La Honda Odyssey se gradúa en las grandes ligas de las minivan
POR: Cristian Moreno el Mié, 09 de Agosto de 2017, 02:09 pm
Cristian Moreno | Colaborador
Amo los autos y me apasiona la movilidad. Coordinador del concepto Atracción en sus distintas plataformas. Editor del periódico Excélsior y conductor en Excélsior Televisión. Consultor, conferencista y colaborador del programa de radio Autos en Imagen. Ciudadano del mundo, hecho en Cuernavaca.
Hoy se ve muy lejano ya aquel año de 1994, cuando la historia de la Honda Odissey comenzó a acumular millas, las que hoy convierten a la quinta generación de esta minivan en uno de los vehículos familiares más amigables del planeta. El mundo cambió y la marca japonesa supo entenderlo.
Esta camioneta hoy ofrece el último grito de la moda en cuanto a innovaciones tecnológicas se refiere. A simple vista su diseño exterior no se modificó radicalmente, pero en cuanto te subes y buscas cómo encender el motor te das cuenta que las cosas sí son diferentes.
El botón de encendido pone en marcha un motor V6 3.5 litros de 280 caballos de fuerza, los suficientes para que cuando se hunde el acelerador se obtenga una respuesta briosa y contundente.
Como ocurrió con otros vehículos de marcas como Lincoln, Ram y Jeep, la Odyssey también se deshizo de la palanca de velocidades y en su lugar colocó una botonera que con unos días a bordo se vuelve más fácil de operar. Ésta controla una sofisticada transmisión automática de diez velocidades que permite exprimir los caballos de fuerza, cuando de ir rápido se trata, y optimizar el consumo, si deseamos un comportamiento más eficiente.
Una manifestación nos cerró el acceso a la autopista México-Cuernavaca, así que con una cita en Santa Fe pusimos a prueba el desempeño de este vehículo. Es muy improbable que con la familia a bordo se maneje la nueva Odyssey como nosotros lo hicimos. Sin embargo, nos llevamos una grata sorpresa.
Llamó nuestra atención la respuesta del motor, el cual habíamos manejado durante los primeros días bajo el régimen de consumo bajo, pero en cuanto le quitamos esa limitante se volvió más sensible al acelerador.
El comportamiento de esta camioneta de 5.183 metros de largo no fue el esperado de acuerdo con nuestras expectativas, ¡las superó ampliamente! La marca hizo un gran trabajo a la hora de pulir la carrocería, pues en ningún momento sentimos que la camioneta estuviera peleando contra el viento.
El aplomo con el que enfrentó las primeras curvas nos dejó claro que el desarrollo de la suspensión, independiente para las cuatro ruedas y Multilink en el eje posterior, fue un acierto que los conductores agradecerán cuando estén al mando de este vehículo, pues abona a un comportamiento más seguro y predecible.
A pesar de su peso y dimensiones, las asistencias electrónicas nos ayudaron a no enfrentar sobreviraje excesivo y a sentirnos más confiados, pues al encontrar sus límites y alcances puede ser considerado un vehículo obediente, que acata las órdenes del piloto.
Durante los rebases que ejecutamos, el empuje del motor nos brindó 262 libras pie de torque que nos hicieron sentir sobrados de poder. Las paletas de cambios detrás del volante son una herramienta muy útil para poder manipular de forma manual los cambios, en caso de que se requiera llevar el motor a un mayor régimen de revoluciones para concretar una maniobra que así lo demande.
Llegamos a tiempo, así que volvimos al modo Eco, con el que menos combustible se gasta, e ideal para la ciudad.
SE DISFRUTA MEJOR EN FAMILIA
Sin embargo, la mejor cara de esta camioneta la conocimos cuando subimos a tres pequeños y cinco adultos a bordo para ir a celebrar el cumpleaños de uno de los pasajeros, pues en ese momento descubrimos que la verdadera magia de esta minivan ocurre cuando cada uno de los pasajeros encuentra su espacio y la posibilidad de viajar cómodamente acompañado.
Para ofrecer esa habitabilidad echa mano de posiciones de los asientos, hasta cierto punto inusuales (por ejemplo, moviéndolos a los lados), lo cual mejora el aprovechamiento del espacio. Además, es posible acomodarlos con una serie de configuraciones, que pueden alterarse para llevar carga extra en lugar de algunos acompañantes. La cajuela de 886 litros es más grande que la de, prácticamente, cualquier SUV de tres filas de similares dimensiones.
Desde la llave es posible abrir y cerrar la cajuela y las puertas laterales, así como encender el motor, en tanto que la apertura de las puertas traseras facilita el acceso a las filas posteriores.
El sistema de infoentretenimiento es una maravilla, pues la interfaz es ya prácticamente una tablet, que funciona de forma intuitiva y te permite vincular fácilmente dispositivos móviles. Aunque, si lo que quieres ver es una película, la mejor forma de hacerlo es en la pantalla de la segunda fila de asientos.
Cuenta con un arsenal de bolsas de aire: laterales, de tipo cortina, para las rodillas del conductor y copiloto, así como frontales que, acompañadas de una larguísima lista de sistemas de seguridad y asistencias electrónicas, impulsan la orientación familiar de este vehículo, que no escatima en el uso de cámaras, para tener controlado el uso de la reversa o el punto ciego del lado derecho del vehículo, cuando se enciende la direccional con la intención de dar vuelta o cambiarse de carril.
A pesar de que tanto la Pacífica como la Sienna hoy son serias competidoras y cuentan con argumentos relevantes para hacerle frente a la Odyssey en términos de equipamiento, gadgets y diseño, la relación costo beneficio y el desempeño de esta Honda son argumentos suficientes para consolidarla como la mejor minivan de su clase y un gran vehículo familiar.
Fotos: Juan Herrera
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