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El biplaza descapotable más barato del mundo te sacará una sonrisa

POR: Marco Robles el Mié, 29 de Julio de 2015, 06:02 pm

La cuarta generación del Mazda MX-5 será recordada como aquella que logró transformar al biplaza convertible más vendido de la historia en un referente dentro de los autos deportivos, por su diseño, agilidad y manejo inigualables. Foto: Mazda +6 VER GALERÍA
Marco Robles

Marco Robles | Colaborador

Periodista automotriz, amante de la pasta, el beisbol, los autos, los días fríos, el whisky y los buenos momentos

LOS ÁNGELES, California.- Existen muchas formas de disfrutar el sol, pero nada puede igualar el bronceado que te da un convertible. Menos cuando estás en California, disfrutando del alocado verano.

 

Mazda nos invitó a Los Ángeles, para conocer la cuarta generación del MX-5, el convertible biplaza más vendido de la historia y un icono de la firma japonesa en el mundo.

Foto: Mazda

 

Ahora, construido bajo el concepto Skyactiv, este vehículo simplemente ha llegado a un nivel superior de desempeño y eficiencia, colocándose como uno de los mejores deportivos accesibles de la actualidad.

 

Su primer gran atractivo: el diseño. Todo el vehículo parece que fue esculpido por un artista plástico, las líneas de tensión del cofre se fusionan con las de los faros y los anchos hombros de las salpicaderas.

Foto: Mazda

 

Tiene presencia y a diferencia de sus predecesores, dejó las formas redondas en el frontal, ahora es más afilado y luce más agresivo con una enorme entrada de aire en la fascia.

 

La ficha técnica no parece tan impresionante. Debajo del cofre se esconde un motor de cuatro cilindros 2.0 litros que genera 155 caballos de fuerza y 148 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión manual de seis velocidades que envía la potencia al eje trasero.

 

Sin embargo, estamos frente a un vehículo que pesa 1,057 kilogramos, gracias a una construcción con aluminio y aceros de alta y ultra alta resistencia, que, sin grandes datos de potencia, podía ser muy divertido. Así que teníamos que ver cómo se comportaba en el camino.

 

TOMANDO CARRETERA

 

Con el sol a plomo decidimos dejar el toldo abajo y aquí empiezas a descubrir que es un roadster clásico, la capota es de lona y su funcionamiento manual, lo que ayuda a aminorar el peso y tener menos piezas que se puedan descomponer y está siempre a la mano, incluso se puede abrir o cerrar sentado en el asiento del conductor o del pasajero.

Foto: Mazda

 

Arrancamos y los primeros kilómetros pasaron en el intenso tránsito de esta ciudad, que no nos hizo extrañar para nada el de la Ciudad de México, ahí descubrimos el buen confort, a pesar de ser un vehículo muy justo en todos sentidos, por ejemplo la botella de agua que traíamos la tuvimos que atorar entre la portezuela y el asiento, porque el portavasos estaba ocupado por el celular y el iPod.

 

La posición de manejo es bastante cómoda, aunque quizá nos hubiera gustado ir más pegados al piso. Pero el sonido del escape es una delicia cuando suben las revoluciones.

 

Por fin dejamos atrás el tránsito y comenzamos a subir a los caminos de montaña de California, que pusieron frente a nosotros un serpenteante trazado, que nos llevó por más de 40 kilómetros a poner a prueba el balance de este modelo.

 

La primera gran sensación que tuvimos fue el buen empuje del motor, apoyado en la caja manual, que nos permitía mantener las revoluciones arriba, jugando entre tercera y cuarta.

 

Las curvas desnudaron el buen trabajo en el desarrollo de la plataforma y la precisión de la dirección, incluso, aunque buscábamos que las llantas rechinaran un poco para encontrar el límite, el auto y la electrónica trabajan en un tándem perfecto, permitiendo disfrutar de la adrenalina y sentirte como un gran piloto, con mucho control.

Foto: Gilberto Padilla

 

Conforme avanzaba el día, la temperatura iba en incremento y decidimos cerrar la capota para no acabar insolados y color naranja. Aquí fue donde encontramos una de sus áreas más grandes de oportunidad, el aire acondicionado, que le falta un poco de poder para convertir el habitáculo en una congeladora, pero también nos develó el buen trabajo que se hizo en la insonorización de la cabina, a pesar de que el toldo es de lona, éste filtra de muy buena forma la mayoría del ruido que se genera al rodar.

 

El regreso nos presentó un freeway más despejado donde pudimos disfrutar de la calidad del sonido Bosé y nos permitió relajarnos un poco antes de llegar al hotel.

 

La cuarta generación del Mazda MX-5 estará arribando a nuestro país en septiembre de este año, para demostrarnos que por menos de 350 mil pesos podemos tener un deportivo de pura sangre en nuestro garaje, un auto que siempre te sacará una sonrisa.

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