Cuando el Tranvía transitaba en las calles del extinto DF

Es probable que quienes vieron la inauguración del primer Tranvía en las calles de la Ciudad de México, hayan muerto en la actualidad. Era 1900 cuando se anunció con bombo y platillo la apertura de un transporte público “de la más alta tecnología” que llegaría al extinto Distrito Federal: El Tranvía.

Así lucen los que se conservan. Foto: SCT

Aquello debió ser un acontecimiento, sobre todo si consideramos que hasta entonces, los capitalinos conocían algo similar al Tranvía, una especie de habitáculo tirado –literalmente- por burros, en ese entonces la fuerza de propulsión de un transporte rústico y prosaico que corría sobre los raíles del ferrocarril.

Ante el constante crecimiento y expansión de la ciudad (que nos pregunten a nosotros a dónde está parando el asunto), las mulas serían reemplazadas por energía eléctrica.

Una maravilla de la tecnología.

Inauguración

El 15 de enero de 1900 el tramo que corría de Chapultepec a Tacubaya dio su primer servicio. Aquellos carros amplios adormecían a sus pasajeros con su vaivén y lento transitar, -y lo hicieron durante 86 años- hasta que el progreso los sepultó poco a poco y se convirtieron en simples recuerdos.

El antecedente jalado por burros. Foto: CDMX.Blog

Aquel transporte llevaba al elegante conductor vestido de traje y sombrero en una parte expuesta al frente del vehículo. Estos eran de la marca Brill y se compraron en dos tamaños: con capacidad para 26 y 32 pasajeros respectivamente. Era una época en la que las necesidades del transporte eran muy distintas a las actuales.

En aquel entonces, el Zócalo de la ciudad, era literalmente el punto neurálgico por el que todos debían cruzar para viajar a cualquier otro punto de la urbe. De ahí que la gran terminal desde la que partían las rutas del Tranvía, se ubicara en la entonces llamada Plaza de Armas.

Este transporte contempló la historia de México de primera mano: funcionó durante la época revolucionaria, los mundiales y olimpiadas, e incluso (por supuesto), la masacre de estudiantes de 1968.

Para mediados de los años cincuenta el servicio recibió una importante actualización, cuando el Servicio de Transportes Eléctricos del Distrito Federal compró modelos PCC de Estados Unidos. Eran seminuevos, aunque de la tecnología más moderna –en aquel entonces-, y ya podían transportar hasta a 100 pasajeros (sentados y de pie) en total, un dato que nos habla del importante crecimiento demográfico de la ciudad en un corto lapso.

Unidad restaurada que dio servicio en México, actualmente se encuentra en San Francisco, Estados Unidos. Foto: Blog.CuriosidadesdeMéxico

Pese a su gran utilidad, llegó la fecha en que dejaron de ser convenientes para la necesidad de una urbe cuyo crecimiento fue desproporcionado.

La debacle

Con el tiempo varios incidentes dejaron obsoletos a los Tranvías. En primera instancia, un choque ocurrido en 1953 en la línea de La Venta-Cuajimalpa, provocó que la ruta jamás se volviera a poner en servicio.

Posteriormente con la inauguración del Metro en 1969, en su Línea 1, poco a poco el Tranvía dejo de ser el transporte importante. El golpe de gracia fue la ampliación a la Línea 2 ocurrida un año después.

Para 1979 se cerraron otras 9 líneas, y sólo quedó operando una que corría de Taxqueña a Xochimilco. Los vehículos que se aferraban a dar servicio finalmente desaparecieron de forma contundente tras el terremoto de 1985, cuando gran parte de ellos quedaron aplastados tras un derrumbe en su centro de resguardo.

Finalmente, desaparecieron. Foto: SCT

Esa línea que operaba aún se convirtió en lo que hoy conocemos como el tren ligero de Taxqueña. Aunque obviamente, los trenes que dan servicio en la actualidad no tienen que ver con los históricos Tranvías.

Actualmente existe un servicio turístico que permite vivir esta experiencia, más que como un medio de transporte, como un entretenimiento de apela a la nostalgia. Pero esa es otra historia.

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