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La historia del beisbolista que decidió vivir en una Combi 78

POR: Adrenalina360 el Mié, 19 de Agosto de 2015, 12:09 pm

El lanzador David Norris ha tenido ocho salidas en esta temporada con los Tigres de Detroit, todas como abridor. Fotos: Tomadas de Twitter de Daniel Norris +3 VER GALERÍA
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Daniel Norris (Johnson City, 1993) ha elegido vivir en un Volkswagen camper, modelo 78, en el estacionamiento de un Waltmart. Al menos, mientras su equipo se lo permite. Los empleados de la tienda no saben muy bien de dónde vino. Unos pocos, incluso, pasan dejando oraciones y billetes viejos a la mitad de las llantas.

 

Lo cierto es que ahí, cada noche, Norris prepara café francés y huevos refritos en una estufa portátil.  Aunque a veces falla el piloto, siempre haya el modo de servir la cena. En cajas de cartón, guarda sus pantalones vaqueros. Tiene también un refrigerador y una tabla de surf, que utiliza en la playa.

 

“Es una persona seria, de pocas palabras. Casi siempre vivió encerrado en su propio mundo”, dice Juan Pablo Oramas, pitcher de los Diablos Rojos del México. Oramas hizo pretemporada con Norris en los Azulejos de Toronto.

 

“En esa combi tiene una cama, un tanque de gas y una estufa portátil. Ahí mismo cocina. No es muy común, para ser el gran prospecto que es”.

 

Norris tiene una bola rápida de 92 millas por hora, un acuerdo con Nike y una carrera prometedora con los Tigres de Detroit en las Grandes Ligas. Con su primer contrato como profesional, compró en 2011 a Shaggy, su camper. El nombre tiene que ver con la caricatura de Scooby Doo, que veía desde pequeño.

 

Por entonces, aprendió a arreglar llantas de bicicletas en compañía de su padre. Se familiarizó así con parches y ruedas, antes que con el nombre de los estados federados.

 

Para mantenerse en forma, suele ocupar los carritos del supermercado. Ya sea como punto de resistencia o de equilibrio. Mira los Vochos tuenados más raros del mundo.  

 

Escribe poemas a mano y lee las obras de Jack Kerouac, uno de los progenitores del movimiento hippie.

 

Norris creció en Johnson City, uno de los condados de Washington. Empezó jugando futbol, para luego dedicarse al basquet y al beisbol. Quienes lo han visto en la camper, lo llaman Van Man, una traducción en inglés de El Hombre Combi. Pero a él le da lo mismo.

 

Así digan que es un surfista indigente o un vagabundo sin control, Norris vive a su manera. Gana cerca de dos millones de dólares, mas le ha pedido a sus agentes que sólo disponga de 815 mil. Lo demás, se queda en el banco.

 

Pasó su infancia con sus padres y sus dos hermanas mayores dando paseos en bicicleta los fines de semana. Además, en la escuela brilló con el equipo universitario desde montículo como el mejor lanzador de su categoría.

 

“Era un buen lanzador, porque yo ya estaba bueno en el cuidado de mí mismo”, explicó Norris alguna vez.

 

“Me encanta tener compañeros de equipo detrás de mí, pero yo no voy a confiar en ellos. Se puede estar tranquilo cuando se está lanzando, Pero mi parte favorita es competir por ser el mejor de todos”.

 

Pronto, algunos agentes como Scott Boras fueron a visitarlo en la tienda de bicicletas de su padre.  Así, en junio de 2011, los Azulejos de Toronto lo seleccionaron en la segunda ronda.

 

El equipo advirtió que no le ofrecería un contrato hasta el final del verano, por lo que Boras le aconsejó a Norris tomar unos meses de descanso. No es un renovado, pero mira el Vocho eléctrico que construyeron estudiantes en México. 

 

No obstante, Norris hizo algo casi inaudito para un prospecto: se mudó a Atlanta para pasar el verano y jugó como jardín central, en un equipo amateur. El riesgo de perderlo todo estuvo siempre presente.

