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Los autocinemas 80 años después

POR: Los Editores el Mié, 05 de Junio de 2013, 11:16 am

La primer película que se proyectó en un cine al aire libre fue en Camden, Nueva Jersey. Mientras que la película Vaselina, muestras un claro ejemplo de cómo eran los autocinemas. Foto: Especial
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Los Editores | Colaborador

Amamos los autos, por eso escribimos sobre ellos @Atraccion360

John Travolta confiaba en la magia del autocinema cuando, personificando a Danny Zuko, intentó reconciliarse con Sandy (Olivia Newton John) en el musical Vaselina. Y es que, ¿en qué otro lugar dos adolescentes podrían besarse y acariciarse sin ser molestados mientras comen palomitas? Pero Sandy se marchó, y Danny se quedó triste y solo.

 

“Acabé como un tonto en el autocinema, ¿qué dirán el lunes en clase?” cantaba en el filme.

 

Al final de la década de los 70, los autocinemas estaban tan ligados al mundo de los jóvenes como los copetes.

 

Entre Nueva York y Los Ángeles había más de tres mil de estos cines al aire libre, de los que hoy quedan unos 350. Fue justo hace 80 años cuando en la ciudad de Camdem, Nueva Jersey, se proyectó por primera vez una película que podría verse desde el coche, pero, pese a su fiel comunidad de fans, los autocinemas hace tiempo que dejaron atrás su edad dorada.

 

En los años 30, el empresario y cinéfilo Richard M. Hollingshead tenía en Camden una poco rentable tienda de pintura, laca y otros productos para el coche junto al río Delaware, frente a Filadelfia. Una tarde, de forma espontánea, tensó una sábana entre los árboles que había junto a su casa y proyectó sobre ella una película con ayuda de un aparato que colocó sobre el techo de su coche. Tras experimentar  durante un tiempo con la calidad de imagen y sonido, decidió patentar su invento.

 

Más tarde, exactamente el 6 de junio de 1933, inauguró el primer autocinema del mundo. Tenía unas 400 plazas y estaba situado sobre una vía rápida en el barrio de Pennsauken.

               

“Toda la familia es bienvenida, no importa que los niños griten”, rezaba el eslogan publicitario de entonces. Sin embargo, al contrario que el modelo de cine, la primera cinta que se proyectó f, Wife Beware, pasó sin pena ni gloria.

 

Hollingshead no tuvo suerte con su autocinema y se vio obligado a cerrarlo al poco tiempo: los vecinos se quejaban de que generaba demasiado ruido, pues en aquel momento el sonido se emitía todavía mediante altavoces; sin embargo, había nacido la idea de ver una película en pantalla grande y desde el coche. Muy pronto fue replicado por todo Estados Unidos.

 

El altavoz central dio paso a otros más pequeños que podían acoplarse a las ventanas del vehículo; ahora, el sonido se sintoniza por la radio.

 

“Aquí en Camden todavía nos gusta acordarnos de este autocinema”, narra Vincent Basara, del ayuntamiento de la ciudad.

 

“Es un bonito capítulo de nuestra historia. En el lugar donde existió hay ahora una placa conmemorativa.”

 

Quienes después alquilaron el espacio tuvieron tan mala suerte como Hollinhshead: “Durante años hubo un mercado de materiales de construcción y se vendían también árboles de Navidad, pero quebró. Ahora estamos remodelando el espacio para crear un mercado de productos agrícolas de la región”, señala.

 

En teoría, el autocinema es una gran idea, pero en la práctica tiene inconvenientes: durante el día, en invierno y cuando hace muy mal tiempo es casi imposible proyectar películas. Además, para poner en marcha el autocinema se necesita una superficie enorme y, como en la mayoría de casos los usuarios llevan sus propias palomitas o refresco, la empresa no gana demasiado. 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de atraccion360.com

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