Admira el poder refinado del Chrysler 300

AUSTIN, Texas.- Estamos de vuelta en la ciudad que alberga el Gran Premio de Estados Unidos, de Fórmula 1, el pretexto: el segundo facelift del Chrysler 300, un auto grande y poderoso, que combina la sofisticación de la marca con todo el poder que se espera de un gran sedán americano.

La marca no tiene planes de presentar una nueva generación, al menos en el mediano plazo, así que se ha encargado de llevar esta plataforma a su máxima expresión.

El auto ya era bueno y sus motores eficientes, resultado del trabajo que se había venido realizando durante los últimos años en Chrysler, pero la competencia en este segmento es tan feroz que la corporación ha optado por incorporar lo más sofisticado de los sistemas de seguridad e infoentretenimiento para hacerlo más atractivo.

Así que, con las tarifas de la telefonía celular por las nubes y moviéndonos fuera del país, lo primero que tuvimos que agradecerle a este auto fue la posibilidad de conectarnos a internet apenas echamos a andar el motor.

El nuevo sistema multimedia de Chrysler permite a los pasajeros conectarse a la red de vehículo, convirtiéndolo en una especie de hotspot ambulante, ojalá en México hubiera algo con tan buena señal y recepción.

Pero Chrysler no se dedica a hacer dispositivos que repartan internet móvil, así que nos enfocamos en poner a prueba las innovaciones que el 300 presumía.

La ruta nos llevó por distintos caminos, y una calle mal tomada nos permitió rodar un terreno en reparación que puso a prueba la comodidad de la suspensión. No hay manera de competirle en eso a este auto, definitivamente es uno de los más confortables del segmento, sin importar que los ingenieros de la corporación quieran hacerlo cada vez más deportivo.

A la moda

Los cambios más evidentes en este auto se pueden encontrar en el exterior, específicamente en la parrilla, la cual proyecta a simple vista que lo que se trató de hacer fue rejuvenecer la imagen de este sedán.

La incorporación de nuevos sistemas de iluminación y el último grito de la moda en cuanto a radares, que te permiten regular la distancia con respecto al vehículo que nos precede, influyen directamente en el nuevo look que este auto presume, tanto en la parte exterior como en el interior.

Cortesía del túnel de viento, los retoques incluyen variantes en la aerodinámica, que ayuda a esculpir y refrescar las líneas de un vehículo que se niega a olvidarse de su propuesta de diseño; aunque un alerón en realidad poco pueda modificar la imagen que ya le conocemos desde hace tiempo.

Como si estuviéramos en el parque de diversiones, a nuestra disposición teníamos motores V6 y V8, todos retocados para mejorar los consumos de combustible.

Además, también había una opción con tracción integral, que complementa la trasera que ya le conocíamos. Sin embargo, es muy poco probable que ésta llegue a nuestro país, no sólo por los costos sino porque nuestro mercado difícilmente apuesta por un sedán con este equipamiento.

Con el V8, el empuje sigue siendo enérgico y contundente. Los 363 caballos de fuerza y las 394 del motor Hemi 5.7 litros se dejan sentir, haciendo que quien se encuentre al volante se sienta poderoso.

La transmisión que administra las prestaciones de este auto es de última generación, de ocho velocidades, que se regula a través de una perilla, tal como ocurre a bordo de un Jaguar.

En cuanto al UConnect, éste incorpora algunas actualizaciones, que hacen juego con una nueva estética de los gráficos. El motor V6 3.6L de 300 caballos de fuerza es el más eficiente, aunque no el más divertido.

Ambas opciones llegarán a nuestro país en unas cuantas semanas, con una propuesta que pretende ser Premium en equipo y tecnología, y no así en precios.