Detroit lo ha vuelto a hacer

DETROIT, Michigan.- De 1907 a la fecha han pasado muchas cosas, el planeta le ha dado muchas vueltas a la órbita del Sol y el mundo parece ser otro, en parte gracias a que la industria automotriz se ha convertido en motor de la humanidad.

Sin embargo, aquel salón celebrado a principios del siglo XX comenzó una historia que permanece hasta nuestros días. Y a pesar de algunos años malos, hoy el Cobo Hall, el recinto donde se celebra, desde 1961, el Salón Internacional de Norteamérica, parece haber recuperado parte del fulgor de sus años mozos, por lo que la ciudad otra vez se vistió de fiesta.

Las luces que brillan en los altos rascacielos, el tren elevado que desde 1987 traza un circuito, y que a la fecha mueve a quienes van a la exhibición automotriz, son parte de un cuadro al que este 2018 el clima le puso nieve para nuevamente darle el ambiente acostumbrado a la primera exhibición automotriz del año.

El buen momento que viven las tres de Detroit (alguna vez grandes) no pasó desapercibido, y como es costumbre llevaron buena parte de la música y el acompañamiento. General Motors, Ford y Fiat Chrysler Automobiles no le quedaron mal a la Ciudad Motor.

Sin embargo, más allá de las marcas americanas la ofensiva asiática tuvo mucho qué decir, y con la participación de Honda, Toyota, Kia, Nissan y hasta la china GAC, con buenos productos e importantes tecnologías, estas firmas se llevaron una parte de los reflectores. Los alemanes no quisieron dejar pasar la oportunidad y tanto Audi como Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen llevaron productos para lucirse en Detroit, desde el pequeño Mini, que recibió algunos retoques para el modelo 2019, hasta la enorme clase G que, a propósito de su más reciente actualización, montó una enorme 280 GE en la entrada el centro de exposiciones, atrapada en ámbar, cuyo peso se calcula en 49 toneladas, para recordarle a la audiencia la fortaleza de su camioneta, más fuerte que el tiempo.

Sin embargo, si de algo hay que hablar bien es de la fiesta que allá armaron los mexicanos, toda vez que más allá de la presencia de casi un centenar de reporteros vinculados con toda clase de medios nacionales, representantes de las marcas automotrices que operan en nuestro territorio, gente de la Secretaría de Economía y hasta proveedores, hubo cuatro vehículos que pusieron muy en alto la mano de obra mexicana, que serán producidos en nuestro país y que fueron protagonistas en los encabezados del Autoshow de Detroit.

MÉXICO CONQUISTÓ EL SALÓN

La primera en salir ante su público fue la nueva Ram 1500, que aunque mandará a la versión Heavy Duty a producirse a Michigan, mantendrá parte de la manufactura en la planta que FCA tiene en Saltillo.

La Ram definitivamente no dejó a nadie ajeno a su nueva figura, ya que se jacta de ser una de las pick ups más aerodinámicas del mercado.

Poco después el turno fue para el Volkswagen Jetta, que se hará en Puebla, y aunque una noche antes se había destapado junto a un pequeño comité de afortunados, no dejó pasar la oportunidad de hacer su conferencia de prensa en su stand.

La delicada situación de la marca alemana en Estados Unidos parece cada vez ir mejor y, luego de ser el grupo que más vehículos colocó en el mundo en 2017, parece que Volkswagen ha recuperado la intención de conquistar el mercado de la Unión Americana.

Kia hizo lo propio con el Forte, hecho en Pesquería Nuevo León, un sedán que presumió uno de los diseños más atractivos del salón y amenazó con conquistar gran parte del mercado.

La enorme Chevrolet Silverado, orgullosamente mexicana, cerró con bombo y platillo la lista de mexicanos que brillaron en Detroit, dejando en claro que sin importar la situación nuestro país seguirá siendo un aliado importante para la manufactura automotriz de la región.

14 DÓLARES es el precio de una entrada para adulto al Salón de Detroit

40 MIL personas asistieron al foro de movilidad que se organizó en el salón

9 DÍAS durará el show abierto al público, del 20 al 29 de enero, luego de haber concluido los días de prensa del 14 al 17