Stinger, el Kia más fascinante de la historia está en México

Roma no se hizo en un día, el Stinger tampoco. Este fascinante vehículo es el resultado de la evolución de uno de los grupos automotrices de mayor crecimiento a escala internacional durante los últimos años: Hyundai Kia, que fue capaz de reunir a dos genios para crear un Gran Turismo de altas prestaciones.

Su sola presencia impone y como en muy pocas ocasiones el vehículo de producción en serie superó las expectativas de un concept car, el cual llamó la atención desde que fue presentado al mundo en el Salón de Frankfurt de 2011.

Una prominente parrilla acompañada de enormes y alargados faros son la carta de presentación de un auto ancho y plano, que saca todo el provecho posible de sus líneas de diseño, enfatizando la intención de las proporciones. La silueta de este fastback es atrevida y, a pesar de contar con cuatro puertas, no traiciona sus pretenciones deportivas.

No basta con un simple vistazo a la carrocería del Stinger para verlo todo, el departamento de diseño puso atención hasta en los  más pequeños detalles: desde las entradas de aire hasta la combinación de materiales, la ubicación del radar o la posición de los espejos laterales, todo fue estudiado para que luciera bien.

Pasaron varios años para que este proyecto pisara el suelo de la pista de pruebas más famosa y demandante del mundo, el Nürburgring, de la mano de Albert Biermann, el ex-vicepresidente de ingeniería de BMW, responsable del desarrollo de los vehículos de la división de alto desempeño de la marca bávara, M.

Bajo su escrutinio estuvo la puesta a punto de un vehículo que finalmente ofrece la posibilidad de regularse en cinco distintos modos de manejo, muy al estilo alemán. Biermann puso particular interés en el centro de gravedad de un auto largo, de casi cinco metros, que en maniobras deportivas no es castigado por su longitud.

Para modificar el comportamiento de este coupé de cuatro puertas se trabajó principalmente en el control de la amortiguación, así como en la estabilidad dinámica del auto.

El ingeniero alemán cuidó el trabajo de una suspensión que ejecuta a la perfección toda clase de maniobras con la misma destreza: cerradas curvas o frenadas en seco, sin castigar el confort de los ocupantes y, como valor agregado, el coche comunica información suficiente del camino al conductor para que tome las decisiones correctas.

Para que los largos trayectos se disfruten y la conducción se vuelva un placer y no un castigo, la dirección que han integrado en este bólido fue una asistida por motor eléctrico que mitiga la fatiga.

La tracción trasera, muy al estilo de las marcas europeas es el complemento perfecto para que la conducción sea la de un vehículo de altas prestaciones.

El motor que impulsará a la versión tope de gama será un V6 2.0 litros sobrealimentado por dos turbocargadores que, apenas se hunde el pie en el acelerador, responde de forma contundente y progresiva. A través de la autopista Siglo XXI pudimos sentir el mismo empuje que en la pista de pruebas de la marca en Corea, a pesar de que la altitud era considerablemente mayor en los caminos que nos llevaron a la capital poblana.

Antes de su presentación en sociedad, pudimos probarlo en la pista de pruebas de Kia, en Corea del Sur.

Para exprimir los 365 caballos de fuerza que te permiten superar los 220 kiómetros por hora, sin siquiera forzar la maquinaria, basta con encontrar un buen camino y las condiciones ideales.

La marca promete que es posible llegar hasta los 250 kilómetros por hora, sin embargo en nuestro país las carreteras no están preparadas para que un vehículo viaje de forma segura a estas velocidades; esta experiencia habrá que reservarla para una autobahn (carretera sin límite de velocidad) alemana, donde este deportivo podría incluso superar esa velocidad sin comprometer su desempeño.

Un arma letal

Un par de tráilers que circulaban a alta velocidad por la autopista Tepoztlán-Cuautla amenazaban con condenar nuestra llegada a tiempo a Puebla, y se convirtieron en la prueba perfecta para retar las 376 libras pie de torque de este vehículo.

Bajamos los cambios tanto como nos lo permitió la transmisión automática de doble embrague de ocho velocidades y con el acelerador a fondo echamos a correr el cuentarrevoluciones; el auto salió impulsado emulando al Halcón Milenario y con precisión quirúrgica ejecutamos el rebase de ensueño.

No volvimos a encontrar un rival digno para retar al Stinger, nos hizo falta un BMW Serie 4 o un Audi A5 Sportback, sin embargo disfrutamos el resto del camino con una serie de amenidades que lo hicieron confortable.

Fiel a su costumbre, Kia dispuso de toda clase de ayuda electrónica y de sistemas de seguridad de última generación para ofrecernos ayuda como: radar con sistema de asistencia en colisión frontal, frenado de emergencia autónomo, sistema de asistencia para mantenerse en el carril, entre otras asistencias que se constituyen como una primera línea de manejo autónomo.

El Stinger pronto llegará al mercado mexicano como el referente que ubicará a Kia en una nueva categoría, que hoy cuenta con la capacidad y talento para crear un vehículo capaz de ofrecer tecnología propia de marcas premium, con una experiencia de manejo superior.

Revive con nosotros todo un viaje a bordo del Kia Stinger con motor 2.0 litros

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