Fui uno de los voluntarios en bici; esto fue lo que viví

No hay duda, el catastrófico temblor que sacudió al centro del país fue extraordinariamente sorpresivo en muchos sentidos. Por un lado, ocurrió el mismo día que el sismo de 1985, las víctimas crecen en niveles alarmantes y edificios muy cercanos a todos nosotros ahora son solo cenizas.

La ayuda es una de las noticias más gratas que hemos tenido. La cantidad de gente es por demás impresionante y existen tantos voluntarios, que han pedido que ya no lleguen más.

Uno de los problemas más grandes, es la imposibilidad de comunicarse rápida y eficientemente por las calles de la ciudad para repartir bienes. Las avenidas se saturaron, la gente caminaba por todos lados, los autos se encontraban varados y difícilmente se tenía acceso a puntos críticos. Es donde entra la bicicleta.

Sabemos desde siempre que la bici es el transporte más rápido y eficiente en casos en donde autos no pueden moverse.

Foto: Archivo

Nos organizamos de inmediato.

El requisito: dos piernas fuertes, la cabeza fría, mochilas grandes y la disposición de ayudar.

La comunicación era difícil, así que entre personas cercanas; triangulamos y convocamos a la mayor cantidad de ciclistas para reunirnos.

La idea era no solo llevar víveres a los centros de acopio, sino que además, distribuirla de ahí, a otros lados en donde carecieran de ellos.

He tenido experiencia como bicimensajero, así que tomé lo que pude, como medicinas, alimentos, y todo lo que cupiera en mi mochila y fui.

La sorpresa fue encontrar demasiada ayuda así que decidí distribuir y llegar a lugares donde supuse que habría menos. Por medio de tuits y mensajes, se sabía qué se necesitaba y en dónde.

Foto: Twitter @divisiondelsur

La impresión de ver edificios en donde yo incluso había estado, fue estremecedora. Pasé por la condesa, en donde trabajé un tiempo, los edificios destruidos, otros apenas se sostenían, los demás estaban evacuados.

Daños a edificios de condesa #Sismo pic.twitter.com/P0cbTekWpO

— Francisco Sandoval (@Mrterremoto) September 19, 2017

La desolación de los edificios, contrastaba con la multitud tratando de ayudar. Prácticamente todos lo hacían y acudían a lo que se les pedía. Las pocas calles por donde se podría circular, estaba llena de gente tomando sus pertenencias y evacuando sus edificios. Algunos no tuvieron tanta suerte y tuvieron que abandonar sus hogares para no volverlos a ver. Pero eso definitivamente no es nada comparado con lo que otras personas han sufrido en esta, una de las peores tragedias.

La gente ha comenzado a mudarse de los edificios evacuados en la calle Ámsterdam, en Condesa pic.twitter.com/jNfGJRc80Y

— BuzzFeed News México (@BuzzFeedNewsMex) September 21, 2017

Roma, Narvarte, todas la misma situación, un escalofrío recorrió todo mi ser. Mi cabeza ya no estaba tan fría.

Al comunicarme con gente involucrada en temas de movilidad, nos dimos cuenta de un problema bastante grave: la información clave para que se distribuyera la ayuda de la mejor forma, no estaba siendo ni certera ni los suficientemente rápida.

Las noticias de edificios que se caían llegaban rápido, lamentablemente muchas de ellas eran falsas. Solicitaban ayuda en puntos de derrumbe y cuando ya era demasiada, no se sabía en todos lados.

Se decidió coordinar grupos de gente cercana y confiable para poder verificar la información y que la ayuda se colocara en donde más se necesitara. Se mandaba la información para que fuera mapeada. El resultado: un mapa con información VERIFICADA de edificios, necesidades, acordonamientos, fugas de gas, agua, etc.

*Mapa obtenido gracias a la colaboración de las organizaciones Bicitekas A.C, Tú Constituyente, HorizontalMx y Ahora

Esto, para evitar la propagación que fuera falsa o tuviera imprecisiones, ahora tenemos una red de colaboradores que revisa con detenimiento la información y la difunde mediante un mapa.

Sin duda, moverse a la ciudad de un lado a otro en una situación de este tamaño es abrumador, cansado y difícil. La gente se siente insegura, algunos desesperados, otros intranquilos, otros consternados. Lidiar con ello, no es nada fácil. La unidad triunfó ante todo.

No se ha sabido de lesionados o accidentes de tránsito por estas situaciones. 

Luego de un exhaustivo recorrido por zonas afectadas, noté que el metro estaba dejando pasar bicicletas; decidí no hacerlo, para que lo utilizara mejor personas que lo necesitaran.

El papel de la bicicleta quedó marcado como uno de los más importantes en términos de traslados y movilidad de cosas. Al momento en que escribo, la participación de ciclistas ha sido vital y no ha habido falta de voluntarios y ciclistas de todo tipo. Anteriormente, en las calles, nos hemos peleado con automovilistas, y con otros mismos ciclistas con los que  existen diferencias. Hoy reina la soludaridad y unidad de una comunidad que está dispuesta a lo que sea por el otro. 

Foto: Twitter

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