Transformers, cómo un juguete conquista al mundo

En 2014 se celebran 30 años de grandes acontecimientos en la industria del entretenimiento que cambiaron al mundo: el lanzamiento de Tetris, Michael Jackson como imagen de Pepsi y el nacimiento de Transformers.

Lo interesante con los juguetes (y de paso decirlo, también los videojuegos) es que cuando se crean, socialmente son considerados productos dirigidos al entretenimiento infantil, pero su popularidad crece junto con los niños que los disfrutaron, y se establecen como referentes de la cultura pop.

Hoy Transformers se encuentra en una posición que otros juguetes, como Hot Wheels o G.I. Joe, envidian. Aunque tengan un tratamiento cinematográfico, las taquillas delatan la popularidad de los gigantescos robots. Quizás su popularidad se encuentre sólo por debajo de los Lego.

Pero ¿en verdad sólo el trabajo de Michael Bay, Shia LaBeouf y Megan Fox levantó la reputación de unos juguetes de los años 80? Así pareciera, pero al revisar su historia, vemos que Hasbro desarrolló su marca como sólo los genios pueden hacerlo.

De vuelta a 1984, año en que no se cumplió la distopía de George Orwell, y James Cameron llevó a Arnold Schwarzenegger a los cines con The Terminator, Hasbro  festejaba las exitosas ventas de los G.I. Joe: Real American Hero. La compañía estaba muy atenta a lo que hacía Takara, compañía japonesa de juguetes.

Takara lanzó a inicios de la década dos series de juguetes, Microman y Diaclone. Los primeros eran figuras humanoides a escala mientras que Diaclone eran robots que se transformaban en vehículos, armas o artículos de uso diario.

El concepto de estos últimos interesó mucho a Hasbro, así que llegó a un acuerdo con Takara. Hasbro compró la marca Diaclone y comenzó a hacer los preparativos para lanzarla en América, bajo un nuevo nombre: Transformers.

Conservaron algunos de los modelos originales de Diaclone, pero entonces, aprendiendo del tremendo éxito que tuvieron con G.I. Joe, Hasbro estableció alianzas con Marvel para que sus escritores y dibujantes crearan algo que le hacía falta a los Diaclone: una historia.

Los robots adquirieron nombres, habilidades y personalidades. Optimus Prime, Megatron y otros personajes de la serie nacieron gracias al trabajo de artistas de Marvel como Jim Shooter, Dennis O’Neil y Bob Budiansky.

Al mismo tiempo Hasbro contrató a los estudios de animación Sunbow Productions, en asociación con Marvel Productions, para elaborar una serie animada basada en los juguetes y en el trabajo de Marvel. Algunos detalles diferían, como el inicio de la guerra entre los Autobots y los Decepticons, pero los protagonistas eran básicamente los mismos.

A partir de septiembre de 1984 en Estados Unidos se publicaron los primeros números de cómics de The Transformers y los primeros episodios de la serie animada. Con estos dos frentes dirigidos a las mentes infantiles de los años 80, Hasbro sentó el éxito de su nueva línea de juguetes.