Cena de fin de año segura

El momento de sentarse a la mesa con la familia para disfrutar de la cena de fin de año llegó y con ello, uno de los retos más difíciles de realizar. No nos referimos a respetar la dieta, sino a trasladar en el auto los alimentos para que lleguen

sanos y salvos.

Así que antes de que levantes las cejas y te cuestiones, preparamos estos sencillos consejos que te ayudarán a que los alimentos lleguen intactos y no quedes mal.

QUÉ HACER

Lo primero es procurar que los recipientes viajen en un lugar seguro donde, en caso de una frenada de emergencia, no se conviertan en proyectiles lastimen a los otros ocupantes en el interior del coche, de modo que el mejor lugar es la cajuela.

Pero no se trata de llegar y aventar ollas. Antes de cualquier cosa debes cubrir el piso de la cajuela con plástico, esto evitará que si algún líquido se derrama no ensucie la alfombra y, para evitar que se esparza por toda la superficie, coloca

papel periódico para que lo absorba.

Con el piso de la cajuela protegido, lo siguiente es acomodar los recipientes en el interior, pero ojo, debes acomodarlos por tamaños, es decir, los más grandes hasta el fondo de la cajuela y después los de menor tamaño, siempre procurando que cada objeto de soporte al otro para evitar que se muevan de un lado al otro cuando el coche está en movimiento.

Un buen consejo para los recipientes que son muy pequeños, y si nadie viaja en la segunda fila de asientos, es acomodarlo en el espacio para los pies, entre la banca y el respaldo del asiento delantero, pero siempre cuidando que la alfombra esté protegida de la misma forma que la cajuela.

Otro aspecto importante a considerar es que cuando se transportan líquidos en recipientes de cocina en el auto, como el ponche o el agua de horchata, el riesgo de que se derramen es muy alto, por eso es fundamental sellarlos correctamente antes de transportarlos.

Y para ello, antes de manipular cualquier recipiente de cocina en el interior del auto debes estar seguro que está a temperatura ambiente, pues el calor puede dañar alguna parte del interior.

Si no cuentas con algún recipiente hermético, puedes improvisar uno quitándole la tapa a una olla y colocando una bolsa de plástico que cubra todo el contorno, lo ideal es que el plástico cubra más allá de la periferia para evitar fugas.

Estira la bolsa de plástico y coloca la tapa nuevamente en su lugar, esto para asegurar que el líquido en el interior no encuentre ninguna ruta de escape.

Para que la tapa no se mueva y ejerza presión, puedes utilizar un resorte textil (lo venden en mercerías por cinco pesos el metro). Para ello debes cortar un tramo, anudarlo y sujetarlo con las agarraderas del recipiente.

¿Y las botellas para el brindis? Recuerda que con el movimiento del vehículo mientras manejas, bache o coladera, pueden chocar entre ellas y romperse o rodar sin control por el piso, así que para evitar contratiempos, envuelve cada una en papel periódico y acomódalas en el interior de una caja de cartón, esto evitará que se muevan de su lugar y que con la fricción entre botellas se rompan.