Las 7 (injustificables) razones por las que no ponemos direccionales

En México, parece haber una alergia a las direccionales.

Pocos saben de su existencia. Cuenta la leyenda que esa misteriosa palanquita del lado izquierdo del volante con flechitas apuntando hacia la izquierda y derecha (a menos que tengas un Ferrari en donde esas flechas se encuentran en el volante), sirve para indicar en qué dirección piensas moverte.

Cuentan también que una vez hubo alguien que intentó utilizarlas y que absolutamente nadie le dio el paso.

En México, el uso de las direccionales, aunque es una práctica que cuenta como una obligación de acuerdo al Reglamento de Tránsito, es poco utilizada.

La multa por no utilizar esta herramienta es de 754.90 pesos, sin embargo, el nulo uso de ella continúa de manera considerable.

Foto: Flickr

Ten en cuenta que el no hacerlo, por muy hábil que te sientas, podrá ocasionarte un accidente.

Estas son las 7 injustificables razones por las que no utilizamos las direccionales.

1. No hay nadie cerca

Es bien sabido que es mucho menos probable que en una calle vacía, utilices señalamientos. De acuerdo a un estudio, en calles locales o cercanas a nuestros hogares, presentan menos uso de indicaciones. Es cinco veces más probable que utilices tus direccionales en una avenida grande que una pequeña y cerca de tu hogar. Sin embargo, datos de aseguradoras indican que además de un mayor número de incidentes en calles locales, son mucho más fatales.

2. Vueltas a la derecha.

Estadísticas indican que la vuelta a la derecha, es significativamente menos indicada que la vuelta a la izquierda. Esto puede deberse a que ésta última, es potencialmente más peligrosa y por tanto, son más las precauciones de los conductores. La vuelta a la derecha muchos la consideran casi natural y son pocos los conductores que las indican.

En México, la vuelta continua a la derecha está prohibida desde el nuevo Reglamento de Tránsito. No acatar la regla, se castigará con $1,398

3. El de enfrente no las usó

El entorno a la hora de manejar, interviene en nuestras decisiones y en todo lo que hacemos. Es decir, en algunos casos, el buen o mal manejo, puede ser contagioso.

Así, ya sea consciente o inconscientemente, imitaremos la forma de conducir de la gente alrededor.

4. Estoy en un carril de vuelta a la izquierda

En un carril exclusivo de vuelta a la izquierda, muchos asumen que no hay otro lugar a dónde ir, sin embargo, para un peatón no es lo mismo, pues en México no todos los que están en un carril de vuelta a la izquierda, lo hacen, algunos siguen derecho y la única forma de saber a dónde van a ir, es indicándolo.

5. Apagarlas no siempre es fácil

Desde los años cuarenta, fue creado un sistema mecánico, que hacía que la palanca regresara a su lugar, una vez que se completara la vuelta. Sin embargo, si solo se cambia de carril o no se realiza una vuelta muy cerrada, puede quedarse la palanca indicando, por el resto de la vida.

Las personas han admitido que no utilizan las direccionales “porque hay que apagarlas”.

Y aunque hoy en día la gran mayoría de los autos cuentan con el sistema de “un toque” (en el que con solo oprimir ligeramente, prende 3 ocasiones para el cambio de carril), sigue sin ser utilizada.

6. Tal vez eres un piloto escondido

Richard Ponziani, es un ingeniero investigador de Ohio. En 2006, realizó un estudio sobre los hábitos de señalización locales. En la encuesta efectuada, descubrió datos un poco alarmantes. De las personas que no señalizaron; el 42% afirmó “que no había tiempo”, el 23%, su razón fue “flojera”, el 11% que “no es importante” y un 7% afirmó que es más emocionante (WTF!).

7. Te gusta vivir al límite

Desde que fueron inventadas, las direccionales, han funcionado como uno de los sistemas más efectivos de comunicación con el entorno, a la hora de manejar, y es uno de los mejores dispositivos para evitar un accidente.

No hay duda de que el utilizarlas prevendrá de manera significativa un accidente. No importa qué tan hábil seas. Es muy fácil y de verdad es muy útil, en cualquier vehículo que te transportes.

La manita también es útil, pero no hay como utilizar las herramientas para lo que fueron diseñadas.