Todo lo que tienes que saber sobre la Fórmula E

En 2010, un vehículo denominado Formulec, un monoplaza completamente eléctrico, comenzó a dar la vuelta al mundo. Desde Cancún hasta Moscú viajaba para vender una idea: convertirse en la primera serie de competencia con vehículos de esta tecnología. Presidentes de todo el mundo, como Felipe Calderón en aquel tiempo, quedaron admirados con la idea y apostaban a que podía convertirse en un futuro, para algunos lejano, en un contendiente real para la Fórmula 1.

Los pronósticos les fallaron, y tras sólo cuatro años, aquel proyecto que surgió con el apoyo económico del Consejo General de Yvelines, Francia, y que contó con la colaboración del equipo Mercedes, gracias a su túnel de viento, así como de la casa francesa ART en el desarrollo del chasis y partes mecánicas, se convertirá en realidad el próximo 13 de septiembre cuando arranque la primera campaña de la Fórmula E, la primera serie completamente eléctrica de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

La nueva categoría busca terminar con un mito: que los eléctricos no pueden reemplazar a coches deportivos debido a su falta de potencia. En esta primera experiencia, los autos de la Fórmula E portarán un motor eléctrico desarrollado por McLaren, el equipo inglés de Fórmula 1, capaz de producir hasta 200 kw, equivalentes a 270 caballos de fuerza, y que permite una velocidad máxima de 225 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en tres segundos.

Sin embargo, esto es sólo el inicio con miras a conseguir velocidades similares a las de un auto de la máxima categoría con el paso del tiempo y superar los 340 km/h.

Esa meta no es tan lejana. En junio de 2013, Drayson Racing Technologies alcanzó con su Prototipo de Le Mans los 328.6 km/h en el circuito de Elvington, Inglaterra; la máxima velocidad punta para un automóvil eléctrico de competencia.

Este coche tenía un motor que ofrecía el equivalente a 850 caballos de fuerza. Esta misma compañía se ha unido a Fórmula E para ayudarlos en sus metas.

Los eléctricos, un mercado en crecimiento

El incremento de ventas en automóviles eléctricos, y la fabricación de nuevas unidades urbanas como el BMW i3 o el Nissan LEAF para venta al público, así como la llegada de sedanes con esta tecnología como el Tesla S, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4.4 segundos, comienzan a mostrar que el mundo se prepara para dejar de utilizar el petróleo como fuente principal de combustible.

Esta clase de coches, si bien aún mantienen un bajo número en comparación con los propulsados a gasolina, cada año ganan terreno. Apenas a principios de 2014 se dio a conocer que Europa se convirtió en el segundo mercado para los autos eléctricos al agregar 18,939 de estos coches a su parque vehicular durante el primer semestre de 2013, lo que los colocó por detrás de Estados Unidos donde se registraron 30 mil nuevas unidades, y delante de Japón.