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RSX: el Mustang que nunca podrás comprar

Maravilloso, inaccesible.

POR: Diego Pérez el Dom, 26 de Febrero de 2017, 08:57 am

Un Mustang. Foto: Ford
Diego Pérez

Diego Pérez | Colaborador

Yo también vivo en esta ciudad... y la padezco  Twitter: @icariito

Estoy a punto de contarles una tragedia.

 

Se trata de un coche que pudo robarnos suspiros, todo nuestro dinero, y miradas en las carreteras del mundo. Si eso es poco, no era cualquier auto. Se trataba de un Mustang.

 

 

Su nombre era RSX y fue un concepto concebido como un coche de rally, biplaza, con todo el espíritu de esa época maravillosa de crepés que fue la década de los ochenta. La parte triste de la historia es que sólo lo mostraron y jamás se hizo realidad.

 

Si acaso eso fuera poco, ocurrió cuando Ford compró a la automotriz italiana Ghia, estamos hablando en palabras mayores: uno de los autos más estadunidenses jamás creados reimaginado por italianos. Una locura por donde se le mire.

 

Aparición

 

El RSW (Siglas de Rallye Sport Experimental) hizo su aparición como uno de los tantos prototipos que nos dejan este tipo de eventos, en el AutoShow de Chicago de 1979.

 

 

Como lo puedes observar conserva esa estética “futurista” de inicio de los ochenta, con líneas estilizadas, muy remarcadas, e inclinadas.

 

Las parrillas delantera y trasera seguían un criterio en el que los faros marcaban una línea continua muy interesante.

 

 

De igual forma, las puertas contrastaban con el resto de la estructura del vehículo, sin mayores pretensiones, sólo un ligero cambio de tonalidad que en lo particular creo, debieron intentar con mayor regularidad en la tercera generación del Mustang. Habría lucido muy bien.

 

Motor

 

Este modelo,  equipaba un motor de 2.3 litros, 4 cilindros en línea con turbo y transmisión manual de 4 velocidades.

 

 

El interior estaba recubierto de acabados en piel, que intentaba hacer juego con las puertas que –de acuerdo al manual que obtuvo el periodista de Jalopnik, Raphael Orlove-, pretendían lucir como fabricadas por completo en cristal, pero en realidad se trataba de metal pintado en negro.

 

El aspecto podría levantar controversia: ¿es un Mustang?, claro que sí. Es uno maravilloso con el que sólo nos hicieron soñar, y después, simplemente nos lo quitaron para siempre.

 

 

Imágenes: Ford

 

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