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Dodge Attitude el campeón de la eficiencia

POR: Pablo Monroy el Mar, 09 de Octubre de 2018, 12:41 pm

Luego de enfrentarnos a más de mil kilómetros de recorrido con un solo tanque de combustible, comprobamos que el attitud es uno de los sedanes más eficientes que se venden en méxico
Pablo Monroy

Pablo Monroy |

Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

La misión parecía sencilla: sentarse tras el volante de un Dodge Attitude 2018 con caja manual y recorrer mil kilóme­tros de distancia más uno, con un solo tanque de gasolina.

 

Sobre el papel el éxito es­taba garantizado, pues aten­diendo a la ficha técnica del coche, nos envalentonamos de saber que, con los 42 litros de combustible del tanque, podríamos enfrentar 1,134 km, gracias a los 27 km/l de rendi­miento que ofrece el motor­cito de tres cilindros 1.2 litros que lo impulsa.

 

Foto:Pablo Monroy

 

Antes de siquiera presio­nar el botón de encendido del motor, ubicado del lado izquierdo del tablero, ya po­díamos paladear el sabor de la victoria. Sin embargo, una cosa son las cifras de labora­torio para homologar el con­sumo de combustible y otra cosa es el mundo real, lleno de obstáculos que atentan contra las buenas intenciones.

 

ACEPTAMOS EL RETO

 

Antes de iniciar nuestra tra­vesía en dirección a Puebla, paramos en una gasolinera en la zona centro de la Ciu­dad de México para llenar el tanque, poner el odómetro en ceros y verificar que la presión de inflado de las llantas fuera la correcta, esto para reducir al máximo la resistencia a la rodadura de los neumáticos.

 

Foto:Pablo Monroy

 

Los primeros 17 kilóme­tros sobre la carretera Méxi­co-Puebla jugaron en nuestra contra, pues es un tramo en ascenso con el que el buen rendimiento que habíamos re­gistrado de 24.39 km/l, antes de cruzar la primera caseta, descendió hasta 16.66 km/l.

 

Sin embargo, una vez su­perado el trago amargo, recu­peramos el aliento cuando la carretera comenzó a descen­der, pues con la inercia de la velocidad prácticamente no tocamos el acelerador hasta superar la zona de Río Frío.

 

Foto:Pablo Monroy

 

De ahí en adelante, gracias a la superficie plana del asfal­to, bastó con recargar ligera­mente el pedal del acelerador para mantener una velocidad constante de 100 km/h has­ta llegar a Puebla. Las condi­ciones durante el regreso a la Ciudad de México no cambia­ron y, tras 260 kilómetros y 32 litros de gasolina aún en el tanque, nos preparamos para partir al día siguiente hacia Tecolutla, en Veracruz.

 

Una de las claves para mantener bajos consumos durante los 334 kilómetros de distancia hasta la playa fue ejecutar cada uno de los cin­co cambios de la transmisión manual sin que la aguja del cuentarrevoluciones superara las tres mil vueltas, y mante­ner el motor por debajo de las 2,800 revoluciones.

 

Foto:Pablo Monroy

 

La fórmula funcionó, pues al llegar a nuestro destino ya sumábamos 595 kilómetros en el odómetro y todavía con­tabamos con 19 litros de com­bustible en el depósito.

 

Tras una dosis de mar, sol y arena, emprendimos el regre­so a la capital. Todo iba vien­to en popa, sin embargo, al llegar a Tulancingo, un vehí­culo descompuesto en la au­topista provocó una fila de tránsito de más de dos km, lo que nos obligó a desviarnos por una carretera secundaria llena de baches y topes que nos obligaron a frenar y a ace­lerar constantemente, lo que afectó nuestro rendimiento.

 

Foto:Pablo Monroy

 

A pesar de ello llegamos a la ciudad con 920 km acu­mulados y aún seis litros de combustible, sudando la gota gorda. Aún nos faltaban 80 km para completar el reto, así que a la mañana siguiente nos enfilamos hacia la Marquesa, en el Estado de México, ner­viosos, pues todo el camino fue en ascenso.

 

De regreso aprovechamos la inercia de bajada de la ca­rretera, a la altura de Cuaji­malpa, y justo antes de llegar a avenida Constituyentes, fal­tando aún tres km para com­pletar el desafío, la última raya del indicador de gasolina ¡co­menzó a parpadear!

 

Foto:Pablo Monroy

 

Los tres km más largos de nuestra vida, pero lo logra­mos. Con la sangre fría esta­mos seguros de haber podido sacarle unos kilómetros más, pero ya habíamos tenido su­ficiente, y tan pronto encon­tramos una gasolinera nos detuvimos a recargar.

 

Esto demuestra que, con 800 pesos de gasolina, que es lo que cuesta llenar el tanque del Attitude, nos podríamos olvidar de recargar gasolina en más de una semana, algo atractivo hoy en día en que los precios de los combustibles están por lo cielos.

 

Ficha Técnica

DODGE ATTITUDE SXT MANUAL

MOTOR: L3 1.2 litros

POTENCIA HP/RPM: 76/6,000

TORQUE LB.-PIE/RPM: 74/4,000

TRANSMISIÓN: Manual 5 vels.

TRACCIÓN: Delantera

FRENOS: De disco al frente y tambor a tras con ABS

BOLSAS DE AIRE: Frontales

ENTRETENIMIENTO: Sistema Sony con pantalla táctil a color de 6.5 pulgadas con radio AM/FM/CD/MP3/USB/AUX, Bluetooth; sistema de audio con cuatro bocinas

EQUIPAMIENTO: Asientos forrados en tela tipo gamuza con ajuste manual, segunda fila abatible; volante forrado en piel, multifunción y ajustable; rines de aluminio de 15 pulgadas

SISTEMAS DE SEGURIDAD: Distribución electrónica de frenado, sistema de anclaje para silla de niños ISOFIX, cinturones de seguridad de tres puntos en todas las posiciones

PRECIO: Desde $187,900

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