¿Usar el casco para bicicleta sirve de algo?

El uso del casco siempre es un tema controversial, mientras unos lo apoyan alegando seguridad para el ciclista, otros lo rechazan argumentando que eso excusa a los conductores de automóviles quienes en muchas ocasiones, son los culpables de la mayoría de las muertes por incidentes viales.

Un poco de historia

Fue creado alrededor de la década de los setenta, como respuesta a la poca protección que ofrecían los cascos de cuero, en las competencias profesionales.

Los primeros cascos de poliestireno y policarbonato datan de finales de los años setenta, los cuales no contaban con ningún tipo de estándar internacional.

Los cascos como los conocemos ahora comenzaron a fabricarse en los años 90 y 2000, ya con los estándares de seguridad requeridos.

¿Cómo funcionan?

Al tratarse de poliestireno expandido cubierto de una carcasa de policarbonato, cuando se recibe un golpe, absorbe el impacto de tal manera que deforma el material hasta su grueso mínimo. Existen dos tipos de cascos: de carcasa dura y suave; los primeros ofrecen una dispersión del impacto, sin embargo, la ventilación y el peso es mayor. Los suaves, por otro lado, brindan mejor ventilación y suelen usarse en ámbitos deportivos.

Sin embargo, cualquiera que sea el caso, son efectivos en caídas en baja velocidad, no están diseñados para recibir impactos de otro vehículo, y su eficiencia se limita la velocidad del ciclista. Solo será efectivo si va a menos de 20 km/h.

De leyes y regulaciones

Aunque existen países en donde los ciclistas están obligados a utilizar casco, curiosamente, son los países que tienen más índices de muertes y lesiones.

Por otro lado, países que registran pocos accidentes en bicicleta, son los que menos casco utilizan. Esto se puede atribuir a diversos factores. Uno es la cultura ciclista de estos países; que cuentan con políticas públicas que se han desarrollado desde hace muchos años y la suficiente infraestructura para proteger a los ciclistas.

Otra razón es que al exigir el uso del casco, cambia los hábitos de conducción.

El debate

Actualmente, se vive un debate por parte de asociaciones civiles y gubernamentales en torno al uso obligatorio del casco.

Cada día mueren cerca de 20 ciclistas en el territorio nacional según datos de Conapra. Foto: Archivo

Como ya hemos mencionado anteriormente, el casco SÍ se trata de un elemento que brinda seguridad, sobre todo en entornos de bajas velocidades, sin embargo hay que tomar en cuenta otros factores.

Ventajas

Es innegable que la tecnología se ha desarrollado a tal punto que es posible encontrar buenas opciones para el uso que se esté buscando. Estas son algunas otras ventajas del casco.

Brinda seguridad y confianza al pedalear. Transportarse en bici es difícil, portar casco brinda la seguridad que te hace falta.

Protege. Aunque parezca obvio, golpes que podrían graves si no lo usas, se pueden evitar. Caídas o incrustaciones de objetos no son un peligro.

Foto: Especial.

Suelen ser ligeros. Actualmente, los cascos de bicicleta no representan un estorbo en tu cabeza, en ocasiones el policarbonato es tan ligero que es casi imperceptible.

Existen muchas opciones. Colores, de tipo urbano, deportivo, e incluso, uno “invisible”.

La mayoría cumple con los estándares de seguridad.

Desventajas.

No todos los ciclistas los aprueban por las razones antes mencionadas y a menudo, se citan las siguientes desventajas que vale la pena evaluar.

Son caros. Aunque prácticamente cualquiera sirve, uno que cumpla con requisitos de seguridad, sea cómodo, ligero y de marcas reconocidas, supera los mil 500 pesos.

Caducidad. Aunque no lo creas, existe un momento en el que los cascos dejan de ser 100 efectivos debido al tratamiento del poliestireno. Usualmente el máximo es de 5 años.

Protección. Aunque sí brindan protección, como mencionamos arriba, es limitada y en un accidente mayor, no sirve prácticamente de nada.

Resta responsabilidad. Se suele culpar a la víctima de un accidente, argumentando que debió de haber llevado casco cuando el problema tiene que ver con la cultura.

Son imprácticos. Debido a su tamaño, el trasladarlo suele ser un problema. Puedes terminar golpeándolo con cualquier cosa, o aventándolo.

Personalmente, siempre he utilizado casco que garantice una buena absorción y que además sea deportivo (ligero y ventilado). Marcas como Catlike, Giro o Carrera, tienen estas características. Carrera además cuenta con modelos plegables que pueden ser bastante prácticos. 

Tampoco es por que sí, he sido atropellado en dos ocasiones y las dos he visto disminuidas las lesiones en la cabeza gracias al casco. 

Aún así, las desventajas son innegables. 

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