Lewis Hamilton le da vida al campeonato

No todo está escrito, Hamilton regresó a la cima y las cuatro carreras que le restan a la temporada prometen tener una dosis extra de adrenalina, pues el título puede ser para cualquiera de los pilotos del equipo Mercedes. Luego de que, el Gran Premio que se disputó el día de ayer (de noche en Singapur) volvió a ser un circo de dos pistas. Por un lado, el del espectáculo de Mercedes y por el otro, el del resto de la parrilla, donde gracias a un safety car los Red Bull lograron sacar la mejor parte, para quedarse con la escolta del piloto inglés, a costillas de un desesperado Fernando Alonso.

La carrera sólo pudo ver 60 de las 61 vueltas pactadas y tuvo que terminar por tiempo, en total poquito más de dos horas. Las calles de Singapur vieron de todo y a pesar de los pocos rebases, las estrategias y arriesgadas apuestas brillaron en la oscura noche, dando un espectáculo digno de la máxima categoría.

Como en otras batallas, la victoria que se repartieron las flechas plateadas tuvo un toque de misticismo, suerte y hasta drama, pues fueron las fallas en el auto de Nico Rosberg las que lo dejaron parado en su primera parada en pits, apenas en la vuelta quince, sirviéndole en charola de plata la victoria a Lewis Hamilton. Ya son muchas en esta temporada y eso no habla bien de la fiabilidad de los rápidos autos de Mercedes que en esta temporada han abandonado en cinco ocasiones.

Total que los fierros no tienen palabra de honor. Cuando no ha sido una cosa ha sido otra y los hombres del equipo alemán otra vez no pudieron medir fuerzas como hubieran querido, y fue el auto que no se apagó el que definió quién cruzaría por delante la línea de meta.

Con el de ayer, Nico Rosberg sumó su segundo abandono de la temporada, cediendo lo más alto de la tabla de posiciones a su coequipero Lewis Hamilton. Aunque la mala suerte, que hoy ha rezagado por tres puntos al piloto alemán de su peor enemigo, también le ha enseñado este lado amargo en tres ocasiones al piloto inglés.

Para los de Red Bull, la cosecha nuevamente debe calificarse como buena, pues con motores tan mediocres, lo hecho ayer por Daniel Ricciardo, quien incluso llegó a ser líder de la contienda, y su coequipero Sebastian Vettel es de aplaudirse.

Con el tercer escalón del podio, el piloto australiano de Red Bull afianzó su tercera posición en la tabla, pues su más cercano rival, Fernando Alonso, se fue de Singapur teniendo que conformarse con penas, cruzar la meta en cuarto lugar y apenas 133 puntos para el campeonato de pilotos, 48 menos que Ricciardo.

De los de Williams ni hablar, nuevamente no pudieron cumplir con todo lo que prometían y mientras Bottas al final no pudo ni luchar por los puntos, a Massa hay que alabarle el aprovechar tan increíble bólido para llegar en la quinta posición.

Y en esta ocasión, hasta los pilotos mexicanos lucharon por su pedacito de gloria, una de esas cosas que sólo pueden pasar en una pista callejera, donde un pequeño incidente, como el que Adrian Sutil le arrancara el alerón frontal al Force India de Sergio Pérez, cambia por completo el curso de toda la carrera.

Al final Esteban, quien por momento llegó a estar en la zona de puntos tuvo que abandonar, y al bajar del auto demostrar el claro descontento que tiene con un bólido que no da una.

Afortunadamente, en el caso de Checo, el tapatío pudo remontar y recuperarse del contacto sufrido con el Sauber de Sutil y en la última vuelta, dar cuenta de varios pilotos, Kimi Raikkonen incluido, para quedarse con los seis puntos que le dio el séptima lugar, mismos que lo mandaron hasta la décima posición de la tabla general, a pesar de estar empatado en puntos con el piloto finlandés de Ferrari.

Habrá que esperar un par de semanas para ver cómo el circo vuelve a montar las carpas en Japón, donde por el tipo de pista se espera que nuevamente sean los motores Mercedes-Benz los que dominen la escena del trazado, poniendo en aprietos a los equipos impulsados por Renault y Ferrari.