El secreto de Mercedes para arrasar en F1

Sesenta y cuatro años después de que la Fórmula 1 celebró su primera carrera, Mercedes-Benz presume su primer campeonato de constructores tras el dominio de sus pilotos: Lewis Hamilton y Nico Rosberg.

Los alemanes, fieles a su ideología de trabajo en conjunto trasladaron este pensamiento para que la unidad de poder (motor y sistema de recuperación de energía), así como el chasis trabajaran como un único elemento que beneficiara a sus pilotos, al grado de casi humillar a sus rivales.

Las flechas plateadas aprovecharon la nueva reglamentación que dejaba de lado los motores  V8 naturalmente aspirados para cambiar a los V6 1.6 litros turbocargados, un campo donde ellos ya tenían experiencia.

¿Cuál es el secreto del éxito?

Diversos análisis concluyen en que la ventaja del motor Mercedes-Benz respecto a sus competidores; Renault y Ferrari, radica en la arquitectura de la planta de poder, pero específicamente en el turbocargador.

Para entender esto es necesario conocer la función básica del turbocompresor. En palabras simples es una turbina que ayuda a introducir una cantidad de oxígeno mayor gracias a una mezcla de aire y gasolina más rica que se traducen en un aumento de potencia del motor.

Con esto deja de lado los inconvenientes de una planta de poder naturalmente aspirada que depende completamente de la presión atmosférica del lugar y se evita la pérdida de potencia en lugares a una altitud muy por encima del nivel del mar, por ejemplo, la Ciudad de México.

Para lograr esto, es necesaria la sobrealimentación del turbocargador compuesto por turbina y compresor, ambas piezas están normalmente juntas y ayudan a la comprensión del aire.

El sistema aprovecha la energía de los gases de escape y con ellos hace girar una primera turbina, para trasmitir este movimiento a través de un eje al compresor que absorbe el aire del exterior y lo comprime para inyectarlo en la cámara de combustión.

Sin embargo, uno de los problemas de los motores turbo son las altas temperaturas que generan al interior de todo el sistema.

Para compensar esta deficiencia se instala un intercooler que enfría el aire inyectado por el turbo, ya que, mientras a menor temperatura esté, mejor será la combustión y la eficiencia energética, sin embargo, esta pieza significa un aumento de peso en el vehículo, no tan significativo en los autos que usamos día a día, pero sí muy importante en las competencias.

Para evitar portar un dispositivo tan grande que ayude al enfriamiento, las flechas plateadas partieron el turbo en dos partes. Colocaron el compresor en la zona delantera y la turbina en la trasera, ambas unidas por un eje largo. El beneficio se traduce en necesitar un intercooler de menor tamaño y reducir la temperatura al interior, que en resumen significa tener una combustión idónea.

Este efecto permite que las flechas plateadas tengan aproximadamente hasta 70 caballos de fuerza extra y un motor con un amplio margen de maniobra. Por ejemplo, en Malasia, en una de las rectas más largas de la Fórmula 1, mientras los coches propulsados por motores Renault y Ferrari necesitaban llegar hasta octava velocidad para obtener el máximo de potencia; los Mercedes lo hacían en séptima.  Ni siquiera era  necesario realizar un cambio más.

Otro beneficio es que al obtener la potencia ideal desde el motor, no es necesario esforzar de más el Sistema de Recuperación de Energía. Además, el diseño ayuda al acomodo interno de piezas dentro del F1 W05, como por ejemplo, una mejora en el reparto del peso del coche así como en el centro de gravedad al mover la caja de cambios hacia adelante.

Tanto Renault como Ferrari, los otros dos proveedores de plantas de poder, conocen el funcionamiento del sistema turbocargador que ocupa su rival, sin embargo, dadas las normativas de congelamiento de desarrollo a lo largo de la temporada les es imposible igualar a su rival; e incluso, las escuderías cliente de Mercedes-Benz, tuvieron poco tiempo para adaptar sus monoplazas al diseño alemán.

El sueño de Alfred Neubaur, quien dirigió a las flechas plateadas en la primera mitad del siglo pasado, de ver a un equipo dominante en el mundo automovilístico tal como él lo hizo en ese tiempo, se consiguió 60 años después de la primera incursión de la marca en el año de 1954.