 

Tras la firma de su contrato, lo primero que compró Norris fue una playera Converse, por 14 dólares. Desde entonces, aunque un poco vieja, sigue ocupando un lugar en su armario. En esos primeros meses, a Van Man le generaba inquietud ver tantos ceros de su saldo en la cuenta bancaria.

 

“¿Quién soy yo para merecer tanto?”, se decía. “¿Qué he hecho realmente?”. Por ello contrató asesores financieros y les pidió reservar el dinero en inversiones mínimas.

 

Así Norris no tendría que pensar en más. Con la mitad de lo que ganaría trabajando en tiempo completo por un salario mínimo, fue suficiente para vivir en la camper.

 

 En realidad, Van Man siempre ha estado más cómodo con una vida sin lujos. A Shaggy nunca lo llena más allá de un cuarto de tanque.  En vez de llevarla al mecánico, fija el motor de la camioneta con una cinta adhesiva. Asimismo, cuando sale a comer con sus compañeros de equipo, escribe cada noche en un diario de pensamientos, que se apoya en el tablero de instrumentos.

 

Si se trata de tablas de surf, Norris las prefiere de espuma reciclada. Igual que los libros de pasta gruesa, sobre los llamados Ebooks. Checa los detalles de cada generación de la Combi. 

 

En el tiempo que estuvo con los Azulejos de Toronto, le exigieron mudarse a un piso compartido cada vez que hubiera un partido.

 

Luego tenía la oportunidad de volver a la camper, cargado de docenas de huevos, agua, café y lo que hiciera falta para cenar.

 

Shaggy se convirtió pronto en una promesa de libertad. Lo llevaba a los entrenamientos, a no más de 92 kilómetros por hora, y le permitió escaparse a la playa para surfear, en muchas otras ocasiones.

 

“¿Dónde se puede ser tan libre como en medio de la nada?”, reflexiona Norris.

 

“Yo no voy a cambiar lo que soy, sólo porque la gente piensa que es raro. La única manera que voy a tener una gran temporada es empezar feliz y equilibrada y seguir siendo yo. Podría ser poco convencional, si no la siento bien acerca de la vida tengo que tener alguna aventura”.

 

Actualmente, Norris se ha llevado la camper a Detroit, donde forma parte de la rotación de los Tigres. A lo largo de esta temporada, tras un cambio que llevó a David Price a los Azulejos de Toronto, tuvo ocho salidas como abridor.

 

En las redes sociales, Norris se ha vuelto popular gracias a Shaggy. Pero más aún por su talento desde el montículo. Para varios aficionados, es uno de los grandes prospectos en las Grandes Ligas.

 

“Sé amable. Sé cortés. Ama a los demás y sé feliz. Es así de simple. ¿Dónde más puede ser tan libre como por sí mismo en el medio de la nada, o en el medio del océano, o en la cima de una montaña. Adventure es la libertad”. Al menos, así lo considera Norris.

 

Por ahora, mientras llega a su fin el calendario de partidos, Shaggy sigue estacionada en alguna de las calles de Detroit. Dentro, siguen esperando los poemas inacabados.

 

Uno de los mayores prospectos

 

Daniel Norris es pitcher de los Tigres de Detroit en el beisbol de las Grandes Ligas. Sus rectas tienen un promedio de velocidad de 91 kilómetros por hora.

 

Fotos: Tomadas de Twitter de Daniel Norris

 

Fue elegido en la segunda ronda del draft de 2011 por los Azulejos de Toronto, debutando con la franquicia canadiense el 5 de septiembre ante los Medias Rojas de Boston.

 

Zurdo, nacido en Johnson City, Tennessee, el 25 de abril de 1993. Registra dos triunfos y dos derrotas en la temporada.

 

Fue parte del cambio que llevó a David Price, quien estaba por convertirse en agente libre, a los Azulejos de Toronto.

 

Norris sigue siendo considerado uno de los grandes prospectos de Detroit.

#AG

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