Este demonio llegó a incendiar Nueva York: Challenger Demon

¡Es una bala! ¡Es una bestia! Es, es… IM-PAC-TAN-TE. Durante algunos meses, te presentamos varios teasers de lo que Dodge estuvo preparando en su garaje, un auto que superaría a sus coches más potentes, el Challlenger y Charger Hellcat, una representación de la locura misma, un auto que pudo haber sido fabricado por Dominic Toretto, el Challenger Demon.

El momento no tardó en llegar, y FIAT Chrysler Automobiles invocó a todas las fuerzas prohibidas de la tierra para que el autoshow de Nueva York le diera la bienvenida al auto de producción más veloz del mundo, ya que supera los 100 km/h en 2.3 segundos, dos décimas menos que el Tesla Model S, el cual tenía ese récord.

Para lograrlo, Dodge ha utilizado su motor estrella, el V8 6.2 litros supercargado y le ha dado el toque Demon para generar 840 caballos de fuerza y 770 libras-pie de torque.

Pero el Challenger Demon no se ha conformado con eso. Su poder es tal que con un acelerón logra levantar su eje delantero 89 centímetros, la máxima marca para un auto de producción, de acuerdo con el libro de Récord Guiness.

Y para que quede sentado que quiere ser EL MEJOR MUSCLE CAR la Asociación Nacional de Hot Rod, en Estados Unidos, lo ha certificado como el más rápido en un cuarto de milla, al poder recorrerla en 9.65 segundos.

Tradición estadunidense en su máximo esplendor

Para explotar al máximo las capacidades de este muscle car, los ingenieros de FCA tomaron el motor del Hellcat y le hicieron 25 modificaciones entre las que se encuentran compresor, pistones, varillas, tren de válvulas y sistema de inyección de combustible.

Además, pusieron este vehículo a dieta, logrando reducir casi 97 kilos con respecto al Hellcat, eliminando: el asiento  de pasajero y los traseros, el sistema de sonido de 16 altavoces y amplificador, el revestimiento de la cajuela y la cubierta de la llanta de repuesto, el cuerpo de los amortiguadores, los aisaldores de espuma, los sensores de estacionamiento y el módulo de control; también se cambiaron las pinzas de freno por unas de aluminio y un rotor de dos piezas más pequeño.

Sí, se quedó pelón. Pero si tu gusto es disfrutar con varios acompañantes o que tu vehículo tenga unas vestiduras dignas de ti, puedes adquirir cada pieza con la división SRT, algunos kits arrancan en un dólar. También hay opciones de personalización como un sonido Harman Kardon de 19 bocinas, asientos calefactables y ventilados y pintura especial, entre otras ofertas.

Lo que sí es equipamiento de serie es control de estabilidad, suspensión adaptativa, frenos con ABS, paletas de cambio al volante, cuatro modos de manejo (Eco, Auto, Drag y Valet, para que no se quieran pasar de listos), dos llaves (como las del Hellcat) y una pantalla táctil de 8.4 pulgadas con el sistema Uconnect que te informará acerca del desempeño del vehículo.

Para que el orgulloso dueño de esta bestia sepa controlarla, a quienes compren un Challenger Demon, a partir de este verano, se le regalará un curso completo de un día en la escuela de manejo de alto desempeño de Bob Bondurant, quien se ha encargado de enseñar a generaciones de amantes de los muscle cars.

Se anunció una producción limitada de 3,300 unidades para Estados Unidos y Canadá. Y aunque México aún no está incluido en los planes, le rogamos al supremo mando de los altos infiernos que, pasada la Semana Santa, mueva sus influencias para ver algunos ejemplares aquí.

Fotos: Dodge

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