharla o cambiarla.

»»Analiza tus opciones: Si te decides por utilizar nitrógeno debes tener en cuenta que cada vez que necesites inflar tus llantas deberá ser con este gas inerte