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Esta fiera en forma de Challenger se escapó de la jaula

POR: Marco Robles el Mar, 04 de Agosto de 2015, 12:00 pm

La división Mopar presentó el tercer nivel de su paquete de altas prestaciones para el Dodge Challenger. Foto: Dodge +5 VER GALERÍA
Marco Robles

Marco Robles | Colaborador

Periodista automotriz, amante de la pasta, el beisbol, los autos, los días fríos, el whisky y los buenos momentos

ANN ARBOR, Michigan.-La fiera se escapó de la jaula. El ronco sonido de un motor hizo que volteáramos rápidamente. Como si se tratara de un depredador que está acechando a su presa, el Challenger nos miraba fijamente.

 

Estamos en Porving Grounds, una instalación de Chrysler, en Chelsea, Michigan, donde cada año realiza una reunión con la prensa para mostrarle la gama de productos de Fiat Chrysler Automobile para 2016 y donde toda la información está embargada hasta septiembre.

 Foto: Dodge

Afortunadamente nuestro inesperado amigo no formaba parte de ese embargo.

 

Esta es la tercera evolución del paquete de altas prestaciones que la división Mopar ha preparado para el Challenger, que posteriormente también llegará al Charger, donde se busca incrementar el potencial dinámico del vehículo, mediante una serie de modificaciones. La ventaja: todas son de fábrica, por lo que el vehículo mantiene la garantía.

 

Por desgracia, los detalles que se modifican en el Scat Pack 3, que tiene un valor aproximado de siete mil 300 dólares y de momento no está disponible en México, son nuevas válvulas, cabezas de pistón y camisas de los cilindros, el múltiple del escape es de alto flujo, al igual que los catalizadores.

 

El remapeo de la computadora ayuda a incrementar 75 caballos de fuerza y 44 libras-pie de torque. Todo este trabajo llevará alrededor de 14 horas en el concesionario Mopar.

 Foto: Dodge

Nosotros tuvimos la fortuna de ahorrarnos los siete mil dólares y las horas de espera, para ponerle las manos encima a este auto, que para su presentación de basó en la versión R/T Shaker, impulsada por un motor V8 HEMI 5.7 litros que genera 375 caballos de fuerza, de serie, más los de este paquete tendremos 450 hp enviados al eje trasero, mediante una transmisión automática de ocho velocidades.

 

Lo primero que notas al encender el motor es que el sonido del imponente V8 se ha incrementado e incluso en algunos momentos coquetea con el de un auto de carreras.

 

Inmediatamente hace que las manos empiecen a sudar.

 

Mientras recorremos los pocos metros que nos separan de las pistas de pruebas, notamos que realmente todo en el habitáculo está intacto, ya que este kit sólo se ocupa de lo que le importa a los amantes de las altas prestaciones, lo que hay debajo del motor.

Salvo por los viniles negros que van desde la enorme toma de aire Shaker en el cofre hasta la cajuela, y unos emblemas de la abeja quemando llanta, es prácticamente imposible distinguir a simple vista un Challenger normal de uno con alguno de estos paquetes especiales.

 

Ahora sí, nos dan luz verde y aceleramos a fondo. Es impresionante cómo empuja y lo bien que pone la potencia y el torque en el piso, prácticamente no rechinaron las llantas.

 

Aceleramos sobre una larga recta y no sé si es la velocidad o el sonido del motor, pero el corazón late a diez mil revoluciones, te hace sentir en la cima del mundo.

 Foto: Dodge

El final de la recta pone a prueba los frenos, buena reacción y un gran curvón nos  lleva a otra larga recta, pero ésta tiene algunas zonas que parecen un gran vado.

 

De nuevo, pedal a fondo, revoluciones para arriba y la sinfonía del escape nos deleita de nueva cuenta. Las imperfecciones del asfalto ponen a prueba la estabilidad, pero es una prueba superada con facilidad.

 

Los ingenieros de Mopar han desarrollado un kit que busca elevar las emociones en un vehículo que ya era muy divertido de conducir.

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