Si eres fan del Mitsubishi Lancer Evolution, hay malas noticias

Veintitrés años después de su aparición en el Campeonato Mundial de Rallies (WRC) y tras haber ayudado al finlandés Tomi Makkinen a conseguir cuatro títulos de pilotos y uno de constructores, es momento de decir adiós al famoso Mitsubishi Lancer Evolution mejor conocido como Evo.

Su presencia en el mundo va más allá de las competencias. Su figura agresiva y su manejo deportivo lo hicieron famoso en varias películas como en Rápido y Furioso así como en la cinta francesa Taxi 2. Será ahí donde perdurará su imagen y potencia toda vez que su producción está llegando a su final.

Foto: Mitsubishi

La decisión de acabar con este emblemático vehículo tiene que ver con el rumbo escogido por la marca. Queda aún la duda de por qué matar al icono de una generación cuando otras compañías como Ford o Subaru mantienen con vida al Focus RS o al STI, modelos contra los que el Evo compitió y de hecho les ganó. El rey muere, mientras a quienes dominó sobreviven. Nada es eterno.

Los trabajadores de la fábrica de Mizushima, Japón, tienen el honor de haber emprendido los pasados días la fabricación de los mil ejemplares de la denominada Final Edition, que serán vendidos en los pocos mercados donde aún se comercializa este automóvil para rendirle tributo.

La edición del adiós tiene un motor L4 2.0 litros turbocargado de 480 caballos de fuerza ligado a una transmisión de cinco velocidades que sin duda brindará muchas emociones a sus afortunados dueños.

UNA LARGA HISTORIA

El final de la década de los ochenta era una época altamente competitiva dentro del Campeonato Mundial de Rallies. El Mitsubishi Galant comenzó a quedar rezagado por sus prestaciones mientras Lancia dominaba con el Delta.

Los japoneses seguían en la búsqueda de su primer éxito como constructores y para ello hicieron un cambio radical en su arma dentro de la serie; fue así como se mezcló el motor 4G63T del Galant, un L4 2.0 litros turbocargado de 247 caballos de fuerza, con la carrocería del Lancer y tracción en las cuatro ruedas, para después fabricar las primeras cinco mil unidades del Evolution y tener las validaciones necesarias para competir en el WRC.  

Pocos  imaginaban la clase de vehículo a la cual le daban vida y su trascendencia en la historia de la marca.

En 1998, Mitsubishi consiguió el ansiado trofeo de constructores. Pero antes de ese éxito, el Evolution ya se había convertido en un vehículo de culto, adorado por los amantes de la velocidad que buscaban un coche deportivo sin tener que gastar cientos de miles de dólares, ofrecía esa emoción en las 10 generaciones gracias a la experiencia acumulada, ejemplo de velocidad fue el Evo VIII que era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3.5 segundos gracias a su planta de poder de 405 hp.

Foto: Mitsubishi

Ahora, toda esa historia está por terminar. El Lancer, sin embargo, continuará en la gama y por ahora lanzan una versión GT, que para nada se acerca al Evo. Su motor naturalmente aspirado L4 2.4 litros apenas cuenta con 186 caballos, lejos de los 240 caballos que ofrecía la planta de poder Ralliart.

Uno de los samuráis más sofisticados ha terminado su historia.