¿Por qué te vendría bien tener un SEAT Toledo?

Desde su renacimiento, el SEAT Toledo se ha colocado como uno de los vehículos consentidos de la firma española y para el modelo 2016 recibió mejoras, que lo convierten en uno de los modelos más apetecibles del segmento.

Arropado por un espectacular diseño, esta actualización cuenta con mejoras como luces direccionales en los espejos, incorporación de un nuevo sistema para dispositivos inteligentes llamado Full Link, luces Full LED para la versión tope y nuevos diseños de rines.

Todo el papel se ve muy bien, pero no conoces realmente cómo ha mejorado este coche hasta que lo conduces. Así que era momento de partir de la Ciudad de México rumbo a Puebla, para comprobar las mejoras.

Para el modelo 2016 tendrá seis versiones de este vehículo y nosotros estábamos al volante del tope de gama, la Advanced, que cuenta con todo el equipamiento.

Debajo del motor se esconde un cuatro cilindros 1.4 litros turbocargado de 125 caballos de fuerza y 147 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática DSG, de siete velocidades y doble embrague, que impulsan al eje delantero. También se ofrece un 1.6 litros aspirado y un 1.2L turbo.

Antes de arrancar descubrimos una de las grandes novedades, el sistema Full Link, que, por fin, nos permitió conectar nuestro iPod al sistema de sonido, uno de los principales problemas que habíamos encontrado en la versión anterior.

El nuevo sistema multimedia tiene compatibilidad con dispositivos que tengan sistemas operativos de Apple, Android y Windows, creando un espejo del gadget en la pantalla del sistema, pudiendo utilizar Google Maps como navegador, reproducir música de la que se tiene almacenada o vía Spotify, entre otras funciones.

Los primeros kilómetros de nuestro recorrido resultaron bastante tranquilos, con poco tránsito en la calle, que nos permitió ir a buen paso, disfrutando del camino.

Más tarde llegamos a la autopista que nos lleva a Puebla y ahí comenzamos a descubrir las bondades dinámicas de este vehículo, que si bien no es un deportivo, se comporta de muy buena forma a altas velocidades.

La transmisión DSG en modo manual nos permitió subir las revoluciones más antes de realizar los cambios, al tiempo que nos asistía en frenadas fuertes, pero es realmente sorprendente lo bien que se comporta por encima de los 150 km/h.

Curvas, subidas, bajadas y algunos cortes de carriles por reparación de la autopista nos permitieron comprobar el buen balance del Toledo, que se mantiene intacto en todas las versiones, pues mecánicamente son iguales, salvo por las motorizaciones y transmisiones, la plataforma es la misma en las seis versiones.

El regreso nos siguió mostrando las buenas cualidades dinámicas del Toledo, pero nos dejó con los ojos saltones cuando regresamos a dejar el auto a Polanco y revisamos que, a pesar de que veníamos con el acelerador a fondo, no consumimos ni la mitad del tanque de gasolina y con ello todavía nos marcaba más de 350 kilómetros de autonomía, con un consumo promedio de 15 kilómetros por litro.

Como es una costumbre en la firma española, los interiores cuentan con muy buenos acabados y un diseño con líneas rectas y ángulos, que le dan un aire de modernidad.

El tablero ahora cuenta con una nueva computadora de viaje que se controla desde el volante multifunción, y quizá sólo se extraña la presencia de unas paletas de cambios atrás del volante.

Los asientos complementan el cuadro con un diseño deportivo, buena sujeción del cuerpo y tapicerías de tela o piel con alcántara.

SEAT no quiere sorpresas y busca que el renovado Toledo se convierta en el referente del segmento.