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La potencia y velocidad del Chevrolet Camaro te detendrán el pulso

POR: Cristian Moreno el Vie, 29 de Enero de 2016, 04:43 pm

El nuevo Chevrolet Camaro se ha reinven¬tado para hacerle frente a rivales del pasado, el presente y hasta del futuro, la sexta generación de este muscle car mantiene la esencia de la leyenda, pero eleva la categoría. Foto: Nacho Galar +10 VER GALERÍA
Cristian Moreno

Cristian Moreno | Colaborador

Amo los autos y me apasiona la movilidad. Coordinador del concepto  Atracción en sus distintas plataformas. Editor del periódico Excélsior y conductor en Excélsior Televisión. Consultor, conferencista y colaborador del programa de radio Autos en Imagen. Ciudadano del mundo, hecho en Cuernavaca. 

Borrón y cuenta nueva. El nuevo Camaro se ha reinven­tado para hacerle frente a ri­vales del pasado, el presente y hasta del futuro, la sexta ge­neración de este muscle car mantiene la esencia de la le­yenda, pero eleva la categoría.

 

El refinamiento de este de­portivo no sólo es evidente en la calidad de los ensambles y materiales, en el buen gusto de los detalles y en la pro­puesta del equipamiento, sino también en la maquinaria, la cual ha sufrido modificacio­nes importantes.

 

Sería injusto decir que el diseño exterior es parte de esta renovación, pues éste ya desde hace algunos años se había modificado en esta dirección.

 

Como está ocurriendo con prácticamente todos los ve­hículos del Grupo General Motors, al Camaro, cual at­leta a punto de enfrentar la competencia, lo pusieron a dieta, con la intención de eli­minar peso e incrementar su agilidad, un esfuerzo que en algunas versiones ha llegado a representar hasta 177 kilo­gramos menos a la hora de subirse a la báscula. 

 

Foto: Pablo Monroy

 

Obviamente esto se ve reflejado en el consumo de combustible, la reducción en el tiempo de aceleración (0-100 km/h en aproxima­damente 4.0 segundos) y en la forma en la que el auto es capaz de moverse a la hora de retar la pista.

 

Además del esfuerzo por utilizar materiales más ligeros y resistentes como el alumi­nio, que mejora hasta en un 28% la rigidez del chasis, los ingenieros de Chevrolet em­plearon 350 horas en el túnel de viento, con la intención de pulir la nueva carrocería de este bólido. 

 

Foto: Pablo Monroy

 

UN CORAZÓN QUE SABE AMAR

 

Si bien para el nuevo Cama­ro estarán disponibles varias motorizaciones, desde un V6 3.6 litros hasta un novedoso cuatro cilindros turbocargado de dos litros, nosotros tuvimos la gran fortuna de subirnos a la versión con más testoste­rona de la gama, la SS, impul­sada por el todo poderoso V8 6.2 litros LT1.

 

La obscura madrugada fue nuestra cómplice para com­probar que los 455 caballos de fuerza que promete este V8 son auténticos pura sangre a la hora de hundir el pie en el acelerador.

 

Nos faltó calle para com­probar qué tanto pueden empujar las 455 libras pie de torque que promete alcanzar. Sin embargo, si por rugidos fuera a ser calificado, el voza­rrón de este motor hace que el actual Camaro sea un digno representante de la leyenda que pesa sobre sus hombros.

 

A través de las primeras curvas en subida de la au­topista México-Cuernavaca pudimos comprobar la utili­dad de las asistencias electró­nicas invitadas a la fiesta del nuevo Camaro, así como de la suspensión con Magnetic Ride Control, del trabajo en el reparto de pesos, lo cual en su conjunto redunda en una agilidad nunca antes vista a bordo de un Camaro.

 

Premisas que en conjunto luchan por dejar atrás la re­putación de que los muscle cars americanos son autos más emocionantes en rectas de cuarto de milla, que en si­nuosos caminos que requie­ren algo más.

 

Un enorme señalamiento a mitad de la carretera que nos advirtió acerca de reparacio­nes en el camino nos obligó a echar mano de la tecnolo­gía que Brembo utilizó para ajustar los frenos de disco con cuatro pistones adelante y un pistón detrás, el auto se de­tuvo de forma contundente y sin perder el estilo.

 

Como buen auto moder­no y globalizado, a bordo de este Camaro es posible ele­gir distintas puestas a punto, con la intención de ir con él a prácticamente cualquier lugar con el comportamiento deseado y aunque nosotros prácticamente todo el tiempo lo manejamos en modalidad pista, es posible elegir los modos: nieve/hielo, tour, de­portivo y pista, éste último sólo disponible en la versión SS

 

 

Foto: Pablo Monroy

 

A LA ALTURA DE SU HISTORIA

El reto lanzado por Mustang, al renovar por completo sus inte­riores fue algo que en Chevro­let no pasaron por alto. De tal suerte que no hay rincón aden­tró del Camaro que no haya sido revisado.

 

El resultado fue una completa renovación del tablero y consola central, en la cual se han susti­tuido los diales analógicos y en su lugar se han colocado cone­xiones USB para teléfonos mó­viles y reproductores de música, incluso un cargador inalámbrico para el celular. 

 

Foto: Pablo Monroy
 

No pudimos evitar que las nuevas salidas del aire acondi­cionado nos recordaran al Audi TT, no sólo por el diseño sino también por la funcionalidad, pues es posible regular desde éstas la temperatura y la inten­sidad del aire.

 

El sistema de infoentreteni­miento de última generación, así como la posiblidad de reflejar las funciones del iPhone en la pan­talla táctil de seis pulgadas de la consola ponen a este Camaro en el último grito de la moda.

 

Además, desde el volante es posible manipular todas las funciones, que también se ven reflejadas en el menú de la com­putadora de viaje del tablero.

 

La transmisión con la que pu­dimos probar este auto fue una automática, que pudiera sonar aburrida si no fuera por las pa­letas de cambios que nos permi­ten hacer los cambios de forma manual.

 

Si con las versiones de Dodge y Ford nos habíamos sorpren­dido de la evolución del muscle car americano, con la de Che­vrolet hemos confirmado que la industria automotriz de los Esta­dos Unidos hoy está más en voga que nunca.

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