Torino: la historia del purasangre de Ford

Hubo una época de autos grandes. De modelos pensados en una clase de personas que ahora están en extinción: de personas que necesitaban más que un auto, una bestia qué dominar.

El Gran Torino Sport. Foto: CarGuide

En esa fantástica época que vio el nacimiento de los muscle cars estadunidenses, apareció una leyenda. Un “toro” de Ford, un purasangre indomable que fue llamado –oportunamente- Torino.

El nacimiento del toro

En 1955 Ford lanzó una línea de autos –seguro te sonará- a la que llamó Fairlane. Estos coches hicieron historia durante muchos años. En 1968, estás leyendas incluyeron (como sus versiones más lujosas) al emblemático Torino.

Así lucía la parrila a su salida. Foto: FordFansFB

Apenas dos años después, el nombre del Torino fue tan popular, que se convirtió en un modelo propio. Al momento de su salida al mercado, esta mezcolanza entre Fairlanes y Torinos tuvo hasta 14 versiones. Entre las más destacadas los de 2 y 4 puertas, uno convertible, e incluso una vagoneta.

El primer Fairlane con el apellido del Torino estaba disponible en versión de techo rígido con 2 y 4 puertas y era seguido por el Torino GT, una maravilla con toques deportivos.

La versión Cobra. Foto: Pinterest

Recibieron un motor de 3.0 litros y seis cilindros capaces de generar hasta 200 caballos de fuerza (o toros, sería oportuno apuntar). Para la versión del Torino GT el motor utilizado fue un V8 de 4.9 litros capaz de desarrollar hasta 302 hp.

Sin embargo, si algo destacó de la época del Torino fue su gran variedad de opciones, también se le encontró con motores de diferente caballaje, así como una versión asombrosa llamada Cobra-Jet con 428 hp.

Para 1970 el modelo adquirió mayor notoriedad y recibió algunos cambios respecto al auto que vio su nacimiento, destacó el fastback con su carrocería más baja, el favorito de muchos aficionados al Torino. Para este año el Fairlane se convirtió en la una sub-serie del Torino.

Gran Torino Sport. Foto: HR

En cuanto a estética, se modificaron las líneas y se hicieron menos rígidas y más atrevidas. La parte frontal se hizo más puntiaguda y le brindaron una estética más atractiva y “moderna” en general. Sin embargo, este fue sólo el preludio de esa magnífica obra del destino: el Gran Torino.

Gran Torino

En 1972 uno de los coches más increíbles que hemos podido apreciar (en lo estético) hizo su aparición como una revisión del ya conocido Torino. Destacó su parrilla renovada que para muchos tiene parecido con una “boca de pez”. De esta versión también surgió otra más deportiva llamada Gran Torino Sport.

En 1973 la parrilla frontal era como esta. Foto: HR

Desafortunadamente esta versión sólo estuvo en el mercado durante un año. En 1973 su línea curva fue modificada por una más plana debido a las regulaciones de seguridad que imperaban en aquellos tiempos.

Al gran auto de Ford se le terminaría la vida apenas 3 años después, debido a que la existencia de otros modelos como el Mustang le impidió afianzarse en ventas, por lo que resultó innecesario mantenerlo en línea de producción debido a sus bajas ventas.

Te recomendamos

Chevy: el coche que siempre quisiste estrenar.

Turbine: cuando Chrysler presentó un auto que podía convertir el tequila en combustible.

La historia del Shadow: el coche con el que todavía sueñas.