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General Motors celebra 85 años en México

La firma estadunidense fue una de las primeras que apostó por producir vehículos en México y hoy en día es la compañía que más automotores fabrica dentro de nuestras fronteras, un orgullo de la industria automotriz

POR: Marco Robles el Mar, 22 de Septiembre de 2020, 11:49 pm

Marco Robles

Marco Robles | Colaborador

Periodista automotriz, amante de la pasta, el beisbol, los autos, los días fríos, el whisky y los buenos momentos

A pesar de que los primeros automóviles de General Motors se comenzaron a vender de forma oficial en los años 20, fue hasta 1935 que la compañía de Detroit decidió establecerse oficialmente en México y abrir el 23 de septiembre de ese año sus primeras oficinas corporativas.

 

 

El segundo piso de la Casa Colonia, en la esquina de Uruguay y 20 de Noviembre, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, fue el punto en el que GM consolidó su operación local, misma que fue atraída por el exponencial crecimiento del mercado automotriz mexicano.

 

Unos meses más tarde, la firma ya había comprado un terreno de 44 mil metros cuadrados en Polanco, justo enfrente de la Calzada de Los Morales (hoy Ejército Nacional), donde el 16 de marzo de 1936 colocó la primera piedra de su planta de ensamble, misma que se enfocó en un inicio a la producción de camiones que se ensamblaban con piezas traídas de Estados Unidos. El resto de los autos que comercializaba aquí, llegaban de la Unión Americana por tren o barco.

 

Al iniciar las operaciones de producción, el 18 de enero de 1937 salió de la línea de ensamble el primer camión General Motors hecho en México, el primero de una lista que suma 15 millones de vehículos de marcas como Chevrolet, Pontiac, Cadillac, GMC, Oldsmobile y Buick, entre otras.

 

 

También, en ese año se firma el primer contrato colectivo con el sindicato de trabajadores, que les dio prestaciones y salarios nunca antes vistos en el país, comenzando con un pago de 4 pesos diarios para mano de obra no calificada, servicio médico y dotación de medicinas, además de sueldo íntegro durante los primeros treinta días de incapacidad por enfermedad general y garantía de recibir el 100% del salario, aunque no hubiera materia prima para continuar el trabajo.

 

Rápidamente las operaciones de producción y venta fueron creciendo y para inicios de los años 40, la planta de Polanco ya contaba con cuatro naves de ensamble, en donde comenzó a armar automóviles. El Chevrolet Sedán 1938 fue el primer coche que se ensambló en México y con ello la producción diaria llegó a 55 unidades.

 

Con la Segunda Guerra Mundial en apogeo, la fábrica suspendió las operaciones de ensamble, para enfocarse en la producción de unidades militares para el gobierno mexicano, la construcción de tanques de gas para Pemex, reparación de ferrocarriles, refrigeradores, acumuladores AC Delco y otros artículos como chasises de camión.

 

 

Tras el fin de la guerra, las operaciones volvieron a la normalidad, regresando este complejo a sus niveles de producción, que ya para entonces eran los más grandes del país.

 

La operación creció en los años sesenta con la Planta de Toluca (1965), construida para fundición y producción de motores, que eran parte del Programa de Integración Nacional del gobierno nacional, en el que se pedía a las firmas que los autos vendidos en México tuvieran un 60% de integración de partes hechas en México.

 

Ramos Arizpe abrió su planta en 1981 y, tres años más tarde, fue la primera fábrica automotriz mexicana que exporta un vehículo a Estados Unidos, el Chevrolet El Camino, también, en 1988, comenzó a exportar a Japón.

 

 

Para 1997 General Motors se convierte en el mayor vendedor de coches en México, puesto que mantiene durante 13 años, obteniendo en varios de ellos 30% de participación de mercado. Ese mismo año abrió la planta de Silao, Guanajuato, para fabricar Suburban.

 

A mediados de los años 90 la planta de Polanco dejó de operar y, tras vender gran parte del terreno, en el año 2000 se inauguró el edificio Siglo XXI en Ejército Nacional y FFCC de Cuernavaca, que fue el corporativo de GMM hasta 2017, año en que se mudaron a un nuevo edificio sobre Avenida Cervantes de Saavedra, ambos dentro del mismo terreno que ocupó esa primera planta.

 

 

La cuarta planta automotriz se sumó en 2008 en San Luis Potosí y con ello consolidó una fuerza productiva que exporta vehículos a muchos mercados en el mundo y que la ha colocado este 2020 como el máximo fabricante de vehículos en nuestro país, incluyendo modelos tan importantes en Norteamérica como las Chevrolet Cheyenne, Silverado, Blazer y GMC Terrain.

 

Por ello, GM ha hecho de México su segundo hogar.

 

 

 

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