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Conoce el nuevo look de la revitalizada Nissan Pathfinder 2017

POR: Pablo Monroy el Mar, 25 de Octubre de 2016, 08:17 pm

Pablo Monroy

Pablo Monroy |

Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

Nissan tiene muy claro que para que una camioneta presuma de ser familiar, debe cumplir con tres lineamientos: que brinde comodidad, buen espacio interior y que además ofrezca seguridad para todos sus ocupantes (todo en un envase que además debe de verse bien).

 

Así que puso manos a la obra y se ocupó en mejorar cada uno de estos aspectos en la más reciente generación de su modelo Pathfinder, que para el año modelo 2017, incorpora mayor tecnología, seguridad y equipamiento, así como un diseño exterior que se ajusta al actual lenguaje de diseño de la marca.

 

Foto: Pablo Monroy

 

En la parte frontal, las grandes barras cromadas que conformaban la geometría de la parrilla en el modelo anterior desaparecieron, para dar paso a una parrilla en forma de V, también cromada, y que enmarca el logotipo de Nissan colocado en el centro, otorgándole un aspecto más robusto. El cuadro se complementa con faros rediseñados con luz diurna en forma de boomerang (rasgo característico de la firma).

 

El trazo de las líneas de la parrilla se extienden hasta el cofre, y se abren para recorrer la vista lateral de la camioneta, sin ser tan remarcadas como en el modelo anterior, para rematar en las calaveras, que también fueron replanteadas, así como la fascia, que tanto la trasera como la delantera, ostentan líneas más anguladas, con detalles cromados que le dan cierta elegancia.

 

A LO QUE VENIMOS

 

El primer contacto que tuvimos con la Pathfinder 2017 a bordo, fue como acompañante en la segunda fila de asientos y en la versión más equipada (EXCLUSIVE 4WD), a través de una ruta con punto de partida en la Ciudad de México, para finalizar en Tlaxcala.

 

Foto: Pablo Monroy

 

No desdeñamos la oportunidad de familiarizarnos con esta zona y de primera mano descubrimos que la comodidad de los asientos sigue siendo primordial; los ocupantes de la segunda fila disponen de dos pantallas de ocho pulgadas colocadas en las cabeceras de la primera fila de asientos que pueden operarse de forma independiente, así cada pasajero puede disfrutar de ver lo que le plazca sin molestar al de a lado.

 

La capacidad de carga con los asientos en su posición normal es de 400 litros; al abatir la tercera fila aumenta a 1,300 y si se abate la segunda, el volumen aumenta hasta 2,200.

 

Las amenidades continúan: aire acondicionado independiente, asientos calefactables, puerto USB, vidrios eléctricos, respaldo reclinable, portavasos en los paneles de las puertas, elementos que hacen de un viaje largo por carretera algo muy confortable.

 

Después de un alto en el camino para disfrutar de un buen café, aceptamos el reto de viajar en la tercera fila de asientos. La manera de entrar es fácil, basta accionar una palanca colocada en el asiento de la segunda fila para desplazalo, hacer espacio y meterse, sin embargo, ya sentados, el escenario es distinto.

 

Si la altura del pasajero supera 1.70 metros, resulta una experiencia incomoda, ya que el viajar con las piernas retraidas durante los primeros minutos por el poco espacio del que se dispone resulta cansado.

 

Además, los asientos de ésta fila carecen de soportes laterales en los respaldos y al entrar a una curva, el cuerpo se desplaza de un lado a otro, invadiendo parte del asiento contiguo. En ésta parte el pasajero dispone de una salida de aire acondicionado, portavasos y una bocina del lado derecho. Un puerto USB para hacer más ameno el viaje para él no estaría de más.

 

Afortunadamente el hecho de que la Pathfinder incluya un techo panorámico corredizo, aminoró la sensación de encierro, particular de esta área, pues la cantidad de luz que ingresa al habitáculo es suficiente y mirar el cielo desde esta perspectiva es una experiencia única.

 

Casi para llegar, giramos para salir del camino y probar el desempeño de la Pathfinder fuera del camino. Si bien no se trata de una camioneta orientada a este tipo de superficies, la tracción en las cuatro ruedas y la altura que la camioneta tiene con respecto al suelo, nos permitió sortear estos caminos de terracería sin dificultades.

 

Postrados en la tercera fila de asientos, no existió ruido alguno que se filtrara al interior del habitáculo, inclusive en el vaivén de las piedras y la tierra.

 

Tras 115 kilómetros de recorrido, llegamos a nuestro destino y la noticia de que estaríamos al volante de la camioneta en el camino de regreso nos mantuvo con entusiasmo en la comida.

 

MANOS AL VOLANTE

 

Llegó el momento. Ocupamos el asiento del conductor, tan cómodo como un sofá, buscamos la posición de manejo correcta y con cinturones de seguridad abrochados presionamos el botón de encendido para poner el motor en marcha.

 

Foto: Pablo Monroy

 

Bajo el cofre, la Pathfinder guarda un motor V6 3.5 litros (el mismo que impulsa al modelo al que sucede) de 260 caballos de fuerza y un torque de 240 libras-pie, acoplado a a una transmisión CVT. Pusimos la direccional izquierda para incorporarnos a la carretera de regreso, pedal derecho a fondo y arrancamos.

 

La fuerza de empuje del motor se siente de inmediato, producto de las mejoras realizadas a la transmisión que generan menor fricción entre sus partes internas móviles. La potencia del motor es competente, y nos permitió promediar velocidades de hasta 160 km /h sin que el propulsor perdiera el aliento, aunque se debe ser paciente para lograrlo, ya que debemos esperar que la aguja del tacómetro se desplace hasta las 6,400 revoluciones para que el motor entregue su máximo potencial.

 

Foto: Pablo Monroy

 

La precisión de la dirección fue mejorada y lleva a la camioneta a donde uno desea sin esfuerzos. Sorprenden la estabilidad que en todo momento manifiesta todo el conjunto, inclusive a altas velocidades, así como la geometría de la suspensión, que hacen de las imperfecciones del camino algo prácticamente imperceptible; muy suave sin que se sienta suelta. Todas estas cualidades otorgan al conductor confianza mientras maneja.

 

Y para reforzar esta confianza, la Pathfinder incluye bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS, asistente de colisión frontal, sensor de objetos en movimiento, alerta de tráfico cruzado y un sistema que con la ayuda de cuatro cámaras colocadas al frente, en la parte trasera y en los espejos retrovisores generan una imagen de 360 grados del entorno por donde la camioneta pase, un buen aliado a la hora de estacionarse.

 

La renovada Pathfinder 2017 ya está disponible en los pisos de venta de la marca en nuestro país en cuatro versiones:

 

SENSE $562,300

ADVANCE $626,600

EXCLUSIVE 2WD $716,300

EXCLUSIVE 4WD $745,000

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